El insomne hipocondríaco
Llegó la noche, la temida noche.
Los ojos abiertos
El tiempo lento
El espacio constreñido
Llegó la noche, la temida noche
Rugidos en la barriga
Esto no pinta bien
He pillado el virus, ese que anda, por ahí. Seguro
Retortijones
Qué malo me estoy poniendo
Llegó la noche, la temida noche
La opresión
No puedo respirar bien,
Inténtalo...
Espira, inspira, espira, inspira…
Llegó la noche, la temida noche
Insoportable el tic tac del reloj
No es el reloj, es mi corazón
¿Alteraciones del ritmo?
¡Se acelera!
No, ¡las palpitaciones, no!
Llegó la noche, la temida noche
Respira tranquilo
Profundamente
Sereno
Sereno
¿Cómo se hace?
Inspira, espira, inspira, espira…
Llegó la noche, la temida noche
Me duele el brazo, ¿será la postura?
Un pinchazo en el corazón, ¿será un infarto?
Jadeo, las latidos aumentan, ¿me ahogo?
Me va a dar, lo sé, lo presiento
Esta vez es seguro
Voy a tener un infarto
Llegó la noche, la temida noche…
Más en casa de Neogéminis
!Pobre! que mal lo está pasando, porque lo siente y lo vive,jejeje me río pero es que es tal cual.
ResponderEliminarBravo cordobesa.!que tendra la noche!
Un abrazo.
Podría ser realidad o el miedo insoportable del insomne a las largas horas oscuras, la noche lo vuelve hipocondríaco, cree morir. Qué pesadilla!.
ResponderEliminarUn abrazo guapa!
Y menos mal que tenía las píldoras debajo de la almohada que si no...
ResponderEliminarUn abrazo y un cafelito, que a estas horas hace falta.
Un beso a todos en el encuentro, os voy a echar de menos.
Ha de ser terrible cada noche escuchar el sonido de los intestinos ¿será diarrea o restreñimiento? No hay píldoras ni drogas que curen ese insomnio.
ResponderEliminarMaría José, pensaste con genialidad en ese maníaco tendido con su cuerpo parlante en mitad de la noche, relato terrorífico, excelente.
Para pronto el lugar de encuentro, besitoooooooooo.
Qué bien has logrado retratar ese momento ingrato que puede resultar ser la noche cuando los recuerdos, los conflictos y los pánicos se hacen presentes sin filtros, en la antesala de una tristeza honda que parece esperar, agazapada, para que caigamos en su trampa. Hay maneras de no quedar enredados...lo sé.
ResponderEliminarMuy buenos versos!
un abrazo juevero
Las crisis de ansiedad y de pánico en las noches son terribles,te ves morir, no dejas de mirar el reloj y pedir a quién sea que amanezca pronto, cuando clarea el día todo se ve distinto y puedes descansar. Me identifico plenamente con tu personaje.
ResponderEliminarUn besito madrijuevera.
P.D. Y acordaros un poquito de mí en el encuentro...:(
Un poema angustioso. Me encanta como va increscendo el texto hasta que te ves leyendo deprisa y casi sin aliento, al propio ritmo de ese inspira, espira o de los latidos del corazón que parece inevitablemente herido.
ResponderEliminarÚnicamente me queda esperar que se recupere.
Un abrazo
Aia! Casi me veo reflejada en algunos de esos instantes en que la noche pasa a ser un padecimiento... mi solución? o trato de cansarme bastante durante el día, de manera de caer rendida y no dar pie ni a una molestia pequeña, o, agradecerle al doctor las pastillitas benditas, regala sueños! Claro, también leo, pinto, escribo... hasta que el día asoma.
ResponderEliminarComo sea, el escrito está impecable, transmite jadeos, transpiración y ese girar entre sábanas que es un suplicio. Me encantó!
Besitos al vuelo:
Gaby*
no recuerdo cómo se denomina la figura que, según yo, has reflejado en el poema...esa figura se basa en la repetición continuada y machacona... pero, insisto, no recuerdo cómo se llama. bien, el caso es que creas la sensación de agobio, ese agobio que describes con palabras y con la repetición de... LLEGÓ LA NOCHE, LA TEMIDA NOCHE...así que el agobio lo consigues por eso y por las palabras..así que , y por lo tanto, esto me gusta...
ResponderEliminarmedio beso.
¡Qué angustia, madre mía! No se puede vivir así, si no le da algo seguro que le dará o imaginará que le da.
ResponderEliminarMe has hecho sentir en la piel de este pobre.
Un abrazo
¿qué dolor de hipocondria!
ResponderEliminarEste tipo se debe angustiar desde las 6 de la mañana pensando en que se acerca la noche! Pobre! como se puede vivir así? Menos mal que uno saca un turno y consulta a María José que seguro tiene la solución ... o alguna pastillita salvadora jajaja.
ResponderEliminarun beso
Llegó la mañana, la ansiada mañana y nos hemos pegado una "jsrtá de reir" Toñi y yo leyendo tu poema en formato libre. ¿Sabes que me ha gustado y mucho tu faceta poética?, creo que deberías cultivarla más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pobre hombre, prefiero no imaginármelo ¡esto no es vida!. debe ser horroroso vivir así, estoy angustiada yo...
ResponderEliminarNos vemos pronto ;)
Besos!
Que agobio he sentido. Este hombre tiene fobia a la noche?, a la enfermedad cuando cae la noche? Y a ésto cómo se le llama?? Lo cierto es que la noche tiene estás cosas, sobre todo cuando se tiene insomnio.
ResponderEliminarBueno, ya pasó.
Un abrazo.
Jajajajaja, que noche más mala para el hipocondríaco, no le has dado un respiro, hija. Muy bueno, María José, muy requetebueno :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Pesa tanto la limpieza del texto, el orden en la exposición y la sencillez del diálogo que no deja sitio para el agobio, y si le añades el regalo de la vida del final...
ResponderEliminarBesos
Uff, ¡menudo hiponcondríadico! He de reconocer que ha llegado hasta a ponerme nerviosa. ¡No me extraña que otorgue a la noche el adjetivo temida! jeje. Un beso.
ResponderEliminarEsta si que es una noche temida, la cual debe ser difícil de sobrellevar, sobre todo porque el personaje esta muy consciente de lo que le esta por suceder.
ResponderEliminarQue momento.
Un abrazo.
La noche y su falsa calma. Bien sabemos que a veces induce al miedo y no solo en los hipocondriacos.
ResponderEliminarUn beso
Buen enfoque dado a la noche, no sé si quisiste representar la muerta como la noche, yo lo interpreto así, quizás estoy equivocada pero me gustó mucho, es original tu poema y te va llenando de suspenso y desazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que angustia trasmites, por cierto, muy bien elegido el formato.
ResponderEliminarBesos.
Ataque de pánico. Indicaciones terapéuticas a seguir. Poesía pura para estos momentos de angustia, que no dan respiro entre inspirar y expirar.
ResponderEliminarTranquila...respiro tranquila, todo está bien, ya llegó el día.
besos (un beso más para mi preciosa tocaya)
Hola María José, he de reconocer que me ha sorprendido encontrarme con un poema, creo que nunca había leído ninguno tuyo.
ResponderEliminarLa sorpresa ha sido muy grata, me quedo con una mezcla de angustia imaginándome al pobre hombre sufriendo pero también con una sonrisa porque parece un poco "agonías".
Un beso
Mar
Horrible noche para tan original punto de vista...una incómoda realidad que cabe en la noche.
ResponderEliminarMeha encantado lerte, María José.
Un abrazo
Hola, perdona que llegue tan tarde, pase el finde fuera de casa.
ResponderEliminarCuando llega la noche los dolores, reales o imaginarios, se sienten más fuerte, desde luego tu protagonista tuvo de todo, menos quietud en la noche jjajajaja....Me gusto leerte.
Besos guapa.
Ay, Dios, y pensar que hay gente que piensa que todo lo malo lo van a pillar, o lo que es peor, que ya lo tienen... Qué noches más espantosas para ese tipo de personas, ¿verdad?
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato-poema, María José :)
Un abrazo
Mari Carmen Polo
Hola, María José.
ResponderEliminarCon los tres primeros versos creí que iba la cosa de "amor". Pero madredelamorhermoso que agobio. He tenido que inspirar y respirar en el último tramo del poema.
Muy ocurrente, vaya que sí.
Un abrazo.
Maat
sin dudas una noche para temer, la última... y... todas esas sensaciones las siento, cada una de ellas... pero a la noche no le temo ... sí un poco al porvenir siempre distinto y posiblemente cambiante... siempre raro... pero morir... que sensación familiar y sin embargo mi pregunta antes de dormir siempre es : ¿fui feliz? ¿hice lo que quería hacer? ¿y si no fui feliz y no hice las cosas que quería... mañana voy a dejar pasar otro día sin hacer nada al respecto?
ResponderEliminarme haces reflexionar amiga... aunque lo hago todas las noches...
precioso relato! un beso