miércoles, 6 de febrero de 2013

Este jueves un relato: Un segundo de eternidad






Mantequilla, azúcar, harina, leche y vainilla. Juntas, revueltas, las caliento hasta hervir y con paciencia  espero a que vayan tomando cuerpo.
Un huevo, dos huevos, tres huevos...Las claras por un lado y las yemas por otro.
Las varillas baten y baten las saladas claras, al ritmo que  impone mi muñeca, y al rozar con el cristal del recipiente producen un esperanzador soniquete.
Las claras bailan al son de la música, se esponjan, burbujean, adquieren un nacarado brillo, suben y suben, hasta formar una consistente montaña que rocío sobre la dulce base.
El calor del horno lo mezcla todo, le insufla  aliento divino. El souffle crece y crece, se dora, crece y vuelve a crecer. Excitada ante tal maravilla miro por el cristal perpleja, obnubilada por mi creación. ¡Lo he conseguido!
El sonido del reloj me sobresalta, han pasado 25 minutos, ya es la hora. Mis manos, enfundadas en acolchados guantes, cogen con mimo el molde del que sobresale en altura el soufflé, por lo menos, por lo menos, cinco dedos. Respiro tranquilo,  miro arrobada.
Como un torbellino mi hijo entra en la cocina.
-¡Mira mamá lo que hago!
Acerca un alfiler al globo y lo explota entre sonoras carcajadas. Durante un instante dejo de contemplar mi obra alarmada por el estruendo. 
Cuando vuelvo mis ojos hacia ella observo que yace sin aliento, desparramada,  muerta.
Corta vida la de de mi souffé, sólo un segundo de eternidad.

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33 comentarios:

  1. ¡Adiós al soufflé!, qué poco dura la felicidad.

    Un relato que me gustaría haber escrito, ya conoces mi afición por la cocina.

    Un beso.

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  2. Ingeniosamente escrito, casi saboreable este segundo de souffle. Y los niños...¡qué ricos! son. Bsss.

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  3. Jajajaja que poco ha durado después de tanto trabajo!!!
    Muy original como encaraste este jueves María José!!!
    Un beso enorme.

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  4. ¡¡¡Oh!!! qué pena.
    Si me río ¿te enfadas?

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  5. jajajaja.... vaya que divertido, que sonrisa me has dejado... y vaya que tanto trabajo para después... buuu fuera todo un desastre, simplemente de un segundo al otro no se sabe lo que sucedera

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  6. No se si será por la hora, o por lo bien que describes el proceso, pero has conseguido que me de el hambre, jajaja. Una duda, ¿quién limpió el desastre?. Gracias por todo "madrina"

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  7. jajajajaj
    Y yo que ya me estaba relamiendo, es de mañana temprano y me has despertado el apetito.
    Cosas de los chicos, que en un segundo te sacan de un ensueño a la realidad y convengamos que a veces para al revés.


    Gracias María Jose, por acompañarme en estos segundos eternos y divertidos :)


    Un abrazo.

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  8. jajajajaja...me ha recordado ligeramente algunas brevedades parecidas que ha experimentado mi esposa en la cocina. Pero ella sale corriendo con una la escoba para pillar al causante del estropicio, jajajajaja (que pueden ser tres, a saber, mis dos hijos o incluso yo mismo, aunque por motivos bien distintos, jajajajaja)

    Un beso

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  9. Jajaja! Vaya original has sido... pero el arte culinario también ocupa su lugar en nuestras vidas, y vaya qué lugar, cuando imponemos todo nuestro esfuerzo. Mira, yo de soufflé, nada de nada, ni me arriesgo, y aseguro que no preciso que nadie me lo pinche, porque se desinflaría solo! Sinceramente, no te ha quedado el plato listo, pero tu relato, sabe mucho más que bien!
    Besitos al vuelo!
    Gaby*

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  10. El aire del globo, el soufflé, cosas que parecen y con un pluff desaparecen. Un beso.

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  11. Vaya tela! jajajajaja! Bueno, siempre se puede repetir le receta y tener el segundo de gloria :)

    Bss.

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  12. Lástima la pérdida; pero que bonito como lo has expresado-
    Un abrazo

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  13. Pobre suflé, ni siquiera pudo disfrutar de dos mordiscos de gloria, menuda desgracia la suya, corta vida tuvo pero su aroma nos deleitó. Que permanezca en nuestro olfato. El reino pastelero le tenga en su gloria. Amén.

    Beso y cafelito, compi.

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  14. En numerosas ocasiones es el triste destino de las exquisiteces gastronómicas. Una laboriosa y dilatada elaboración, tiene a menuda una rapidísima desaparición, un visto y no visto a cargo de voraces comensales. El pobre souflé no sabía de lo peligrosa que puede ser una criatura.
    Un abrazo.

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  15. jajajaja qué pena de souflé! pero qué divertido y original tu relato!
    Muchos besos!!

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  16. Joo!! y yo que me estaba preparando para saborarlo...!estos niños!. !Que segundo más dulce el tuyo Mª José!
    Un abrazo.

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  17. Ay, los niños! Menos mal que los relatos no se pueden pinchar. :)

    Saludos!

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  18. Hola Ma José,
    Todavía voy recorriendo los eternos segundos de esta semana.
    Veo que en tu casa vais de alta cocina y el buen humor.
    También la distancia que impones entre Ma José y el cocinero.
    Muy bueno lo de la perplejidad y lo de la obnubilación... suerte de surperlativos que se corresponden perfectamente con la hinchazón del soufflé.
    Está bien que haya segundos eternos de todo tipo. El tuyo es casi divino :-9
    El globo que explota y el soufflé que hace "puf" como metáforas... me apunto la idea.

    Un super Muac

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  19. ¡Ay que ver lo que da de si un segundo de eternidad! pero no me lo habia imaginado yo en la cocina. Esto es lo grande del grupo juevero, que cada uno ve la eternidad desde un prisma diferente. El tuyo tiene arte pá reventá.
    Un beso

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  20. Espero que no te enfades si me rio jajja....Un diablillo en la cocina, da al traste con el más dulce de los segundos...Pobre cocinera !!
    Besos dulces y gracias por las risas.

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  21. Se cambia souflé doradito por sonrisa de niño...

    Un divertido relato, María José. ¡Enhorabuena!

    Un besote.

    Lupe

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  22. Ves? por eso no sirvo para las artes culinarias, no tengo esa paciencia me faltaría ese método y cualquier cosa haría que los tiempos, aunque no fueran segundos, se me agotaran.
    Bon Apetit

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  23. Jeje querida amiga, que aportación mas dulce al jueves con desastre incluido, pero la confección del souflé y de esas claras a punto de nieve te han quedado poéticas. Un besote guapa.

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  24. jejeje, desparramado sí, pero buenísimo, seguro. Mira,me voy a hacer un bizcocho :)

    Un abrazo

    Lola

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  25. No se por qué, pero he empezado a sonreír antes de tiempo. Mi sospecha estaba equivocada, pero mi sonrisa justificada.
    Nadie te quitará esos 1.500 segundos repletos de magia pastelera llena de cariño y sabiduría.
    Besos

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  26. mira, de las morenas, se me ocurre a mí trabajar tanto en...es ese suflé y...y luego alguien, me da lo mismo quién,me-da-lo-mis-mo-qui-énnn¡¡¡, y le corto las pelotassss...
    no vale. no vale y no vale.
    es lo msimo que cuando hago comidas, sencillas, y papña dice que esta SALADO, SOSO, QUE ESTO NO LE GUSTA O QUE... que le den¡¡¡¡
    por otra parte, acaso no hay legislatura para quienes bajan los sufles delante de sus hacedoras? por que yo les metía tres años de cárcel y comiendo suflés todos esos años...
    medio beso, psiquiatra bonita.

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  27. Mientras te leía pensaba que habíamos compartido el batido del merengue (estuve haciendo arroz con leche y se me ha dado por batirlo a mano) así que seguí tus letras sintiendo el "soniquete" del batido, el de aquí y el de allí.

    Le has dado un giro entretenido y divertido y lo he disfrutado. Y el souflé? "desouflesado" y todo me lo comería si anduviera por ahí...

    besos y abrazos mil

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  28. Vaya tela!!... con lo orgullosa que se siente una cuando algo sale bien, no le ha dado ni para el minutito de gloria...

    Besos!!

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  29. yo no repiraba tranquila: cinco dedos se habìa inflado mi envidia!
    pero ahì estabas para decirme que los suflés son todos iguales!

    me ha encantado el relato y el remate. divertido y perfecto.

    un abrazo!

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  30. Es cierto: tu relato es original, sube y baja como el souflé, con la diferencia que durante el segundo en el que descubres el final de tus palabras, la sonrisa permanece inalterable y fija, estirando las comisuras.

    Estupendo relato María Jose Moreno

    un saludo

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  31. En realidad ese elemento que entró a pinchar el globo es una creacion más interesante que el soufflé (aunque el soufflé tenía una pinta tremenda).
    Besos amiga, aquí sigo mi camino juevero, esta semana, como ves, a lomos de caracol: leeento.

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  32. pero yo celebro tu obra, será porque no tengo ni la paciencia ni el tiempo.
    Gracias que tu hijo sí pudo contemplarla.
    Llegué desde lo de Miralunas.

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  33. !jaja! gracias, necesitaba un poco de humor y tu relato me ha sido como un premio.
    Hace mucho tiempo que no pasaba por tu casa , ya te pido disculpas, pero no llego con tantos seguidores.
    Espero seguir leyendo tus entradas.
    Con ternura te dejo un beso
    Sor.Cecilia

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