Llevaba
esperando cuarenta años.
Cuarenta
años en los que quise olvidar, sin conseguirlo. Cuarenta años en los que todos
creían que había dejado atrás lo ocurrido. Pero no era cierto. Cada día de esos
cuarenta años, recordé como el hijo de puta me violaba, me dejaba embarazada y
me jodía la vida. Una vida que apenas empezaba a disfrutar a mis dieciséis
años. Cuarenta años ideando mil maneras de vengarme, mientras a ojos de todos
disfrutaba, supuestamente, de una vida normal.
En
aquel oscuro garaje solo se escuchaba mi respiración acelerada. Sabía que ese
era su último día de trabajo. Había decidido jubilarse de manera anticipada
para disfrutar al máximo de su nueva y joven mujer.
Cuarenta
años lo había estado vigilando, conocía todas sus cuitas y alegrías. Cuarenta
años en las que él tuvo esposa, hijos y nueva esposa. Yo, estéril tras un
aborto clandestino con el que extrajeron de mis entrañas el fruto de la
ignominia.
El
ruido de un coche me alerta. Mi corazón palpita enloquecido. Meto la mano en el
bolso y palpo el arma. Esto me tranquiliza. Estoy preparada. Cada día de los
últimos diez años, desde que decidí que lo mataría de un disparo, he practicado
en la galería de tiro. Tengo plena confianza en mi destreza.
Aparca
en su plaza. Ahora saldrá distraído, como hace siempre, hablando por el
teléfono. Entonces lo llamaré por su nombre, me mirará, seguro que no me
reconocerá y le apuntaré entre los ojos. Un solo y certero disparo.
Cuarenta
años fantaseando con ese momento y en un segundo todo ha concluido. Ahí yace en
un charco de sangre. Ya no podrá disfrutar de un futuro que tanto deseaba. Le
he quitado lo mismo que él me quitó a mí, la vida.
Cuarenta años intentando olvidar, pero olvidar no es posible.
Cuarenta años intentando olvidar, pero olvidar no es posible.
Es un no olvido y una gran venganza , hay que estar en la piel de esa persona y sentirse como ella para quedarte en ese presente nefasto que te quito la vida en un segundo y esperar tú oportunidad ...para que puedas si es posible olvidar ..Un buen relato
ResponderEliminarFeliz semana y un abrazo
Gracias, Campirela. Como digo al final olvidar a veces no es posible.
EliminarVaya relato!
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo.
Gracias, Almudena. Besos
EliminarLa venganza es un plato que se sirve frío.
ResponderEliminarAsí es, aunque a veces el deseo de vengarte te impide olvidar. Besos
EliminarEsto si que no es olvidar ni una de las vejaciones a la que se vió sometida, tu protagonista. Y tampoco podrá olvldar nunca su venganza. Buén relato Mª José. Un abrazuco
ResponderEliminarQuizá porque olvidar no está al alcance de todos. Un beso
EliminarSiempre pienso en el martirio que representa la memoria en estas situaciones extremas, cómo se hace para olvidar? cómo logran algunos, incluso, perdonar? Admirable quienes logran rehacer su vida pese a haber sido desgarrados por dentro. Muy contundente la historia que nos narras. Nos hace reflexionar. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSin duda, lo mejor que tiene nuestra mente es la posibilidad de relegar al inconsciente todos estos traumas, pero eso no es nuestra voluntad. Gracias, amiga, por comentar. Besos
EliminarCuarenta años es mucho, tantos que una sola muerte no es suficiente. No sabemos si a partir de cumplir la venganza se podrá empezar a olvidar. Un abrazo
ResponderEliminarNo creo que la muerte satisfaga y calme su dolor. Gracias por comentar. Un beso
EliminarMe impactó leer tu relato, la venganza nunca es buena, pero en estos casos me hace dudar. Después de todo ya pasaron tantos años, quién sabe si de todas formas podrá recuperar la paz que le ha sido robada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los deseos de venganza son una forma anómala de sobrevivir pero al fin y al cabo se sobrevive. Un beso
EliminarEn este relato hay dos muertos, uno reciente y otro con cuerenta años.
ResponderEliminarSin duda. Lo has dicho muy bien. Saludos
EliminarImposible olvidar algo así, y cuando uno deja de confiar en la justicia, las cosas pueden acabar así de mal.
ResponderEliminarMuy bueno
Un abrazo
Una venganza que como bien dices es imposible luego olvidar. Y que de todas formas lleva 40 años sin olvidar Un placer conocer tu blog. Un abrazo
ResponderEliminarAlgunos actos tienen sus consecuencias.
ResponderEliminarHay quienes logran perdonar pero hay quienes no.
Espero que ella logré librarse de ese recuerdo continuo.
Un abrazo.
Impactante relato *__* Me has dejado helada con el final. Cuarenta años esperando a matarlo... y lo mata, pues le es imposible olvidar; mientras que él, por contra, ni siquiera la reconoce. Muy injusta la vida.
ResponderEliminarUn besazo
Hola, Maria
ResponderEliminarEs comprensible la reacción de tu personaje. Vivir cuarenta años en esa situación y después finalizar con un abandono es algo indignante, y menos razonable que solamente se quede en un olvido. Menos mal que ella tuvo las agallas para darle su merecido. Ahora están mano a mano.
Abrazo
Wommm !!!
ResponderEliminarincreible y triste historia, pero quiera o no me parece muy cierta, cuantos casos, cuantas historias, que el común de la gente ignoramos, pero para algunos es tam imposible olvidar
Y es que a veces la venganza puede ser sanadora...Magnifico relato amiga, besos.
ResponderEliminar¡Hola! Increíble relato. Hay cosas que no se pueden olvidar pero tampoco se puede vivir con ellas. Ojalá encuentre paz ahora que ha conseguido matarlo.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Cuanta dureza se mastica letra a letra y es que semejante historia no se olvida. Y tomo las palabras de Ibso, en esta historia hay dos muertes.
ResponderEliminarBesos anfitriona.