jueves, 25 de febrero de 2010

A mi hija: Lo mejor que he hecho en mi vida

Ya sabeis que no he sido dotada para la poseía ni nada que se le parezca, de manera que espero que seais indulgentes con estas frases, que no son más que recuerdos, sensaciones, miedos y temores, anhelos...en definitiva vivencias que quiero compartir con vosotros, mis amigos.


Vino con el viento del norte,
de la mano de Mary Poppins,
en una madrugada de junio.
Su impaciente nacimiento,
un deseo,
un soplo de aire fresco,
un cielo azul,
un cálido abrazo...
Me puso la vida al revés,
con su olor a leche y miel,
sabor a algodón de azucar y
sonrisa de rubí.
Me conmovió con los primeros besos,
pasos, palabra, dibujos...
Luché contra sus insistentes "mio" y "no".
Con orgullo disfruté de sus primeras letras,
de su lectura, de su música...
Lloré, sin consuelo, con su primer amor,
porque temía perderla
hasta que comprendí (y tardé en hacerlo)
que estuviera con quien estuviera
nadie ocuparía mi lugar.
Me alegré con sus éxitos y la consolé en sus fracasos.
Ahora, se aleja de mí para
emprender una nueva vida:
su vida.
Un sentimiento agridulce me abruma.
Vestida de blanco paseará entre azahar
y mis las lagrimas afloran al imaginarlo.
Mi vida cambiará,
y la suya, aún más.
La acompañé en el inicio de su viaje
por esta existencia
y siempre la seguiré,
de cerca o de lejos,
hoy y mañana,
nunca la dejaré.
No te olvides, cariño, que estaré aquí,
por si me necesitas.
A mi hija: Lo mejor que he hecho en la vida

Me voy a dedicar a ella y a disfrutar de los últimos preparativos de la boda por lo que durante un tiempo permaneceré alejada de este blog. Demasiadas cosas y el día tiene pocas horas...jajaja.
Adios,
un beso nostálgico y cuidaros mucho hasta mi vuelta.

martes, 23 de febrero de 2010

Somos un punto en el Universo

La Tierra y la Luna vistas desde Marte. Foto: NASA.

Así de pequeña me siento yo en este inmenso universo literario, un diminuto punto en el cosmos y sin embargo existo,  aunque sea como un pequeño lucero que se esfuerza por centellar con luz propia y que necesita de vosotros, los del otro lado de mi blog, para seguir adelante.  
Hablando de astros, os dejo un video maravilloso de una estrella reluciente (esta sí que lo es por derecho propio) que interpreta un tema que seguro conoceis. Sarah Brightma : Hijo de la Luna
Feliz Semana


domingo, 21 de febrero de 2010

Taller Presencial en Benalmádema


Este sábado pasado asistí a mi primer taller presencial. Se celebró en Benalmádena (Málaga), organizado por Mercedes Martin del blog Paseos por el alambre y fue impartido por Ramón Alcaraz, director del taller literario El Desvan de la memoria.
En un ambiente cómodo y relajado, trabajamos durante cuatro horas en diez puntos fundamentales para construir un buen relato, dirigidos por Ramón. Al final, como lo hicimos muy bien...jaja, nos entregaron un diploma y nos hicimos fotos entre risas y aplausos.
En el taller coincidimos muchos blogueros: Felisa, Mercedes, Chu, Dorotea, Juanma, Maribel, Lola, Ricardo, Mari... y tuvimos oportunidad de compartir anécdotas y cuestiones literarias personales en un agradable almuerzo típico malagueño a base de pescadito.
Encantada de conoceros a todos. A partir de ahora, entrad en vuestros blog será diferente.

jueves, 18 de febrero de 2010

Este jueves un relato: Mi Nirvana particular

Nirvana

Mi Nirvana particular
Sumerjo la mano y compruebo que está a la temperatura justa. Espolvoreo con las sales marinas, y el líquido incoloro se transforma en un azul verdemar que invita a entrar. Enciendo la vela y, unos segundos más tarde, un endulzado olor a vainilla despierta mis papilas gustativas. Tirito mientras me desnudo y rápidamente me meto en la bañera. El agua me recibe inundando mi cansado cuerpo de una sensación muy placentera. Un duro día de trabajo.
Echo la cabeza hacia atrás y entorno los párpados; al fondo, una música relajante me lleva a una solitaria playa de arena blanca salpicada por la espuma de pequeñas olas. Camino mientras contemplo la puesta de sol en dirección a una cabaña rodeada de palmeras. Al llegar, descubro dos copas y un botella de vino tinto dispuestas sobre una mesa, que me provocan una cómplice sonrisa. Sabía que vendría. Es nuestro lugar de encuentro. Allí, somos dos desconocidos que nos reunimos sin más intención que la de satisfacernos. Se abre la puerta y él aparece: bronceado, con su pícara sonrisa y los ojos entornados. Mientras llena las copas me acerco y le acaricio la espalda, tersa y musculosa. Bebo y degusto ese vino con sabor a roble y a grosella. Me miro en la inmensidad de sus ojos y…de repente, se abre la puerta del baño y entra. Un aroma a chocolate impregna la estancia. ¡Qué delicia! Chocolate y él. Mi Nirvana particular. Abro los ojos y allí está. Se acerca a la bañera, me mira, jadea, le rasco, me lame, se restriega, le acaricio…
—¡Perro malo! Te has zampado el pastel de chocolate que había dejado en la cocina para esta noche —le digo mientras me acerco y beso sus  chocolateados morros …jajaja.

lunes, 15 de febrero de 2010

¿Crisis?

Anecdotas de una de 50 y ...
El retorno de Berta

Un día cualquiera puede convertirse en un mal día; un día cualquiera, puedes pasar de ser una mujer normal y corriente a sentirte una top model, una princesa; un día cualquiera puedes darte cuenta de que tu vida no va bien…

Finales de enero es la fecha que siempre escojo para hacer un viajecito a Madrid. Con la excusa de las rebajas aprovecho para darme “el gusto” de pasar un par de días en la capital. La chica de la agencia de viajes me suele acomodar en un hotel de cinco estrellas, de los que se ofertan a buen precio por estar en temporada baja. En esta ocasión, además de una habitación espectacular, el establecimiento tenía un spa de ensueño.
Nada más llegar salí en busca de esa maravillosa prenda, traje, pantalón, camisa… que siempre espero encontrar, por aquello de estar en la cuna de la moda y que, sinceramente, casi nunca localizo.
Paseaba tranquila por la intransitable, debido a las obras, calle Serrano deteniéndome en los escaparates. Llevaba media hora caminando cuando un precioso traje de dos piezas, rojo, llamó mi atención. Me enamoré, como dicen las cursis; elegante y discreto a pesar del color por la sencillez de su diseño. Sin dudarlo me apresuré a entrar en la tienda.
Una chica de unos veinte años con un pantalón que apenas le llegaba a la cadera y un jersey de cuello vuelto que le rozaba el ombligo, dejando una amplia franja de carne en exposición, me saludó con desgana y me preguntó con tono impertinente qué quería. Entusiasmada por mi hallazgo pasé por alto sus malos modales que achaqué al cansancio de las rebajas, y le indiqué el que quería probarme.
Me miró displicente y me preguntó por mi talla. Al responder que la cuarenta puso cara de asco y dijo:
—¿Seguro?
Me quedé anonadada. Más por el gesto de su cara que por la pregunta, pues yo conozco perfectamente cuales son mis medidas.
—Esa es la del escaparate y no voy a sacarla con el trabajo que cuesta para que luego no sea.
Volví a insistirle sin conseguir nada. De manera que unos cinco minutos después me encontraba en el estrecho probador poniéndome una 44 que era la que tenían en tienda, a sabiendas de que me quedaría grande y maldiciéndome por no ser más decidida y haber mandado a la chica a la mierda.
—Salga fuera señora para que la veamos, me gritó.
Y yo como una imbécil, salí.
—Pues…tan mal no se le queda este —dijo mientras me tiraba de la parte de atrás para ajustarlo.
—Me queda muy grande—musité atemorizada.
—Decididamente su talla no es la 40. ¡Qué va, ni mucho menos! ¿Verdad Susana? —preguntó buscando asentimiento en su compañera—. La que lleva le queda casi bien, la del escaparate no le entrará.
—¡Casi bien! —exclamé alzando la voz, sin poder resistir por más tiempo a aquella maleducada—. Estoy hecha un fantoche, me queda enorme y quiero el libro de reclamaciones —le chillé.
—El problema no es la talla, señora —respondió sarcástica—, es la edad. Usted no tiene edad para ponerse este traje rojo, no hay más que ver lo que parece.
Dos minutos más tarde, sofocada y humillada hasta más no poder por aquella mocosa, salí a la calle con un cabreo de mil demonios, después de tirarle a la cara el vestido y escribir mi reclamación, que la dejó bastante perpleja.
Más tarde un alto y fornido chico me abría la puerta de Valentino. Una amable señorita me enseñó todos los vestidos rojos de la tienda. Me trató como a una reina.
Con disimulo daba la vuelta a la etiqueta para conocer el precio. Dentro de mí se debatían mi ángel y mi demonio porque todos tenían cifras de tres ceros. Me sentía tan indignada por lo que me dijo la desagradable chica de aquella tienda que al final triunfó mi parte mala y me llevé uno precioso con la excusa tranquilizadora de que me lo merecía por el mal rato que había pasado.
Cuando regresaba a casa, en el tren, miraba toda orgullosa la bolsa donde iba mi traje y a la vez una punzada en el estómago me sobrecogía por gastarme más de tres mil euros en un traje que no necesitaba y que no sabía si tendría ocasión de estrenar.
No era normal. No toleraba bien las frustraciones y lo peor, no sabía manejarlas.
Ese fue el día cualquiera, en medio de la nada, a trescientos kilómetros por hora, en que tomé conciencia de que atravesaba una crisis y que sin duda era el momento de pedir ayuda.

domingo, 14 de febrero de 2010

¡Gracias, gracias, gracias...!


Gracias  a vuestros buenos deseos,  excelentes remedios y los mimos familiares he mejorado bastante en este fin de semana.
Me habeis demostrado que estais ahí y eso es lo más importante. Os deseo una feliz semana con este precioso video.

jueves, 11 de febrero de 2010

¡Atchusssssssss!





Un catarro inoportuno, que me ha dejado sin pañuelos y una ruidosa y repetitiva tos me acompañan desde ayer. Les insisto para que se marchen, pero le han tomado tanto cariño a mi nariz y garganta que no están dispuestos a darme un momento de relax.
Esta mañana amanecí afónica y la poca voz que recuperé por la mañana la he vuelto a perder esta tarde entre charlas (por aquello de tener un trabajo en el que se habla mucho...jaja)  y toses y más toses. Ahora me siento muy "pachucha" , y me duele todo, aunque me alegra pensar que el fin de semana ya  se acerca y si no quiero, no tendré que hablar y sólo me dedicaré a sober, sonar y toser...jeje.
Lamento mucho no tener fuerzas, ni  inspiración, para compartir este jueves con mis compañeros y con Tésalo, pero en cuanto me encuentre mejor paseré a leerles. Os echo de menos.
Que paseis un estupendo fin de semana. Yo aprovecharé para descansar, leer, escuchar música, pensar, y me atiborraré de infusiones calientes y naranja con miel para la garraspera. También puedo probar el remedio de meter una cebolla debajo de la almohada, aunque no se si podré soportar el olor...jeje.

El otro día compré las entradas para ver a Alejandro Sanz que inicia su gira en Cordoba el día 1 de Mayo y será el primer evento de un mes de Mayo cordobés lleno de celebraciones. Ya os iré informando.
Quiero compartir con todos este video de Alejandro de su ultimo disco. Es una canción muy romántica. No sé porqué pero hoy la necesito.
Besitos y nos vemos muy pronto ¡espero!


domingo, 7 de febrero de 2010

Dedicado a los viajeros del Bus Literario






Mis queridos  Mar, Natalí, Quien sabe, Tésalo, Celia, Gustavo, Balamgo, Jose Ignacio, Tag, Ardilla, Julia R, Teresa Cameselle, Yonki, Mar Solana, Mari, Verónica, Mimí, Alfredo, Nada, Susana, Cas, María Liberona, Igraine, Rosa, Mar, Sussurros y Carmen Andujar.
Con retazos de vuestros relatos he realizado este patchwork. Mi entrada número 100, en agradecimiento a todos por vuestra participacion. Seguro que reconoceis vuestras palabras, aunque me he permitido en algunas frases cambiar el tiempo verbal para su adecuación. He construído un  relato que sigue manteniendo el tema de esta semana.
Como he utilizado frases de vuestra propiedad si alguien no está de acuerdo, por favor, que me lo haga saber.
Un beso, para todos. Habeis sido unos excelentes acompañantes. Hasta siempre

Nunca segundas partes, fueron buenas
Con su descolorido bolsón de viaje colgado al hombro cruzó la calle Mayor saludando, tímida, a los pocos que no cambiaban de acera cuando la veían acercarse. Ella se queda pensativa unos segundos, quizás un minuto, dos... Con la cabeza hacia el suelo, las manos abrazándose, fija la mirada en los adoquines, el pie derecho rematando la colilla que alguien dejo mal apagada allí para que se consumiera sola. Su belleza crecía y al alcanzar la juventud, su cuerpo, de proporciones exquisitas estaba perfecto y hermosamente desarrollado. Aquella mujer de curvas apresuradas, redonda perfección y mirada fulminante de gata en celo, llevaba prestada la sonrisa, y de azul, ese trozo de cielo que se cuela indiferente por la ventana. De unos cuarenta, ojos grises, pelo en mechones tirando a dorados, y enigmático, según se esperaba de su profesión...
Un golpe de viento se adentró frío, apropiándose del calor. Cómo se rió de sus palabras aquel mal nacido, que la hirió de muerte en el amor. Te recuerdo, tu facilidad para incumplir promesas, tu tendencia a desaprovechar oportunidades, ¿y me pides una segunda?... Abrió con gran nerviosismo. La sensación que sintió fue formidable, la visión de otro mundo le hizo continuar. Estaba a un paso de concretar sus sueños y se sentía paralizada. Miles de cuestiones nublaron su razonamiento. A pesar de tener este poder debería renunciar tajantemente a usarlo si en verdad quería jugar con lealtad. Miles de decisiones ahora vistas con la perspectiva del tiempo las tomaría de otra forma, amores de los que debería haber huido en cuanto los encontré, amigos a los que herí o me hirieron. Conciliando pasiones y odios, euforias y depresiones, horrores, manías, pánicos y ascos. Siento que se me va la vida pensando pero no actúo y cuando lo hago o tomo la decisión de hacerlo ya es demasiado tarde y no hay marcha atrás.
Empezó a impacientarse y más al ver que un tipo sentado en la barra no le quitaba ojo. Cuando sus miradas se cruzaron por tercera vez, el desconocido se puso en pie y se acercó, extendiendo su mano. Este se ha encariñado conmigo. El hombre que la miraba resultaba muy atractivo. Moreno de piel y pelo, los ojos de color azul mar intenso, con largas pestañas y una sonrisa de niño travieso. Justo lo que ella buscaba. Necesitaba una segunda oportunidad.
Salí sin mirar hacia atrás, fuera el sol me daba de pleno sentía su calor, la energía que me proporciona seria mi fuerza para marcar mi nuevo rumbo. Durante toda la noche, no dejé de darle vueltas a mi hallazgo. Dios, ese final sería tan sublime… me entregaría a él con el alma en las manos y el corazón sangrante. Enfilé la última curva antes de llegar al cruce y de repente algo me golpeó la cabeza, después la espalda y tras varias sacudidas se apagaron las luces del vehículo y todo se detuvo. En pocos minutos llegó la ambulancia, al subir la chica en la camilla se despertó unos segundos. Su cara reflejaba todo el miedo y el dolor que sentía. Si tan sólo pudiera volver a ver tus ojos una vez más, contemplar tu carita una vez más, revivir aquellos momentos…

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sábado, 6 de febrero de 2010

¡PARTIMOS!



El Bus de los Sábados Literarios de Mercedes parte para su viaje literario. Nuestros viajeros son:

Mar
Natalí
Quien sabe
Tésalo
Celia
Gustavo
Balamgo
Jose Ignacio
Tag
Ardilla Roja
JuliaR
Teresa Cameselle
Yonqui
Mar Solana
Estoy_viva
Verónica
Mimí
Alfredo
Nada
Susana
Cas
María Liberona
Igraine Igraine (space) 
Rosa_desastre
María José Moreno

Por el puente nos hemos encontrado tirando de la maleta y con la lengua fuera a:
Mar (En mi cala)
Susurros de Tinta


Nos ha dado penilla y las hemos recogido. ¡Ya estamos todos!

Se me olvidó subir a Carmen Andujar y a Luna, espero que sepan perdonarme (fallos de principiante), lo  cierto es que me extrañó que no subieran al bus en este sábado. Por favor entrad en sus blogs, seguro que sus relatos serán deliciosos como siempre.




Os agradezco que me acompañeis en este viaje,deseo que disfruteis del mismo y prometo dejaros cantar y comer chucherias en el bus; Mar Solana ha prometido traerlas...jajaja. Y ya sabeis si hay algún problema me lo haceis saber. Esta conductora está a vuestra disposición y ahora me voy a la cama que es tardísimo y mañana he de recorrer medio mundo leyendo magníficos relatos.

Mi relato

Begin the beguine
Helen Benson llegó al aeropuerto cinco minutos antes de que cerraran el embarque del avión.
El funeral se extendió más de lo previsto y ni siquiera le quedó tiempo para cambiarse de ropa. Aún llevaba el traje negro sobre el que destacada el collar de perlas australianas de grueso diámetro que James le compró. Corrió por la terminal buscando la puerta E 186 y sin resuello se introdujo en el túnel que llevaba directamente hasta el avión. Sin esperarlo, el gris oscuro del suelo de goma se le mezcló con el rojo de las destellantes luces de la ambulancia. Lo desechó mirando con fijeza al fondo. Las reiteradas preguntas del policía martillaban sus oídos y la visión de su marido tumbado en el suelo de la cocina le aguijoneaba la mente. Sacudió la cabeza para desprenderse de esa desagradable imagen y sonrió a la azafata que le daba la bienvenida.
Por una vez, su suerte cambiaba. El informe de la autopsia confirmaba que su marido sufrió un ataque de corazón. Se trasladaba de un Estado a otro donde nadie la conociera, con el dinero del seguro de vida de su marido y todas las joyas que le regaló.
Era muy rica y libre. Libre de la desdicha de su familia, del castigo de las calles que pateó durante años, del babeante viejo con el que se casó.
Lo peor, tener que matarlo. Un año y medio con él fue demasiado tiempo. No podía esperar más. El muy estúpido cada día se encontraba mejor, incluso con las microdosis de veneno con el que aliñaba su comida.
Helen recreaba su futuro. Una nueva vida sin engaños ni mentiras, sin estafas. Feliz con un marido que la amara, unos hijos que la acompañaran, una bonita casa con piscina. Necesitaba una segunda oportunidad para ser ella misma, no el personaje que se vio obligada a inventar para sobrevivir. Suspiró.
—¿Le ocurre algo?
Se giró hacia su vecino de asiento, que le hablaba. Ensimismada en sus disquisiciones ni siquiera se dio cuenta de su presencia.
—Nada. Tuve que correr para no perder el avión. Aún no me he repuesto —dijo con una seductora sonrisa.
El hombre que la miraba resultaba muy atractivo. Moreno de piel y pelo, los ojos de color azul mar intenso, con largas pestañas y una sonrisa de niño travieso. Justo lo que ella buscaba para su futura existencia. Se fijó con disimulo en sus manos, ninguna alianza adornaba sus dedos.
—Steve Hank —dijo alargando la mano.
Dudó un instante antes de acercarle la mano y dijo:
—Lanna. Lanna Frank. Encantada de conocerle.

viernes, 5 de febrero de 2010

TICKETS AQUI: Para el viaje en el bus de los Sábados Literarios de Mercedes

¡Llegó el gran dia!
Viernes 5 de Febrero
Tema: Una segunda oportunidad

Dejad en los comentarios de esta entrada el enlace a vuestro relato, poema... si quereis participar en esta convocatoria de los Sábados Literarios de Mercedes.


martes, 2 de febrero de 2010

Una sonrisa para continuar la semana

Esto me llegó de una amiga argentina, Eliss, y me he divertido tanto leyéndolo que quiero compartirlo con todos. La mujeres se verán reflejadas y los hombres encontrarán respuesta a una eterna pregunta. Espero que los disfruteis, estaré pendiente de vuestras carcajadas...

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de pequeña tu madre te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público' Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.
'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.
Cuando TIENES que ir a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que te resignas a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de 'me estoy 'meando''.
Finalmente te toca a ti, si no llega la típica mamá con 'la nenita que no se puede aguantar más'.
Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas.
Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo.
Entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca funciona); no importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso...
Pero volviendo a la puerta... Como no tenía picaporte, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas los pantalones y te pones en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh.... por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Porque estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las braguitas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kg colgando de tu cuello.
Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un inodoro público!!', así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas.... Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíííííísima del chorro te salpica en tu propio culo y te moja hasta las medias!!!
Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peeero, nooo hayyyyyy...!
El rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio....
Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco,
mientras gritas OCUPAAADOOOO!!!
Ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho)
Sin contar el garrón del portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas.... el recuerdo de tu mamá, que estaría avergonzadísima si te viera así; porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público, porque francamente, 'tú no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí'. ...estás exhausta, cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras la cadena tratando de tocarla lo menos posible, por si las enfermedades...
Entonces vas al lavabo. Todo esta lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo,
te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues jabón (si es que lo hay), te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso y quede debajo del chorro...
El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos en tus pantalones, porque no piensas gastar tu kleenex para eso y sales...
En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres y encima le quedó tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba. '¿Por qué tardaste tanto?'' te pregunta él ya aburrido. 'Había mucha cola' te limitas a decir.
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que uno sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad.

lunes, 1 de febrero de 2010

NORMAS A TENER EN CUENTA: SÁBADOS LITERARIOS





Me avisan los jefes que no olvide informaros de las normas más importantes a la hora de adquirir un ticket para subir al bus literario:

1º  Reseñar en la entrada que se participa en los Sábados Literarios de Mercedes y poner la imagen del bus que acompaña esta entrada.
2º Que la entrada se ajuste al tema propuesto: UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.
3º La entrada se colgará el VIERNES POR LA NOCHE (5 de Febrero), de manera que el sábado (6 de Febrero), la gente se dedique sólo a "viajar", leer relatos (de ahí el nombre de Sábado Literario). Viaje  que durará desde las 00:01 del día 6 de febrero hasta las 24:00 horas del mismo día .
4º En cuanto colgueis vuestra entrada avisadme dejando un comentario en mi blog con el links (enlace), para que yo lo cuelgue cuanto antes. NO OS OLVIDEIS.
5º Si vas a estar ausente y deseas participar, puedes programar la publicación de tu entrada para las 00:01h del sábado. Blogger lo hará por ti. En este caso, avísame con anterioridad de que los has programado.
6º No publicar nada nuevo hasta el domingo a fin de que la entrada del sábado esté visible y no haya que buscar.

FELIZ AÑO 2024

  7 meses sin escribir en el blog y vuelvo como en años anteriores con deseos de compartir que esta comunicación ocasional no se termine. Ha...