El local es pequeño, unas pocas mesas dispuestas con
dejadez y a todo lo largo una barra de madera con múltiples quemaduras; una
mortecina luz procedente de la única bombilla del techo favorece el anonimato.
El fuerte olor a tabaco mezclado con el rancio de la fritanga que allí sirven se introduce, como
repulsiva combinación, por los poros de la piel. En el rincón un hombre de mediana edad, barba espesa y
negra, camisa pegada al cuerpo; unas gotas de sudor escurren de su frente.
El destino le golpea de nuevo. La mujer que amaba, su mulatita, le ha
abandonado. Después de tres días el dolor continúa quemándole las entrañas; el
único consuelo, pactar con "El Diablo".
Empina la copa. El dorado licor escurre por su garganta, raspando. Tose.
Toma la botella con su fuerte mano, rellena la copa y lee la etiqueta: Ron añejo "El Diablo", genuíno ron cubano. Con balbuceante voz le habla a la botella: ¡cuando te termines vendrá otra y luego otra, y otra…!
Más pactos en casa de Gus
Toma la botella con su fuerte mano, rellena la copa y lee la etiqueta: Ron añejo "El Diablo", genuíno ron cubano. Con balbuceante voz le habla a la botella: ¡cuando te termines vendrá otra y luego otra, y otra…!
Más pactos en casa de Gus
Es lo que tiene de facil, dejarse vencer y pactar con el diablo para arreglar los problemas que no nos sabemos enfrentar. Mala cosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Ayyy,somos débiles, fumamos, bebemos, perdemos a la mulata, ayyy y encima rematamos con Ron añejo de marca "El diablo", por ciero, buenaaa marca que no deja resacas. ¿Qué le contestó la botella?
ResponderEliminarNo hay que hacer mofa del dolor humano, el mío, el de cualquiera, mala cosa, buen relato, con olores a penas y licores. Besitos.
Un pacto del que no podrá salir si no se esfuerza!Buen giro que le diste al tema...
ResponderEliminarUn abrazo.
Y el diablo se disfrazó de botella de ron, no hubo ni papel, ni firmas, ni sangre, muy bueno es otra forma de hacer pactos cuando todo se desmorona.
ResponderEliminarsaludos
Los grandes problemas y angustias de las personas muchas veces se ahogan en el peor de los diablos, el de el alcohol. Temible enemigo que únicamente trae disgustos.
ResponderEliminarEstupendo giro final el que le has dado.
Un abrazo
Eso si que es pactar con el diablo: alcohol,drogas... y lo que cuesta revocar esos contratos.
ResponderEliminarUn besazo
jaja! Un pacto verdaderamente diabólico que lo llevará a una verdadera borrachera! sin dudas, cada cual pacta a su modo o se ahoga en un vaso de... ron! Las penas de amor son difíciles de sobrellevar, qué diablos!
ResponderEliminarExcelente relato!
Besitos al vuelo!
Gaby*
(hasta tu regreso! buen viaje!)
Este pacto con el diablo no solo no le devolverá a su mulatita, sino que encima le dejará una buena resaca, aunque claro, supongo que recurrir al alcohol cuando se tiene un problemas es lo más "fácil". Buen giro el que has dado al tema. Un beso.
ResponderEliminaringenio...
ResponderEliminarcomo nota curiosa: has largado las frases al principio, por que debías de explicar el ambiente...nota curiosa de la que sales airosa...
pasas luego al recurso que estoy viendo,el cual yo no recuerdo haber aplicado, y que es el de la frase corta, tan indispensable, creo yo, para hacer un micro...incluso empleas una frase,recordando al vuelo, de una sola palabra: un verbo:TOSE.
el final..el final es el ingenio al que antes aludía.
he dicho.
medio beso.
El ambiente mascado en menos de 125 palabras
ResponderEliminarQuizas el pacto mas antiguo para salir de él creyendose superior, al menos al principio. Lástima que la letra pequeña de esos acuerdos sea tan desastrosa.
Un beso MJ
Este pobre hombre recurrió al pacto "mejor visto" para el que no se exige firma ni tiempo de permanencia... Lo malo es que pocas cosas se arreglan bebiendo para olvidar.
ResponderEliminarUn beso
Terminó ahogandose entre copa y copa, endiablada forma de olvidar. Se mascó la pena y el ambiente espeso.
ResponderEliminarUn besito y buen viaje. (no tardes)
Ah, pacto de nuestros días. Con el alcohol que destruye pero hace olvidar.
ResponderEliminarMagnífico enfoque, amiga.
Besos. Nos vemos pronto.
Un pacto que es un viaje de ida, un refugio para la soledad y las penas que dura solamente un instante.
ResponderEliminarEl final, sorprendente!!!
Un placer leerte.
Un abrazo.
Estos pactos son diabólicos, la botella a veces se queda enganchada en la vida y con ella todo, se pierde mas que se gana. Otra demostración más de que el Diablo habita dentro del ser humano.
ResponderEliminarBesos
Eso es lo que en nuestra tierra se llama ahogar las penas en alcohol.
ResponderEliminarMe gusta el sorpresivo giro que le has dado a tu historia para abordar ese "pacto con el diablo".
Un abrazo.