lunes, 27 de febrero de 2023

Vuelta a los orígenes








Dicen que cuando nos encontramos en momentos de incertidumbre, cuando nos sentimos inseguros o, simplemente, no conseguimos encauzar nuestros intereses (que es lo que a mí me sucede), volvemos la vista atrás con idea de encontrar en nuestro pasado un poco de luz que nos alumbre en este, más bien, oscuro camino que es nuestra existencia. 

Yo, no sé por qué, cuando me encuentro en esta situación, vuelvo a mi blog, aún sabiendo que ya he perdido todos mis lectores y que lo tengo abandonado, pues por más que el año pasado en enero hiciera un firme propósito de no cerrarlo y no abandonarlo. Propósito completamente fracasado y blog del que no me he acordado en todo este año y, hoy, sin saber el motivo, después de estar recogiendo un poco la habitación de trabajo me he acordado mi Lugar de Encuentro, y otra vez mis dedos se han ido al teclado en busca de  mi auténtico origen que es este blog. 

Mis orígenes en las redes sociales y en la escritura es este blog, pero también el origen de mi interés por la fotografía y de ahí he derivado en lo que ahora ocupa la mayor parte de mi ocio: el collage. Aquí están presentes todas mis aspiraciones creativas. Aquellas que me mantienen despierta, solidaria, cooperativa, las que me permiten trascender de lo puramente cotidiano. Las que me hacen posible poner a funcionar los engranajes de mi cerebro para que no se oxiden mediante la creación de historias. Historias que pueden ser muy breves, diez o quince palabras a lo sumo, pero que son una semilla, un germen para lo que en algún momento pudiera convertirse en algo más.  

Durante este mes de febrero se celebra en el ámbito collagero lo que se llama @februllage. Se trata de hacer un collage con 28 palabras previamente marcadas, una para cada día del mes. Este es el tercer año en el que participo y sí estoy muy satisfecha por mis collages, pero lo que más me ha gustado es que he hecho una pequeña historia que sustentara esa imagen, y eso, aún me ha llenado más, porque yo comencé con las palabras y aunque palabras e imágenes pueden ir juntas, el retomar la palabra escrita ha sido un tremendo acicate. 

En diciembre de 2018 ponía punto final a mi última novela publicada Aquella vez en Berlín. Lo sucedido con ella en momentos de pandemia me alejó de la palabra escrita y mi interés viró hacia otro tipo de creatividad. Pero desde hace meses una historia larga ronda en mi cabeza y sus personajes van abriéndose camino. No sé para cuando estará terminada, pero ya hay un título, un principio y un final. Solo queda volver a las palabras... y en ello estoy. 

© Texto e imagen. María Jose Moreno. 2023

FELIZ AÑO 2024

  7 meses sin escribir en el blog y vuelvo como en años anteriores con deseos de compartir que esta comunicación ocasional no se termine. Ha...