Pum, pum... tic, tac... vibra que te vibra
Llevaban saliendo casi un año y
nadie en la oficina lo sabía. Las especificaciones de sus contratos de trabajo
prohibían que los empleados mantuvieran
relaciones entre ellos que no fueran las estrictamente laborales. Se ocultaban
de todos hasta el punto de que se cruzaban por el pasillo y ni siquiera
levantaban los ojos de la moqueta vaya
que el profundo amor que se dispensaban pudiera ser advertido en sus miradas.
La crisis económica serpenteaba amenazando con su envenenado colmillo, el despido,
y ellos no podían permitir que les mordiera. Por ello le extrañó a Susana encontrar aquel
paquete envuelto en papel rojo brillante encima de su mesa. Antes de abrirlo, cerró
la puerta; incluso se colocó de espaldas a ella. Una cajita, también roja, y
una tarjeta en la que habían escrito con
letra muy cuidada: Este corazón es para
ti, mi princesa. Con todo mi amor, te quiero. Luís.
Susana abrió la caja y encontró un corazón rojo del tamaño de una nuez. Al
tocarlo se dio cuenta de que era muy suave, parecía de goma. No, se dijo, es
silicona. La redondeada parte
delantera se transformaba en un
pequeño hueco en la trasera en la que
sobresalía una especia de antenita.
Perpleja, buscó las instrucciones
sin hallar nada.
Lo metió en el cajón sin dejar de
pensar qué sería. Miró el reloj, aún
faltaba un par de horas para que terminara su horario laboral y una más hasta
que Luís fuese a su casa donde se habían citado. Demasiado tiempo para tanta curiosidad.
Volvió a examinarlo.
—Quizás se trate de
un sofisticado llavero; no, no tiene donde enganchar las llaves; un corazón antiestrés, no porque es demasiado
duro; una goma de borrar, tampoco, se dijo, tras probar a borrar con él.
Con un pitido, el ordenador le
avisó de que un email había llegado a su bandeja de entrada. Era de Luís y
decía: Tú haces vibrar mi corazón y con
ese haré vibrar el tuyo. Lo borró con rapidez ante el temor de que pudieran
rastrearlo y regresó al corazón Atónita observó que vibraba sobre la madera de
su mesa desplazándose de un lado para
otro como un saltimbanqui. Entonces supo de qué se trataba y se enrojeció. Soltó
una gran carcajada, entre nerviosa y pícara. Decidida fue al ordenador y escribió a Luís: Haz
vibrar mi corazón. Estoy a la espera. Tomó el corazón entre sus manos,
abrió las piernas y... de pronto comenzó a vibrar con tal intensidad que salió volando
de entre sus manos. Antes de que se estrellara contra el suelo lo cogió al vuelo con tan mala fortuna que el
sillón giratorio hizo un extraño y ella dio de bruces contra el teclado del ordenador.
Susana inconsciente, el corazón
vibra que te vibra y Luís, en su despacho, enormemente complacido con el mando a
distancia en la mano.
jajajaja esos no son regalos para probar en al oficina! jejejee más si se trata de sitios donde se deben firmar cláusulas tan retrógradas dentro de los contratos de trabajo!
ResponderEliminarun abrazo.
Heyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
ResponderEliminarQue bueno!!!!!, muy original MJ, y como siempre con esa sorpresa, todo un clásico, Introducción, nudo y desenlace y este último con su pellizco de humor.Y es que la técnica cuando se une con el corazón da esas sorpresas, jajajajajaj
Un beso
Es que hay corazones traviesos manejados a distancias que nos hacen piruetas extrañas, como en la vida misma. En estos casos, quien tiene el mando a distancia tiene cierto poder.
ResponderEliminarA mi me ha resultado tragicómico, pero hay que verlo así.
Un abrazo.
jajajaj.... buenísimo. (Dònde venden?) bueno...ejem.... es que estos chinos lo que no inventan. Y lo que no inventa un corazón enamorado!!!! Y lo que no inventa el corazón y la cabeza de una escritora cordobesa....
ResponderEliminarPara deleite de sus lectores, siempre se muestra creativa y divertida. OLÉ!!!!
estos jugetes sofisticados te pueden hacer pasar una mala jugada.El sr por supuesto obnibulado no despegaba su dedo del boton.
ResponderEliminarcariños
Empezar el día a carcajada en limpio no es mala forma, jajaja, que bueno el relato!, eso es lo que ha conseguido, y siempre digo que lo más difícil del mundo es hacer reir, estupendo preciosa conductora, lo has bordado, voy a atacar a los otros a ver que sorpresas me llevo, eso si, esperaré que se me pase el ataque de risa, miles de besosssssssssss
ResponderEliminarMando a distancia, jejeje, control vibrador, un buen regalito ese corazón palpitante.
ResponderEliminarTe has lucido conductora, una historia original, sorpresiva, divertida.
Palpita mi corazón contento, un besito.
jajaja Que bueno lo del juguetito, es cierto lo que dice Susus una de las cosas que resultan más complicadas es hacer reír y me descojono con tu entrada, hay corazones muy pillos...¡¡La pobreeee!!!Ingeniosa amiga, como siempre me ha encantado leerte. Un beso grandote preciosa.
ResponderEliminar"A falta de pan, buenas son tortas" jajajajajajaja,
ResponderEliminar¡Eso es un regalo original y no una cesta de flores que se chuchurren!
Da gusto reirse un rato.
Un besazo
¡¡¡Qué bueno!!! Es que me la estoy imaginando toda espatarrada en el suelo medio inconsciente del porrazo y el vibrador ahí vibra que te vibra jajaja.
ResponderEliminar¡¡¡Gracias por hacerme reir!!!
Besosssssssssssss
Buen sitio para probarlo, menos mal que salió volando de entre sus manos y no de entre sus piernas!!!!
ResponderEliminarY el otro que era, ¿un creído o un pánfilo?
Porque ya llevamos un año saliendo, de lo contrario me iba a oír el tal Luís. Jajajajjaaaa!
Un beso, compañera.
Una historia llena de sentido del humor, y un excelente sitio para colocar el corazón vibratorio.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre se ha dicho que hay amores que matan, pero no lo había oido de los juguetitos. Algunas cosas son para experimentarlas en ambientes más propicios que el frío escenario de una oficina. Divertido, si pirado, muy pirado... tambien.
ResponderEliminarUn abrazo.
primera cosa, de las morenazasss¡¡...
ResponderEliminarprimera cosa antes del...¡sabes, esto está muy bien, pero que muy bien escrito! por lo menos has conseguido mantener la incertidumbre...no, por lo menos no. la has mantenido...yo diía ue me he puesto en el lugar de la dama...
segunda cosa:
JAJAJJAJAJJA... quiero uno así¡¡ no preguntes para qué...
medio beso.
Un corazón bailón este, jajaja buen sitio para ofrecer el presente, pero anda que jugar con el sobre silla giratoria jajajja.
ResponderEliminarBuenísimo MªJose.
Un abrazo.
Un buen momento que se convierte en una pesadilla jajajaja
ResponderEliminarMuy bueno el regalo, realmente original.
Me divertí mucho leyéndote, un abrazo.
Una entrada llena de humor. El regalito un acierto, así no hacen falta palabras ni estar cerca el uno del otro,... mando a distancia y vibraciones que dicen cuanto la desea y la ama...la cara sonriente de ella puede ser delatadora pero ya inventará alguna escusa. Me has alegrado la mañana.
ResponderEliminarUn beso.
Lo que no se invente... jajaja, has estado acertada con el "vibricorazón". Mejor no imagino la escena, porque se me ocurre cada cosa... y él, en serio, me imagino su cara y no se que me parece más ridículo de la situación...
ResponderEliminarEstupendo, un beso!!
Matices
Acaban de llamarme mis compañeras y me han invitado a una reunión de tuppersex,en un pub. No es la primera reunión a la que asito, la diversión estará asegurada. Buscaré un corazón vibrador, jajaja.
ResponderEliminarMuy bueno el relato
Un abrazo
Lola
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDivertido, me imagino el final, saltando a la búsqueda del vibrador perdido.
ResponderEliminarEntiendo que te haya dado corte, situarlo en la verdadera escena del crimen.
Espero que te lo pasaras requetebien.
Besos
jajajajajaj!!!! Genial María José me gusta y que morbo en el curro, con el corazón-vibrador jajajaj!!!! me lo imagino.
ResponderEliminarEres única.
Besos sistolicos
Me ha traído Encarni.
ResponderEliminarHacia la mitad de este relato genial, llegué a pensar que Luís había sido despedido y por eso no le preocupaba que los ex-compañeros se enteraran de su relación. Pero me alegro de que tu desenlace sea más original y divertido, a pesar de la inconsciencia de Susana.
un saludo cordial
jajajajaja... muy buen relato amigaaaa... me has hecho reir de lo lindo eeeeeee...
ResponderEliminarY yo riendo, menos mal que no en el trabajo, sino en casa. Muy bien construido y fenomanalmente cerrado. La imagen de la pobre Susana al final la imagino y con una sonrisa en los labios. Besos, amiga.
ResponderEliminarCoincido en que no son regalos para probar en la oficina ja!, me ha parecido original y muy divertido este relato Ma. José, que buen giro para este jueves de corazón, uno que vibra, pero literalmente gracias a unas pilas y aun comando a distancia!!
ResponderEliminarTe felicito por la excelente conducción y te mando un gran, gran beso