martes, 28 de febrero de 2012

El desván de la memoria: Nueva editorial que apuesta por autores noveles









Hace un año nació la editorial El desván de la memoria, en el día de hoy lanza su primer libro, recojo aquí las palabras de su fundador, así como sus intenciones: 



Un año después de anunciar el nacimiento de la editorial El desván de la memoria, es una gran alegría presentar hoy el primer libro que publicamos. Se titula: Poeta sucumbiendo bajo un alud de ollas de acero inoxidable, y su autor es Manuel de Mágina.

Es un paso adelante para abrir caminos a nuevos autores y obras, un proyecto para seguir mejorando desde la ilusión y del trabajo; por eso te agradezco que le des difusión y que, cuando vayas a leer, recomendar o regalar un libro, te acuerdes de esta editorial que ahora comienza su andadura.

Este primer libro es de prosa poética; nuestra intención es dar salida a novela, poesía y relato, e incluso obras sobre técnicas literarias, antologías y cuentos infantiles. Una apuesta firme por la literatura, por lo novedoso y por la calidad. No cobramos a los autores por publicar ni proponemos autoediciones ni coediciones, arriesgamos de principio a fin por lo que nos gusta y el dinero de las ventas se reinvertirá en la edición de nuevos libros y proyectos, sobre todo de escritoras y escritores noveles.

El siguiente paso es la distribución, para llegar a muchas librerías. Mientras tanto, nuestros libros se pueden solicitar a través este correo electrónico (o el que aparece en la web) y se envían a domicilio. En Málaga también lo puedes encontrar en la Librería Luces. Además, el 13 de abril haremos allí una presentación y una lectura con el autor. Y el 14 de abril compartiremos un encuentro poético en Torremolinos (del que ya te envié información). 

Nuestra finalidad no es vender libros, sin más; queremos que los libros se lean, que se disfruten y gusten; puedes ojearlos desde la página web y conocerlos y conocernos un poco mejor. Gracias a todos los que estáis ahí y que formáis parte de este proyecto desde los últimos 10 años como amigos, conocidos, alumnos del taller literario y de actividades y cursos presenciales. Y gracias también si compartes la noticia en tu blog, facebook, en las redes sociales y a través de tu correo.

Un abrazo,
Ramón Alcaraz
Editorial El Desván de la memoria



http://www.tallerliterario.net/poetasucumbiendo2.htm
No dejeis de entrar y comprobar la calidad de los relatos-poemas de este autor.


GRACIAS a ti por esta iniciativa.

martes, 21 de febrero de 2012

15.350 descargas de mi novela...




Parecía imposible y sin embargo se ha hecho realidad.
15.350 descargas de mi novela Vida y milagros de un ex.
Me anima a seguir escribiendo y compartiendo con todos.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Este jueves un relato: Yo tengo un sueño




El ave tenía un estilizado cuerpo de color blanco del que salían unos apéndices azulados: las alas; grandes, elegantes , majestuosas  con las que surcaba los cielos en una infinita danza.
--¿Bailaba o volaba? –preguntó María
--Volaba, cariño, con tanta delicadeza y gracia que parecía que estuviera  bailando.
Desde el aire, el pájaro contemplaba el mar que se fundía en el cielo en el horizonte, continuó leyendo.
-- ¿Horizonte? --dijo María
--Sí, el horizonte es donde el azul-verdemar   se mezcla con el azul cerúleo  formando una oscura línea 
 de color azul cobalto.
-- Sabes, me gustaría ser esa ave; poder disfrutar de todas esos colores que ella ve. Dime, ¿como es el azul- verdemar?
-- Ese azul es húmedo, frío, palpitante…mientras que el cerúleo es cálido, tranquilo, acogedor. Cuando ambos se juntan forman una interminable línea de azul cobalto.
--¿Y ese cómo es?
-- El azul cobalto es hermoso, fuerte, sólido y al mismo tiempo candente, generoso.
Este cuento me gusta, déjame que lo lea.
 María paso sus pequeños dedos por los puntos y a medida que avanzaba en la lectura, su cara, de ojos perdidos, se  trasmutaba  en un abanico de gestos. Cuando terminó dijo:
--Azul-verdemar como el piano que cuando lo toco me alegra con sus vibrantes canciones, azul cerúleo como mi muñeco de peluche con el que me acurruco todas las noches y azul cobalto como, como… mi mamá --explicó con una gran sonrisa vistiendo su boca. 
A María no le hacía falta soñar que era esa vigilante ave, era capaz de ver los colores. 

© María José Moreno
Más sueños en casa de Pepe


jueves, 2 de febrero de 2012

Este jueves un relato: Persona que es curiosa tiene un refrán para cada cosa.



MI ABUELO

Mi abuelo era un “figura”. 
Tres  cosas le diferenciaban del resto de los mortales: el uso de refranes,  comenzar a leer el periódico por la última hoja, mejor dicho, antepenúltima, por las esquelas mortuorias y la capa con la que se abrigaba en invierno que ya nadie usaba en el pueblo. Mi abuelo  era un único, especial, extraordinario,  tan importante en mi  infancia  que no sería el que soy si no hubiera crecido a su lado.
Los sábados por la mañana, que no había  escuela, le acompañaba al casino. Él pedía un cortado y una copa de coñac,  para mí un chocolate, que servían muy espeso,  y bizcocho; una mezcla que me sabía a gloria, acostumbrado al diario pan con mantequilla.
El periódico le esperaba en la mesa embutido en un listón de madera que servía de agarre impidiendo que las manos terminaran tiznadas de tinta. Comenzaba el ritual; lo abría por el final y al punto sus labios se movían al compas de su ojos en una silenciosa lectura, en un sentido homenaje a los que habían abandonado este mundo el día anterior; a veces acompañaba con algún que otro suspiro o gestos de cabeza, según su mayor o menor aflicción, que no se relacionaba con que conociera al difunto sino que coincidieran en edad. Cuando finalizaba bebía un gran sorbo de la copa y me decía: Alfredito, el muerto al hoyo y el vivo al bollo, la vida continúa; un hondo suspiro, otro  gran sorbo del ambarino licor y con parsimonia se entregaba a la lectura de las noticias locales, porque las internacionales nunca le interesaron, y cómo no, a murmurar entre dientes: El ladrón se cree que todos son de su misma condición.. al final pagan justos por pecadorescada día que amanece el número de tontos crecesiempre hay un roto para un descosidoéramos pocos parió la abuela… Era su peculiar forma  de ilustrar la  información y los sucesos  que más llamaban su atención.
Yo, mientras,  le observaba de reojo. Me distraía jugando con las canicas de cristal, que me compraba en el puesto de arropías, encima de la mesa con mucho cuidado de que no rodaran  hasta suelo y que el ruido produjera el sobresalto de los octogenarios contertulios allí reunidos, porque como él siempre decía: hombre prevenido, vale por dos

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FELIZ AÑO 2024

  7 meses sin escribir en el blog y vuelvo como en años anteriores con deseos de compartir que esta comunicación ocasional no se termine. Ha...