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Mostrando entradas de junio, 2014

Este jueves un relato: Escenas de playa

El sol brillaba en todo su esplendor calentando todo y a todos. En la sombrilla de mi derecha un adolescente se afanaba en escribir sobre una libreta de papel cuadriculado. Escribía, tachaba, volvía a escribir. Le observaba de reojo llena de curiosidad. La madre del joven también lo vigilaba y de vez en cuando le preguntaba de qué quería el bocadillo, sin que él respondiera abstraído en lo que hacía. A la tercera vez que no encontró respuesta alzó la voz. —¡Migue! ¿Estás sordo o qué? —No mamá, ¿qué quieres? —respondió sin interés. —¿Que de qué quieres el bocata? —Me da igual. —De eso no tenemos. ¿De tortilla o de chorizo? A no encontrar respuesta le quitó la libreta y comenzó a mal leer: — Ascendí por el rio de tu mirada hasta el mar de tus lágrimas buscando el origen de tu sufrimiento. —¿Qué es esto? —Un poema —dijo el joven. La mujer alarmada llamó a gritos a su marido, que se llamaba Jacinto y que refrescaba sus pies a la orilla del mar. Jacinto acudió a l

Una de música y de letras...

Una tarde otoñal en este recién llegado verano.  Música y letras compartiendo espacio y tiempo.   ¡Te apuntas!

Traspasando fronteras

Desde que Bajo los Tilos se publicó en papel, no hago mas que dar las gracias por todos lados. Para mi está siendo una experiencia inolvidable, lo he dicho en público muchas veces: Me siento afortunada y por ello agradecida. Me siento afortunada de ver a mi novela en librerías pequeñas y grandes, en los grandes almacenes...  Me siento afortunada por haber tenido unas presentaciones extraordinarias gracias a los lectores que han acudido a ellas, por su apoyo, su cariño, su calor... Me siento afortunada por haber estado en distintas Ferias del Libro, haber vivido ese ambiente al máximo. Me siento afortunada de saber que ha cruzado el charco y se ha instalado, por ahora,  en Chile, un magnífico lugar donde seguro hallará su hueco. Me siento afortunada por los lectores que me envían fotos desde estos lugares tan lejanos y se preocupan por saber como van las ventas y me aconsejan cómo moverme por allí Me siento afortunada de ver como ayer en los Encuentros literarios de Hu

Paseando con Enrique Laso

Conocí a Enrique Laso hace un año (13 de junio de 2013) en el acto que organizó Amazon en Madrid para celebrar la Feria del Libro.  Por casualidad me encontré hablando con él, una persona cercana, cordial, simpática,  y cuando me dijo quien era me quedé impresionada porque tenía delante a superventas, uno de esos escritores a los que envidiamos (envidia sana jajaja)  todos los que publicamos en Amazon. Desde entonces nuestro contacto ha sido exclusivamente por twitter y sin embargo  tengo algo especial con él, o por lo menos así lo siento yo. Fruto de ello ha sido este paseo. Una charla amena con un escritor que ve cumplido sus sueños. Un escritor que  VIVE DE ESCRIBIR ;-) ¿Quién es Enrique Laso? Pues una persona sencilla que lleva escribiendo desde los 8 añitos. Llevo 25 años con mi pareja, Elena, una mujer maravillosa, y tengo una hija de 17, María, que es mi perdición. ¿Un lugar de tu ciudad qué quieras compartir con nosotros? Madrid es una ciudad de sobras conocid

Este jueves un relato: Amigos

Reflexiones desde dentro La amistad, en cualquiera que sea su grado o intensidad, se fundamenta en una relación sobre la base de  dar y recibir . Lo hacemos sin darnos cuenta y sin tener en cuenta su repercusión. El dar engendra el recibir y, el recibir engendra el dar. Esto  es lo normal. Y es, precisamente, por esto que de aquellos que consideramos nuestros amigos esperamos que esa corriente, que va de dar a recibir y viceversa, fluya con energía en ambas direcciones, sin interrupción. Cuando damos, esperamos ser correspondidos, y no siempre ocurre... Damos, damos y damos... sin recibir nada. Nos desesperamos, en algunos momentos, porque no recibimos lo que legítimamente creemos que nos corresponde en este juego de la confraternidad. Pero nada es tan fácil, ni tan lógico.  Somos humanos, con virtudes y defectos; muchas circunstancias acaecen, que al desconocerlas no podemos  valorar, que llevan a que esa corriente entre tú y yo se rompa.

Muchas, muchas sonrisas.

Desde que supe que iba a ir a la Feria del Libro de Madrid los días han pasado como esas nubes que vemos en el cielo empujadas por el fuerte viento que navegan tan veloces que   que casi no te da tiempo a seguirlas. Cuando me paraba a pensarlo un hormigueo recorría mi estómago. De todos los eventos a los que he asistido con motivo de la promoción de mi novela Bajo los Tilos era el único que me ponía “nerviosa”. Madrid es Madrid y la Feria del Libro de Madrid, el evento más importante literario del país o al lo menos, eso pensaba. El día que se cumplía el 70 aniversario del desembarco de Normandía, el seis de junio, llegaba a la estación de Madrid con un equipaje compuesto, casi a partes iguales, de expectación, felicidad, sueños cumplidos con alguna dosis de temor y muchas, muchas sonrisas.  Allí me esperaba un amigo escritor y artista. No me fue difícil localizarlo, su chaqueta y su sombrero, tan peculiar en él hizo que lo divisara antes de que él pudiera reconocerme. Habí