Sevilla, 21 de diciembre de 2010
05:00
horas
Era una noche cerrada. Las nubes ocultaban
la luna llena y su refulgente brillo dando paso a una densa tiniebla.
En pocas horas tendría lugar el
eclipse, la señal. La perfecta alineación entre el astro rey, la tierra y su
satélite; el signo que se le mostraba desde el cielo para atestiguar que la cruzada
que había emprendido llegaba a su fin. Las voces de su cabeza dictaban las
órdenes; él, disciplinado soldado, las cumplía sin rechistar.
Él era Abadon, y no descansaría
hasta exterminar el mal que como una
sombra sin fin se apoderaba de la ciudad, le cuchicheaban en el oído derecho.
Sólo él, el ángel exterminador, tenía los instrumentos con los que extinguir los
demonios: sus manos, sus fuertes y musculosas manos, con las que ahogar el aliento de las bestias, le musitaban
por el izquierdo.
Un escalofrío recorrió su espalda;
el resurgir de ese frío interior que le carcomía desde hacía unas semanas, del
que se libraría cuando todo terminara. Pronto, muy pronto… Pulsó el botón
situado al lado de la rueda del climatizador para comprobar qué temperatura
hacía en el exterior. El indicador marcaba cinco grados; se extrañó, creía que
estarían bajo cero. Subió la calefacción. El cristal delantero se empañó con el
vaho que espiraba, lo frotó con el dorso de la mano para ver por dónde
circulaba. Tomó la desviación hacia la Avenida de Kansas City, en dirección al
polígono. Continúo las indicaciones del GPS hasta llegar a la avenida de la
Prensa. El sitio ideal para una persona que tanto gustaba de salir en las
noticias, se dijo, al mismo tiempo que un gesto de desprecio se dibujó en su
rostro. Giró a la derecha de una gran nave, cuyo rótulo no acertó a leer, por
una estrecha calle sin salida y se
adentró unos pocos metros. Frenó y apagó el contacto. Pronto, muy pronto…, todo
habría concluido.
Así comienza la nueva aventura del Baldomero, el protagonista de mi novela Vida y milagros de un ex, ahora detective y metido de nuevo en un embrollo de cuidado.
La voz, el aliento del ángel exterminador da escalofríos, espero que nuestro Baldomero, ángel ingenuo, acierte a impedir que las alucinaciones de Abadon se lleven a cabo.
ResponderEliminar!María José! menudo incio te marcas para esta segunda parte que presumo fascinante, ¿apocalíptica?. De Sevilla a Kansas City, me temo lo peor genial inventora de palabras.
Besito.
Un muy intrigante inicio para esta nueva aventura de tu inefable Baldomero...meterse a Ángel exterminador escuchando extrañas voces que lo incitan resulta más que misterioso!
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí Baldomero está metido en una truculenta historia, Natalí, por ahora en mi mente y unas pocas paginas pero tomando forma a marchas agigantadas esperando el momento de plasmarse (demasiado trabajo por ahora :(
ResponderEliminarMonica, Baldomero no es el que oye voces, aunque despues de terminar con él en esta novela igual hasta las escucha jajajaja
ResponderEliminarEste Baldomero seguro que le detiene bien pronto,esperemos que antes que el ángel exterminador se carge a media ciudad...
ResponderEliminarBesos enormes
ay dios!!! si hay algo que no me gusta es enterarme al final que esto era parte de la novela! bueno...ahora me generás más intriga! de todas formas... me encantó el relato... como ya te dije, la tengo ahí descargada en la máquina la novela, asi que en cuanto pueda la leo y te digo que me pareció con total honestidad...porque los comentarios de todo tipo sirven para crecer! igual ya me gustó esto...asi que creo que me va a gustar la novela! :D un besito amiga!
ResponderEliminarAhora tengo que averiguar quien ese tal Baldomero. No me voy a quedar como dirìa Sabina, en mitad de la calle y desnuda...
ResponderEliminarUn abrazo, fantastica tu forma de relatar.
PD. Buscarè a Baldomero por esas calles.
No sé si debo...
ResponderEliminarEsperaré a leer más.
Besitoooo.
Gracias Gastón, Carmen y Vacaciones en Roma.
ResponderEliminarVeronica
Tan ácida e intrigante, como siempre ;-)
Besitos
Los ángeles exterminadores y las voces que le dictan cosas a uno no son lo mío, yo que Baldomero huyo presuroso. Me parece que se está por meter en tremendo problema jajaj.
ResponderEliminarGracias por tus palabras en mi jueves, llevate todo lo que quieras, lo que hay alli es para compartir con los amigos
un beso
Estupendo comienzo, seguro que lo que sigue es mucho mejor, seguiremos las aventuras de este simpar personaje.
ResponderEliminarUn abrazo
El angel exterminador espera la señal para terminar con la sombra del mal. ¡wau! ¡que comienzo! ahora quiero saber que pasa y a quién espera...y si las voces le dicen verdades o si alucina...solo espero que no sea Baldomero a quién espera!
ResponderEliminarMagnífico clima has creado Ma. José en este pantallazo para nuestro regocijo. Exquisito!
Te dejo un gran beso
Pues ya estoy deseando montarme en el taxi con Baldomero, sobre todo porque recorre las mismas calles que yo (trabaje cerca de la Avenida Kansas City) Eso si, que no me comente nada de voces que me asustan ajajaja. Mejor nos tomamos un cafelito.
ResponderEliminarUn besazo
Menos mal que Baldomero giro pá el Polígono de San Pablo, que si llega a girar pá el otro lado, llega a mi casa.
ResponderEliminarVenga Mª José, darle trabajo a Baldomero.
Besos aliviados
Av. de Kansas City, Polígono de San Pablo, oculta luna, densa niebla y voces que incitan a no se sabe qué acción justiciera. Creo que ya tiene trabajo Baldomero para atajar a Abadon.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya, que se nos ha colado Baldomero este jueves. Con la excusa de las voces en la densa niebla, nos ha puesto los pelos de punta.
ResponderEliminarSea bien recibida esta introducción
que apunta al fondo de los riñones.
Besos
María José, por favor, no mezcles al bueno de Baldomero con el sonado éste de Abadon ... Por favor, lo vamos a pasar mal en Baldomero 2, lo sé, lo temo.
ResponderEliminarBueno, este relato-piloto pone los dientes a afilar para devorar con deleite tu próxima novela.
Besos.
El dulce Baldomero oyendo voces exterminadoras? esto se pone interesante, vamos a ver como gira la historia, prometedora sin duda.
ResponderEliminarBesos mi cordobesa.
Me quedo con mucha intriga, el comienzo es atrapador, espero leer pronto lo que sigue.
ResponderEliminarUn beso.
Luz del día, por Dios, yo muy lejos de esa oscuridad a la que equiparo con demencia en lo que de metafórico tiene.
ResponderEliminarAlgo de mi vida estaba ya escrito, ciertamente.
Pero, por esto mismo, no te me pongas, Sol, no te me pongas nunca.
Tésalo
Este inicio me ha recordado a algunas historias de los juegos de Rol. Pobre Baldo, me parece que no sabe donde se mete, jajajaja.
ResponderEliminarestaremos pendientes de su perfil de FB.
Un beso
Pobre de Baldomero si tiene que lidiar con el pirao de Abadon, esas voces que oye no le traerán nada bueno. Esperemos que en el desenlace de la historia, Baldomero salga bien parado.
ResponderEliminarUn abrazo María José, que tengas una buena semana.
Agggg, ya decía yo!!!, que ese loco está al ladito de donde yo curro, mira niña!!!, que no voy sola al coche más ni en broma, jopelines, que me he aco...ngojado, jajajaa, tengo que descargarme tu novela, lo tengo pendiente a ver si así llegas a las 5000 descargas, anda que si la publicas te hubieses forrado, jajajaja, todo se andará, como decía mi madre, miles de besosssssssssss
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