-¿Por qué los jueves?
-Pues no tiene una explicación, Tésalo lo quiso así. Cuando
se terminaron los sábados de Mercedes, él decidió continuar para no perder el
contacto y pensó que a mitad de semana iría bien.
-¿Todos seguisteis escribiendo?
-Pues ahora no recuerdo, pero la mayoría creo que sí, aunque
con el transcurrir de los años algunos nos abandonaron.
-¡Qué pena!
-Algunos de ellos continúan con su blog y otros no. Ten en
cuenta que el mundo de los blogs es muy duro y efímero. Escribir todos los
jueves o casi todos, sobre un tema a veces se hace complicado compatibilizarlo
con las responsabilidades, deseos, actividades…de cada uno. Además en el
momento en que dejas de escribir por un tiempo pierdes la comba y luego te
cuesta más recuperarla.
-¿Qué pasó con Tésalo?
-Pues no sé a ciencia cierta, creo que dirigir al grupo
todas las semanas le vino largo, por eso pidió ayuda. Seguro que aunque por
ahora no participe nos lee todas las semanas. Desde entonces tomó el relevo Gus y hasta hoy.
-¿Por qué jueveros?
-jajaja…Ahí me pillas. No sé de donde partió la palabra,
quién comenzó a utilizarla y fabricó una imagen que nos representara. Creo que
vino del otro lado del océano, pero luego se lo preguntamos a ellos y seguro
que lo saben. Tienes que tener en cuenta que lo importante no es la palabra en
sí, sino lo que entraña.
-¿Cómo?
-Ser JUEVERO no es sólo escribir sobre un tema, previamente
elegido, y colgarlo en tu blog a ser posible el jueves, aunque hay por ahí
muchos indisciplinados que lo cuelgan cuando quieren…jejeje.
-¿Entonces lo importante no es escribir bien, de forma
amena, con relatos bien construídos literariamente…?
-¡Qué va! Eso lo puede hacer cualquiera; de hecho, hay
magníficos blogs literarios y grupos dónde te enseñan, te corrigen, te señalan
y te indican cómo hubiera quedado mejor tu relato. Esos grupos son geniales si
lo que quieres es avanzar en este mundo de la escritura.
Ser JUEVERO trasciende, en el sentir kantiano.
Ser JUEVERO es compartir, colaborar, cooperar, acompañar, ayudar,
amparar, empatizar, disfrutar con las lecturas, saber leer más allá de la
líneas para detectar como se encuentra esa persona, qué mensaje nos deja, hoy
por mí mañana por ti, preservar, cuidar de los otros como si fueras tú mismo …
lo de menos es lo que escribas y cómo lo escribas.
Ese es el alma de nuestro grupo. Lo demás viene rodado, por
eso la necesidad de comprobar en vivo y en directo si lo que intuímos en el
mundo virtual es así, y de ahí nuestros encuentros
-¡Vaya! Pues no sé si entonces me interesa este grupo. Yo
quiero aprender, escribir una novela y por eso he comenzado por el blog.
-Ahora ya puedes escoger libremente. Es más creo que
deberíamos de construir un decálogo de los que es ser JUEVERO, para los que
como tú se acercan al grupo sepan dónde se meten.
-Me lo pensaré porque yo no se si podré con todo eso.
-Cuando lo decidas, aquí estamos, siempre abiertos a nuevos integrantes.
Los grupos deben de tener savia nueva para que no se marchiten.
-Vale. Pues hasta otra…
-¿Y ese?
-Uno que quería entrar en el grupo…
-¿Y?
-Se lo va a pensar. Cuando le he explicado que lo importante
es lo que somos y no lo que escribimos parece que no le ha interesado.
-Cómo a tantos…