En el horizonte la esfera roja caía cual pelota. La habitación se oscurecía poco a poco y Marta se apresuró a encender la luz; la penumbra le producía nostalgia.
Entretenía sus manos con la aguja de crochet; que no su mente que revoloteaba jubilosa alrededor de una enorme bandeja de pasteles y una caja de bombones.
Se esforzaba por rechazar la imagen, maldecía, apretaba los ojos hasta dolerle, se pellizcaba... sin conseguirlo. Cinco meses a dieta, sin probar nada dulce, era demasiado.
Sus dedos, agarraban como tentáculos los merengues, los cortadillos de sidra, los bombones y las trufas. Con diligencia los introducía en su boca y un amasijo de riquísimos sabores estallaban dentro de ella llenándola de felicidad.
Comenzó a salivar, disfrutaba, lo mismo que su perra, que desde que había encendido las luces salivaba pensando en su cuenco lleno a rebosar de bolas de pienso.
Más fantasias secretas en casa de San
Muy bueno. También el doble juego de "lo mismo que su perra".
ResponderEliminarMe encantó.
Nada bueno surge de la privación forzosa...en todos los ámbitos es igual. La gente sufre y no se resigna por convicción.
ResponderEliminarun abrazo
Dichosas y malditas dietas; menos mal que mientras quede la fantasía estamos salvadas.
ResponderEliminarBuen micro
Un abrazo
Hay momentos que mataría por un trozo de tarta, una buena fantasía eróticopastelera, aunque la perra también preferiría un pollo asado al bol de piensos.
ResponderEliminarMuchos besos.
:)
ResponderEliminarNo es una fantasía accesible a cualquiera.
un saludo
El efecto placebo genera más ansiedad a la larga es así, a mi me pasa eso hasta sin dieta, así que... ¡a vivir que son dos días! (no me lo creo ni yo...pero lo intento, que conste). Me gustó esta fantasía ;)))
ResponderEliminarBesos!!
Que penosas son todas las privaciones. Estar cinco meses sin conocer bombón es mucho tiempo. Lo gracioso es lo de la perra, cada cual saliva según sus necesidades y gustos.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo
Fatasía realizada, te leo con un trozo de tarta de chocolate ummmm!!pero no tengo perrita que mire se cuenco, eso me faltó.
ResponderEliminarBuena fantasí tras meses de dura abstinencia.
Besos,
Es una obsesión, cuando algo está prohibido, automáticamente ensoñamos, jústamente, eso.
ResponderEliminarNo estamos hechos para dietas tajantes ni para prohibiciones, símplemente somos débiles y picamos, pecamos.
Dulces besitos, he saboreado en mi paladar cada letra.
Nos haces salivar desde el principio hasta el final. Buen relato
ResponderEliminarYa se sabe, lo prohibido siempre apetece más, y eso de pasar tanto tiempo sin probar nada dulce no debe ser bueno. Un beso.
ResponderEliminarLo que no nos es permitido (o no nos permitimos por las razones que sean), es un alimento que brinda más apetito. Con los bocadillos que aquí nombras, el deseo de dar un mordisco es inevitable!
ResponderEliminarUn beso al vuelo:
Gaby*
Es cierto, cuanto mas deseamos algo, mas soñamos y fantaseamos.
ResponderEliminarSin culpas, eso si.
Por lo dulce , digo.
Un abrazo.
¿Pero que los pasteles y bombones engordan? Pues oye, no lo sabia. Jajaja Lo que si está claro es que el crochet, por mucho que crochetees no es el sustitutivo.
ResponderEliminar¡Ay Mª José! me has pillado sin chocolate blanco en la nevera.
Una gozada leerte.
Un abrazo (Un pedacito para Carlos)
Lupe
Viste Marta? Cada vez que te dan ganas de comer chocolate, buscás las lanas de colores y me hacés un amigurumi. Pulpo no me hagas porque María José me dijo que me iba a tejer uno ahora cuando se vaya de vacaciones ... jeje.
ResponderEliminarMandame los bombones que aquí hace frío y necesito calorías (bah, no necesito, pero hago el sacrificio por vos, Martita)
besos
jeje... una fantasía diferente...cada pedacito de chocolate alimentando una fantasía... muy original! un beso!
ResponderEliminarFantasía poco recurrente, pero tan válida como cualquiera; es más yo diría que más original.
ResponderEliminarUna fotografía ha sido este texto, corto y contundente, con sabores y colores incluidos.
Besos
No he podido evitar acordarme de los perros del amigo Pavlov y su teoría de los reflejos condicionados. La vista de los pasteles provocando la salivación y abriendo el apetito. Va a ser difícil resistirse ante tamaña provocación visual. ¿Lo logrará? y más importante aún: ¿Merece la pena el sacrificio de resistirse a tan poderoso influjo?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esta fantasía tiene mucho de sacrificio y privación. Esta actual fantasía es hija de otra, la de la delgadez aunque también puede ser por salud, una de las dos va a dejar de ser fantasía de eso dependerá del temple de la protagonista
ResponderEliminarNo sé ella, pero me ha parecido todo tan real, que me he levantado a por una galletita.
ResponderEliminarTus escritos me encanta, M. José.
Un beso.
Son terribles las dietas, parece que cuando menos podemos hacer algo más lo deseamos, en tus palabras se puede sentir ese deseo de degustar algo rico.
ResponderEliminarY yo que estoy en casa reposando me parece que me voy a dar un gustito con algo dulce!!!
Me encantó!!!
Un beso.
Las mujeres y sus sempiternas dietas, la de esto y la de lo otro, la del médico y la de la revista... la pobre.
ResponderEliminarBeso y café, compi!
La secreta fantasía de disfrutar comiendo frente a la tiranía de las dietas. Buen tema, besos.
ResponderEliminarTal vez por eso no me atrevo a hacer dieta, que ya me sobran algunos kilitos pero, como nunca he hecho dieta pues me cuesta hacer sacrificios con la comida. Entiendo a la protagonista, ummmm.
ResponderEliminarUn abrazo dulce bajo en calorias :)
Tal vez por eso no me atrevo a hacer dieta, que ya me sobran algunos kilitos pero, como nunca he hecho dieta pues me cuesta hacer sacrificios con la comida. Entiendo a la protagonista, ummmm.
ResponderEliminarUn abrazo dulce bajo en calorias :)
Nada como la prohibido para sr objeto de la fantasia deseada
ResponderEliminarun beso
Las dietas deben de ser terribles, teniendo en cuenta lo rica que está la comida, uffff, yo nunca he seguido ninguna, pero creo que alguna fantasía que se haga realidad de vez en cuando, no viene mal.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu bienvenida, no sé si participaré mucho por falta de tiempo, pero lo intentaré.
Un beso desde Jaén.