“El invierno del mundo”
“Ken Follet”
“Carla reparó de nuevo en su madre que le observaba con
una sonrisita enigmática”...
...Con el transcurrir
de los minutos aumentaba su curiosidad. No
comprendía qué hacía allí, sentada alrededor de aquella enorme mesa
ovalada rodeada de tantos vejestorios enchaquetados en lugar de estar con sus
amigos, precisamente el día que habían planeado ir de excursión a la casa
misteriosa abandonada de las afueras.
Carla disfrutaba
con las aventuras, sus lecturas preferidas eran las que tenían que ver con
enigmas, en las que el mundo fantástico se entremezclaba con el real, donde los
hombres eran juguetes a merced de unas fuerzas superiores, donde siempre había
un héroe o heroína que restablecía el orden tras el caos.
Miró hacia el reloj
de cuco que presidia el fondo de la habitación. Las agujas apenas se habían
movido. Juró que nunca más se dejaría convencer. Lo que su madre le había contado
para llevarla hasta allí de que viviría una enorme aventura era una patraña.
Aquello parecía más un velatorio, todos tan serios; o… pensándolo bien parecía
más bien la espera a la lectura de un testamento. Eso, efectivamente, de eso
tenía pinta.
Carla se movía
inquieta en su asiento cuando por la puerta entró un hombre ataviado con una
extraña vestimenta y peluca que se
dirigió a la presidencia de la mesa. Con ojos asombrados giró la mirada hacia
su madre que le confirmó con una señal de su cabeza de que lo que contemplaba era
cierto. Aquel señor era su padre. Fascinada le escuchó decir:
-Yo, Michael de
Parfois, brujo de Bargilé, os he convocado aquí para que testifiquéis el
juramento de mi hija Carla de Parfois, en su iniciación a la brujería, una vez que ha cumplido la edad que marcan las reglas de nuestra
Hermandad. Carla, ponte en pie, Carla, ponte en pie…
-Carla, ponte en
pie y dinos que significa lo que está escrito en la pizarra. Carla, ponte en
pie, ponte en pie… ¡Parece que la señorita Parfois ha volado al reino de los
sueños, una vez más! –dijo la señorita Tangus provocando la risa de todos los
niños de la clase.
Nunca lo habría adivinado. jajj. Lo malo de ciertas ceremonias iniciáticas en ciertas sectas, incluida la masonería, es que son un remedo de las religiosas pero con una dosis de soberbia todavía superior, al fin y al cabo las religiosas pueden llegar a ser humildes y con buena voluntad. Bsss.
ResponderEliminar¿Uno de brujería? ¿cómo saber que era el tuyo?
ResponderEliminariniciación de una bruja que se ensueña! me produjo una inquietante ternura.
ResponderEliminarcreo que sí. que estas letras bien escritas deben ser tuyas.
un abrazo
Otro que tampoco descubrí, claro, no he acertado con ninguno.
ResponderEliminarMe gustó mucho el final de tu relato pero no supe verte tras él.
Un beso.
Me gustó especialmente tu relato,se lo adjudiqué a Cass, me encantó esa historia de brujas, las brujas me van jeje. Como siempre muy bien escrito. Encontré mucha calidad en los relatos,imposible acertar,tu acertaste uno y yo también pero el mio es invalido, se que era el de Manolo.Un beso grande amiga,muyyyy bueno.
ResponderEliminarSi hubiese hecho quiniela quizás te hubiera reconocido en esos quiebros tuyos de ultima linea, jejejejeje.
ResponderEliminarLa imaginación al poder, mentes abiertas y activas, puede que la clase tuviera tanto interes como la reunión de la mesa ovalada.
Un beso
Este también lo acerté!!!
ResponderEliminarTu relato me encantó, el tema que escogiste es original, eso de la brujería me llama mucho la atención.
Un abrazo enorme.
Me has recordado alguna clase tediosa en la que a mi tambien se me iba el santo al cielo y divagaba en mis pensamientos, muy lejos de la lección que se daba en clase.
ResponderEliminarBss.
Ayyy madrijuevera!! que no nos descubrimos ninguna!!
ResponderEliminarMe gustó mucho el tema de tu relato también pero te adjudiqué el 24!!
Muchos besos!!
Bien difícil ha estado esto! Tampoco acerté tu relato, adjudicándote otro! Pero ahí estaba el "yeito", dejarnos desorientados, no?
ResponderEliminarFue divertido compartir esta experiencia, además de disfrutar de la variedad de textos, muy buenos, y de temáticas distintas...
Un beso! Linda semana!
Gaby*
Lo más sorprendente es una madre cumpliendo su promesa a su hija, tan bien, dejandola asombrada.
ResponderEliminarAhora que lo sé si que veo que el relato es muy tuyo, pero antes me costó mucho atribuirlo a alguien, me tuvo totalmente despistado.
ResponderEliminarEs divertido, ese encanto, ese misterio y ... pobre Carla.
Besos.
Ese giro final, tuvo que orientarme, pero fallé, ya que hay muchas y muchos que incluyen sorpresa final. Excelente jueves con una calidad pasmosa, pillos y pillas disfrazados, un juego divertido. Besitos.
ResponderEliminarComo te he comentado en facebook, estuve a punto de adjudicarte la autoría, pero me despistó una novela publicada en el desván de la memoria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola ma José,
ResponderEliminarYa ves cuántos somo los asombrados lectores de tu relato.
En mi caso, y aunque no participé en el juego del análisis cunado tocaba, lo único que se me ocurre aportar es esa "verdad tópica" de que todos los escritores escriben siempre la misma novela .
Aunque no sé si es cierto del todo, sí que puede a veces dar alguna pista sobre la autoría de un escrito.
A pelota pasada, se me ocurre asociar el principio de tu relato con la trama de tu exitosa novela Bajo los tilos. El personaje de la madre, vaya...
Holmes -Eso es un leitmotiv, Sherlock
Sherlock -Elemental, querido Watson...
Muy muy muy buen relato, con final apoteósico, Ma José. Chapeau.
Muac
Qué imaginación la de Carla! ¿Eras así de pequeña, suspendida siempre en las nubes de la fantasía? :)
ResponderEliminarUn abrazo!
PUES MUY SIMILAR HE SIDO A ESA PEQUEÑA, PAJARITOS, DRAGONES Y BRUJAS EN MI CABEZA...
ResponderEliminarBESOS Y CAFÉ