Renuncio a mi bastón de mando, lo cambio por unos jugosos labios, dijo el transexual antes de entrar al quirófano.
Más en casa de Gus
7 meses sin escribir en el blog y vuelvo como en años anteriores con deseos de compartir que esta comunicación ocasional no se termine. Ha...
Determinante deseo. En ese nuevo cielo los labios tienen más poder.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos
Vaya más que una renuncia es realmente un cambio completo y cien por ciento de vida
ResponderEliminarSi era su deseo hizo lo correcto, adiós al bastón y a disfrutar de los "besos".
ResponderEliminarHay un gran mensaje detrás de tus palabras.
Un beso.
Leonor
Entro muy decidido al cambio.
ResponderEliminarY sin mucho preámbulos.
Un abrazo :)
Una decisión bien meditada, a por todas.
ResponderEliminarun abrazo
Uff, no le arriendo la ganancia. Bss.
ResponderEliminarFuerte e irrevocable renuncia. Hay a quienes la vida le cobra caro un poco de felicidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Una renuncia así, hay que meditarla muy bien, porque volver atrás, creo que es tarea imposible.
ResponderEliminarBss.
Uyyyy menuda renuncia!! Pero si eso es lo que quiere, adjudicado!!
ResponderEliminarUn abrazo
Una manera eufemística de referirse a un bastón que parece mandar mucho y ser el no va más,un mito, mejor labios, que se los pongan carnosos. Que le vaya bonito a ese, esa, valiente. Besitos.
ResponderEliminarAñado, pero de sumisos nada, mejor decididos labios.
ResponderEliminarRenuncia, cambio... cuántas cosas dices con tan pocas palabras. Bueno trabajo. Un beso.
ResponderEliminarmaravilloso!
ResponderEliminarme has hecho reir y reflexionar!
mi aplauso!
Más vale tarde que nunca.
ResponderEliminarGenial!!!Me ha encantado tu microrrelato. Para qué quiere un bastón si no le gusta utilizarlo!Me gusta el doble sentido que tienen los labios.
ResponderEliminarUn beso
Si ese cambio y esa renuncia le hace sentir mejor, pues a renunciar. Doble sentidos muy sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo ya mismito.
jajajaja, bastón de mando, jajajajaja...
ResponderEliminarBien, no entiendo la renuncia y posiblemente no la entienda jamás, pero te has salido, jajajajaja
Un beso
Una decisión muy arriesgada la de tu protagonistas, pero por sus palabras parece que lo tiene claro.
ResponderEliminarBesote
¡Diablos! Mucho que decir.
ResponderEliminar¿Bastón de mando? ¿Jugosos labios?
Me limito a decir que es un texto muy bueno, que nos leva a una reflexion en que entran muchas mas de veinte palabras.
Muy bueno, amiga. Besos.
Tanta seguridad en esas veinte palabras, como irrevocable será su decisión. Hay que tenerla muy clara para ello. Le aplaudo! Y a tí también... en lo breve has descrito todo el comienzo de una "nueva vida".
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Una renuncia que no tiene vuelta atrás!!! Ojalá le queden bellos esos labios y pueda vivir más feliz sin su bastón!!!
ResponderEliminarMuy original como siempre María José!!!
Un beso
jajaja seguro que no le costará mucho renunciar a ese "equipo"jaja...sus preferencias no lo requieren!
ResponderEliminar=)
Muy original y muy drástico.
ResponderEliminarUn beso.
qué perversa, qué maluta...PERO SOBRE TODO QUÉ DE BIEN CONJUGADAS LOS SIGNIFICADOS DE LAS PALABRAS, QUÉ DE DOBLECES EN TAN BREVE ESSPACIO¡¡¡
ResponderEliminarmedio beso, psiquiatra bonita.
Bastón por labios!! Excelente, muy arriesgado por cierto, es una renuncia y también un "corte" definitivo. Besos María José
ResponderEliminar¿A qué bastón se refería el individuo Mª José?. Si a él/ella lo hace feliz, la renuncia y el cambio no están nada mal.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
P.S.- No podré estar en la próxima convocatoria, y bien que lo siento.
Una renuncia deseada y cumplida... el primer roce con su realidad que seguirá siendo complicada..
ResponderEliminarBesosss
Mis aplausos a tan directas y elocuentes palabras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme!