Foto MJMoreno2011 Cuentan que la historia no la hacen las personas sino aquello que las personas dejan a su paso, siglo tras siglo; por ello presumo con elegancia y majestuosidad de estar situado en la calle San Francisco, calle principal de la insigne ciudad de Oviedo. Cuando no era más que un sucio y cochambroso solar, allá por el 1900, un indiano, se prendó del lugar, se apresuró a contratar al mejor arquitecto de Madrid ordenando que construyera la casa de sus sueños, aquella a la que retornaría con su mujer, sus hijos y los nietos; con los bolsillos llenos de monedas, esas que no tenía y que le obligaron a emigrar, para dejar de pasar hambre, abandonando la mina en la que trabajaba, por dos reales. El arquitecto, el señor Montero, me dibujó tal como le gustaría que fuera, y con el paso de unos meses, casi un año, ladrillo a ladrillo tomé forma en tres plantas y buhardilla. Me acotaron con tabiques para componer las distintas habitaciones que el propietario tenía en mente
Blog literario de la escritora María José Moreno