jueves, 17 de diciembre de 2020

Este jueves un relato: Dulces

 

 
          Confieso ante todos que soy un borracho.  En mi descargo debo decir que no siempre fue así y aunque no me crean porque eso solemos decir todos los que estamos aquí, la culpa no es mía.
        Mis orígenes se remontan, más o menos, siglo arriba, siglo abajo, a la época en que las legiones romanas atacaban el poblado de Asterix y Obelix, sin que se encuentre referencia alguna a que yo fuera consumidor de ese venenoso líquido que según cuentan perturba la mente, desinhibe las pasiones y saca lo peor de cada uno;  y que el hombre es bien dado a verter tanto directamente en su gaznate como en todo aquello que ingiere, véase salsas, carnes, pescados, dulces…

Nací con la intención de perdurar. De ahí mi nombre que remarcaba mi doble cocimiento (bis-coctus), de esa manera se aseguraba mi durabilidad como manjar de pobres y ricos en épocas de penurias.

Mi esponjoso cuerpo, suave mezcla de harina, levadura, mantequilla, clara montada, yema de huevo y azúcar no necesita de ese caldo dulzón y ambarino con el que me riegan, que penetra despacio en cada uno de mis poros hasta los más recónditos lugares. Y sin embargo, lo utilizan. Unas veces me bañan en coñac, otras en ron, con licor de café, de cerezas o con whisky… convirtiéndome en un borracho.

Sí, señores, soy un bizcocho borracho por arte y gracia del hombre. Sí, señores, soy un engendro más de esa creativa mente humana que busca satisfacer al máximo su sentido del gusto y del que se hizo dependiente, denostando mi fórmula clásica por  esaboría, empalagosa, seca y sin gracia.

Y aquí me tienen, penando por mis pecados, que no son mis pecados.

En la actualidad. En esta época que nos ha tocado vivir no estoy bien visto, me señalan, me increpan, me rechazan. Ya no sirvo como desayuno y merienda de niños. Totalmente prohibido en enfermos, que antes se beneficiaban de mi nutritiva composición ante su falta de apetito. Ninguna embarazada me prueba, cuando antes era indispensable en su dieta… Ya no tengo cabida en este mundo postmoderno de vida sana, de gimnasio, de comidas light y, como no, antialcohólico.

Confieso que soy un borracho y que quiero dejar de serlo. Sólo con su ayuda puedo conseguirlo. Por favor, no me rieguen, no me bañen, no introduzcan en mí ese maldito licor de Baco que embriaga, responsable de muertes y accidentes. Déjenme seco, pastoso, aburrido. Como mucho, échenme algún yogur que lleve bífidus, que no sé lo que es pero dicen que es muy sano. Es la única manera que tengo de sobrevivir, de perdurar por los siglos de los siglos. De dejar esta intolerable adicción.

     Y sin más, ruego me disculpen pero me tengo que marchar. En unos minutos comienza la terapia de Adictos al Azúcar y no puedo faltar, estoy en proceso de convencimiento de las excelencias del edulcorante.

26 comentarios:

  1. Me has hecho sonreir .Una entrada realmente real.
    Felicitaciones y feliz diciembre

    ResponderEliminar
  2. Jaja con el tema de la dieta sana, una por una nos van sacando las excusas para cometer algún pecadillo, de esos que motivan a seguir viviendo 😁 un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Me encanta como se fustiga el pobre bizcocho borracho ! Las dietas nos amargan la vida igual que a el, jajajjaj . Original entrada.
    Besos con cariño.

    ResponderEliminar
  4. Me ha gustado mucho ese borracho que debe estar super dulce jaja. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Pues según te estaba leyendo me estaba apeteciendo uno que hace una pastelería del pueblo y que está para chuparse los dedos...y a fin de cuentas, las neuronas, ¿no se alimentan de azúcares?

    ResponderEliminar
  6. Muy divertido, pobre borracho, qué mala fama ha cogido, sin razón.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Es buenisimo... Pues anda que un borracho sin licor y después sin azúcar ni me lo imagino...besos.

    ResponderEliminar
  8. Debe ser el único borracho que me guste y no me da pudor decirlo: me encannnnnnnta.

    ResponderEliminar
  9. Ingenioso post, muy original y bién planteado. Me ha encantado. Te deseo una felilz semana, aunque parece un poco complicada. Mucha salud. Besos!!!

    ResponderEliminar
  10. Estoy por fundar la asociación de "bizcochos anónimos". Les vendría bien unas sesiones sobre licores, azúcares, frutas confitadas, ... Jajaja!
    Bss.

    ResponderEliminar
  11. Un divertido dulce con crisis de identidad. Es todo tan políticamente correcto.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

LAS PALABRAS DE MIS AMIGOS

FELIZ AÑO 2024

  7 meses sin escribir en el blog y vuelvo como en años anteriores con deseos de compartir que esta comunicación ocasional no se termine. Ha...