"Bragas a cuatro euros"
Conduce Mimí:
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Profesionalidad
Como cada martes y viernes, la Paca, carga la furgoneta con los hatillos que contienen las mantelerías y tapetes que primorosamente ha ido colocando en su interior. Lleva vendiendo en el mercadillo desde que era pequeña. Su madre le enseñó a cantar la mercancía, y al bonito juego del regateo, en el que no hay quien le gane. Ahora es ella la que enseña a su hija.
Le gusta vender, es su vida. Tiene un sexto sentido y sus vecinas de tenderete la envidian porque termina adjudicando todo el género. Engatusa y encandila con las cualidades de sus productos y los bajos precios a los que los oferta.
Esa mañana la Paca está seria. Se monta en la furgoneta al lado del Juan, su marido y no bromea como hace siempre. Él la mira de reojo, para no molestarla, pero sabe que lo que le pasa no sólo no tiene arreglo, sino que además terminará con su salud.
—¡Santo Dios bendito del cielo! Qué poquitas ganas de mercadillo tengo —exclama suspirando al subirse al coche.
El tenderete ya está colocado y decorado por esas piezas caladas, bordadas y con vainicas, en colores pasteles y en blanco. Últimamente también las lleva estampadas, con flores de vivos colores, rematadas con cintas de múltiples colores.
Pero esa mañana, la Paca no pregona. No hay reclamo, ni publicidad, los compradores pasan de largo, como si no existiera. Su amiga la Tomasa, la que vende los sostenes a seis euros y las bragas a cuatro, está extrañada.
—Paca, ¿tás bien? Yo no te veo mu normal.
—Estoy bien, Tomasa. Sólo que tengo una pena mu grande en el corazón que no me deja abrir la boca.
—¿El Paco?
—Sí. L’an echao dos años —dice llorando—. ¿Cómo ma podio hacer esto? Pero, si tenía de to. A mí no me importaba trabajar pa darle lo que quería.
—No te sofoques, Paca. Los hijos son unos desagradecios.
—Han sio las juntas. Mira que le dije que no se viera con el Rafa. Ese muchacho no es trigo limpio y mira donde me lo ha metío, en la carcer. Porque nosotros semos pobres pero muy honrados.
—Y que ¿vais a hacer?
—No lo sé hija mía. Rezo pa que no sarga peor que ha entrao —dice llorando de nuevo.
Una clienta se ha detenido delante del puesto. Posa sus ojos a un lado a otro. Parece que busca algo en concreto. La Paca se ha dado cuenta, y recompone el gesto, se limpia las lágrimas en la manga y tras sorber los mocos, coge entre sus manos la delicada tela de una mantelería color hueso bordada en beig y dice:
—Ésta es la que busca. De algodón egipcio y finamente bordada.
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Así la veo yo, María José, parece que conocemos a la mismísima Paca.
ResponderEliminarEs una gozada contar con relatos tan buenos, hasta ahora de los tres no puedo elegir porque los tres están muy bien.
Un abrazooo!
Donde pones Mimí, al comienzo, tienes que enlazarlo a mi blog, o la gente se perderá para poder ver el resto de los relatos.
ResponderEliminarYa sabes que cada uno somos de una plataforma.
Te adjunto enlace:
http://xqsabes.spaces.live.com/blog/cns!202B4EDE27472E09!11323.entry
Perdón, es enlace es del anuncio del sábado literario, esta es la que corresponde:
ResponderEliminarhttp://xqsabes.spaces.live.com/blog/cns!202B4EDE27472E09!11365.entry
Mimí, ya lo he colocado, pero yo sigo sin poder acceder. Debe ser cosa de mi modem inalambrico. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarGracias Diego por la invitación, en cuanto pueda me agrego.
María José, esa Paca parece representar a tanta gente que incluso la veo como la de la foto, probando el género de una vendedora vecina. Y el final, muy logrado, el negocio debe continuar. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarEsta historia toma un rumbo inesperado.
ResponderEliminarEs verdad, que nadie sabe....
Tèsalo
Hermoso relato, muy bien contado
ResponderEliminarun abrazo
Que personaje la Paca!! prototipo de muchas Pacas, que han hecho del mercadeo su forma de vida.
ResponderEliminarA las que seguro, les pasan cosas como las que cuentas y eso es mas duro todavía, pero Ella, es una "Profesioná" y superará esa situación con la gracia y el cariño que la cacateriza.
Muy buen relato, con realidad incluida.
Un abrazo
Me ha gustado mucho el lenguaje que utilizas, justamente el que se oye por esos lares.
ResponderEliminarEs un relato lleno de ternura y lleno de esperanza.
Un abrazo
Jajaja, tu enlace no lleva a ningún lado porque a continuación has colocado la palabra Profesionalidad y parece parte del enlace.
ResponderEliminarHasta luego, María José.
Gracias a todos por vuestra visita es verdad Alfredo y Carmen que "Pacas" hay e todos los mercadillos y además bastante profesionales...
ResponderEliminarMimí ya he corregido el entuerto, espero que ahora hay quedado bien.
Besos
Extraordinariamente ambientado. Personaje, lenguaje, vivencias, situaciones cotidianas, chispa y respuesta rápida!!!!!!
ResponderEliminaruna obra de arte.
un besito
Hola Maria Jose, me gustó tu Paca, me gustó como habla, casi que podía escucharla. Y si, ojalá Paco no salga peor de lo que entró. La cárcel no rehabilita a nadie lamentablemente, al contrario.
ResponderEliminarun saludo
ya es d0ming0. he d0rmid0 siesta. lueg0,el sueñ0 se aleja de mi...mas la paca se ha acercad0 a ese dich0 que tant0 he escuchad0: un act0r de teatr0 siempre represnta, aunque un fallecimient0 le afecte...
ResponderEliminarmedi0 bes0, mari j0se.
Me ha gustado, la forma de presentarnos a la "Paca" y su filosofia de vida, "la vida sigue y hay que seguir viviendo".
ResponderEliminarAy, pobre Paca, tanto sacrificio y los hijos terminan haciendo de las suyas igual, triste.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos.
El relato muestra la sabiduria que tienes de contar "agradablemente" todo lo que has aprendido de los humanos desde detras de tu mesa de la consulta. Enhorabuena
ResponderEliminarun beso a la PACA, que de tu mano, me ha resultado un personaje entrañable. El mercadeo.... la vida... negociar para vivir.
ResponderEliminarUn abrazo con mucho cariño desde el sur.
Maria Jose tu relato me ha llegado bastante, en lo cotidiano estan las grandes historias...
ResponderEliminarUn Abrazo.
Gracias Maria del Mar por tu comentario. La realuidad es un filón, nunca nos podemos olvidar de ella. Besos
ResponderEliminarGracias Cas. Le dare un beso de tu parte. En el sur tenemos muchas Pacas...
ResponderEliminarBesos