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Este jueves un relato: Los Reyes Magos

 

 

 

 


 

 

En el campo de refugiados

 

Melchor cargaba con una garrafa de agua de gran tamaño. Pesaba demasiado y la dejó en el suelo para descansar. Los gritos de los niños jugando al futbol llamaron su atención. Le hubiera encantado estar con ellos, pero hacía poco que había llegado al campo y aún no tenía amigos. De repente, la pelota llegó a sus pies. Uno de los jugadores lo apremió para que le devolviera el balón. Melchor lo cogió y lo acarició. ¡Era de verdad! No se parecía en nada a los que él se fabricaba con restos de telas que le daba su madre.

—¡Vamos!, lánzalo que estás interrumpiendo el juego —gritó Baltasar.

Melchor sintió que alguien tocaba su hombro y se giró:

—Hola, soy Gaspar. ¿Te apetece jugar?

—Me gustaría, pero tengo que llevar el agua a mi madre.

—Parece que pesa mucho, si quieres te ayudamos y así podrás venir a jugar. ¡Baltasar! Ven a ayudarnos, por favor.

Baltasar se acercó a ellos y se presentó. Melchor también lo hizo.

Entre los tres cogieron la garrafa y se encaminaron hasta el asentamiento de Melchor.

—Como no cojáis mejor este chisme se nos va a despanzurrar —dijo Baltasar.

Todos rieron ante la ocurrencia del niño. Entre chácharas y risas llegaron hasta el asentamiento de la familia de Melchor. Dejaron la garrafa y se fueron corriendo para continuar con el partido de futbol.

Día tras día, su amistad fue creciendo en aquel inhóspito lugar, en el que apenas sobrevivían. Por la noche, alrededor de la hoguera, jugaban a inventar su futuro. Un futuro lleno de esperanza. Un futuro en el que saldrían de la miseria y tendrían una vida digna. Melchor, el más pesimista, siempre objetaba que ese día nunca llegaría. Y Baltasar siempre le respondía mirando al cielo:

—¡Cómo que no! Sabremos que ese día ha llegado cuando veamos un cometa atravesar este cielo estrellado.

—Y, ¿cómo lo sabes? —preguntó, Gaspar.

—Me lo ha dicho mi abuela —aseveró.

Los tres alzaron sus ojos hacia la esfera celestial y ansiaron con todas sus fuerzas que ¡ojalá! ese día llegara cuanto antes. 

Más relatos en el blog de Dorotea 

https://doroteafuldebenke.blogspot.com/2022/01/convocatoria-del-6-de-enero-los-reyes.html

Comentarios

  1. Que lindo esos tres pequeños jugando a soñar un relato donde podemos decir que nos has enseñado la parte infantil de los Reyes Magos , todos hemos sido niños, algunos lo seguimos siendo . Me gusto tu puesta en escena mágica, Un fuerte abrazo y muy feliz Año Nuevo.

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    1. Gracias, amiga. Nunca perdamos esa parte de nosotros que cree en la magia. Un beso y feliz año nuevo.

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  2. Un relato, lleno de esperanza. Que sería del mundo sin la inocencia infantil.
    Feliz Año Nuevo y una mágica noche de Los Reyes Magos.

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    1. Igualmente para ti, Berta. Mis mejores deseos y que no perdamos la inocencia.

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  3. Qué precioso los Reyes de niños, parace tan real y entrañable. Los tres amigos que aún no saben su destino, pero lo intuyen.
    Realmente hermoso.
    Una noche mágica para ti junto a esos niños y a todos.
    Un abrazo grande María José.

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  4. Un maravilloso relato de actualidad que sobrepasa los límites del tiempo. ¡Ojalá esta noche de Reyes traiga esperanza y felicidad también a todos los refugiados y desplazados del mundo! Gracias por participar y un abrazo muy fuerte con mis mejores deseos.

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    1. Que no nos falte la Salud ni la Esperanza. Un fuerte abrazo, querida amiga. Besos

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  5. Me ha encantado cómo ubicas a los niños, esos tres futuros reyes de Esperanza, en un campo de refugiados. Habrá miles de niños como ellos.

    Por los niños, que no les falte amor y fútbol. Un abrazo, y feliz día de Reyes

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    1. En efecto, los niños son nuestra mayor esperanza. Un fuerte abrazo

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  6. Esperanza. El mejor regalo de Reyes. Bravo, MJ

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  7. Muy original y real. Me ha encantado como has hecho, a través de un campo de refugiados y esos niños con los nombres de los Reyes, que la esperanza reine allí, aunque sea por un momento.
    Saludos.

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    1. Gracias por tu comentario. Como decía antes los niños son nuestra esperanza. Un abrazo

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  8. Precioso relato, todos los niños son Reyes, cuanto más los que tienen que vivir en condiciones tan deprimentes como es un campo de refugiados. Ojalá que ,como los protagonistas de tu relato, los niños nunca pierdan la esperanza y esa sencilla solidaridad y alegría de vivir. La magia está en nuestras manos, en las personas que los pueden ayudar.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Esther, por dejarme tu comentario. Feliz Año. Un fuerte abrazo.

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  9. Tres niños con un mismo sueño, algún dia sus vidas van a mjorar y tendrán que emprender un largo viaje, un viaje que les enseñará, que las riquezas bien obtenidas siempre se podrán compartir con otros ñiños, y así el mundo será mejor.

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  10. Muy bueno el planteamiento de ver a los Reyes Magos de niños. Así aprendieron a compartir tanto lo bueno como lo malo. Cuando vean la estrella y tengan que partir ya sabrás lo que hacer y llegarán ya sea para adorar al niño o para otra cosa
    Abrazo fuerte mj

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