Llevaban
mucho tiempo escondidos en la selva desde donde realizaban incursiones para
ayudar y proteger a las aldeas, abandonadas de la mano de Dios, y en las que las
encarnizadas batallas entre familias iban mermando la población. El poder lo había corrompido todo, el pueblo
estaba desesperado y el instinto de supervivencia era lo que les hacía
continuar en la lucha deseando que final de aquella contienda contra la
opresión estuviera cerca. El tiempo dio paso al gran día: Nuevos
gobernantes, nuevos aires de independencia, palabras y declaraciones explícitas e implícitas de
que no volvería a suceder lo que había ocurrido.
Arremolinados
sobre el vasto suelo terroso escuchaban embobados, con las armas caídas,
aquella declaración de intenciones construida a base de palabras como libertad,
igualdad, unidad, soberanía para el pueblo..., y muchas más que sonaban a
cánticos celestiales en boca de aquel libertador.
La
abuela llevaba en la cintura a la nieta, huérfana de padre y madre, la
mirada triste, sin participar del jolgorio. Una sonrisa escapó de la boca de la
niña contaminada por los gritos y demostraciones de felicidad. La anciana la
abrazó con fuerza, aún recordaba esas mismas palabras en los que prometieron sin cumplir, en los que destruyeron su país a la ruina, en los asesinos de su hija y pensó, más de lo mismo. Se dio la vuelta y se encaminó a su choza con los
ojos bañados en lágrimas, la historia se repetía.
Más en el blog de Leonor
Es una escena de actualidad, muchos jóvenes siguen creyendo porque aún no han vivido demasiados desengaños, con el paso del tiempo y la sucesión de promesas incumplidas volverán a sus cabañas con los ojos bañados en lágrimas.
ResponderEliminarEstamos viviendo una mala época, hemos perdido el norte y la fe en las palabras que sabemos vacías.
Gracias por acudir, sé que estás muy ocupada.
Té o café.
Besos.
Leonor.
Creo que la desilusión política es total, no sólo en mi, sino en la mayoría de la ciudadanía. Ya estamos escarmentados de palabrería vacía e inútil. Este jueves me sirvió para fogar literariamente hablando. Un beso.
EliminarCasi todas las naciones son fruto de partos con dolor, con mucho dolor. Y ¿para qué? Lo reflejas muy bien en tu relato, con la cámara en una anónima protagonista.
ResponderEliminarBesos.
La desilusión es lo que nos marca ultimamente y sin embargo yo recuerdo etapas de vivir esa utopía de lo correcto del querer hacer las cosas bien. Corren malos tiempos. Besitos
EliminarAsí suele ocurrir. Quizás se deba a un gran desequilibrio entre lo que nos queremos creer y la materialización de cualquier mejora, un desequilibrio de siglos, de milenios quizás, ni siquiera de décadas. La ley de la evolución no marcha acorde con los biorritmos de nuestras vidas. Algo así debe ocurrir entre la esperanza de vida de un sequoia, una tortuga, un elefante, un humano, un simio, un perro, un hamster, una hormiga. Bss.
ResponderEliminarLa evolucion marcha y nosotros vamos para atras como los cangrejos, perdiendo mucho d elos que hemos conseguido a base de esfuerzo. Una pena. besitos
EliminarReal como la vida misma. Cada vez nos vamos pareciendo más a la anciana sabia y prudente... Pero triste.
ResponderEliminarTendremos remedio?
Efectivamente Alson, somos la anciana y sin embargo me gustaria tener la inocencia de la nieta, para poder vivir con esperanza el futuro. beoso y bienvenido a esta tu casa
ResponderEliminarPalabras, palabras y más palabras con las que intentan mantenernos controlados como a un rebaño de ovejas. Necesitamos más hechos y menos puestas en escena. Por desgracia, tu relato es muy real. Besote compañera
ResponderEliminarEsa es la sensación que tengo palabras y palabras ufffff
EliminarDesde las famosas palabras de "Liberté, égalité, fraternité" cuantas bocas se han llenado de ellas sin realmente intención de llevarlo a cabo. Todas las declaraciones son fantásticas pero, hay que ponerlas en practica y ahí es donde se cae.
ResponderEliminarUn beso, MJ
Y mira que ami me gusta esa época de la revolución francesa, pues como dices ponerlo en practica es un desastre.
Eliminar"Los mismos lobos con diferentes collares" que diría mi abuela, al final los débiles siempre serán oprimidos por otros. Me ha recordado al libro "rebelión en la granja" que leí hace poco.
ResponderEliminarEfectivamente, eso es Claro y no hay manera de echarlos.
EliminarY desgraciadamente se sigue repitiendo.
ResponderEliminarY siguen y siguen como las pilas Duracell, para nada
EliminarMuy triste...pero tan factible de ser realidad!...aunque no debemos claudicar: siempre es posible iniciar una verdadera revolución!
ResponderEliminarun abrazo
La única que hasta el momento sigue con ideales revolucionarios. Me gusta. Creo que nosotros estamos tan hastiados que ya no podemos ver con ojos nuevos
EliminarContundente final tía, mola mola :)
ResponderEliminarGracias Begoña, no cabía otro.
EliminarY se repite una y otra vez. Espero y deseo ver realizados todos esos principios que suena tan "bonitos".
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también, me gustaría que fuera de otra manera, pero por ahora... Besotes amiga
EliminarLa persona más antigua era la que recordaba. A lo mejor los nuevos libertadores eran distintos...
ResponderEliminarUn beso.
La edad siempre es un grado Fabián, si o te demencias recordaras todo lo vivido, lo prometido y no cumplido.
EliminarQue real y triste historia pues así sucedió en la historia
ResponderEliminarAsi es amiga y la pena es que mas que relato es como dices real como la vida misma. besos
EliminarUn historia que es cíclica y se repite una y otra vez a través de los tiempos, de los pueblos.
ResponderEliminarEsos ojos bañados en lágrimas son el broche perfecto para la sensación que provoca tu relato.
Un gusto leerte María José como siempre.
Me costó mucho poder comentarte, no me salía la opción de comentarios, te aviso por si le sucede a alguien más.
Un beso enorme.
Gracias por dejar tu comentario a pesar de las dificultades. estoy probando esta vista dinámica que me encanta pero no se si será factibles. Besos
EliminarPara mi manera de ver, el error que comete el ser humano es utilizar la violencia, con ella no se puede obtener verdadera independencia. Saludos María José
ResponderEliminarLa violencia es tan facil de utilizar y los humanos que no tenemos arreglo la sacamos a relucir cada dos por tres. Un abrazo
ResponderEliminarAparte de un entrada muy real, me ha gustado tu forma de organizar el blog, muy funcional ya afectivo. enhorabuena!
ResponderEliminarUna vez mi hijo, ya hace la tira de eso, me pidió que le explicara qué es un río (estábamos de acampada justo a la vera de uno). Y claro, empecé con aquello de "una corriente de agua que sigue su curso y, de manera inexorable, o acaba en otro río más poderoso o en el mar".
ResponderEliminar-¿Siempre hacia adelante? -preguntó.
-Claro, Por?
-Porque aquí en la orillita hay una hoja que va hacia atrás -su cara era de "te he pillado, papi!!!"
-Ahhhhhh, eso es porque hay un remolino -ya me temía la retahíla de "y porqué, porqué, porqué..."
El caso es que, localmente, los remolinos existen y, con ellos, los retrocesos y hundimientos. Al final, sin embargo, el río avanza. Y nosotros con él. A veces echo una mirada a la historia de los últimos 2500 años y, quieras que no, algo hemos avanzado (y remolinos los ha habido de color muy negro)
Optimismo, quizá porque vemos.
Un besazo y feliz verano.
Me dio una tristeza, se le parece tanto a la realidad. Y por siempre tenemos dentro de nosotros ese bichito que pica, de esperanza, creyendo y volviendo a creer que puede ser así. Aunque la piedra vuelva a nuestros pies.
ResponderEliminarUn abrazo MJ :)
Como dice la canción, María José, ... "y siempre se repite la misma historia". Aparecen los embaucadores salvapatrias y sueltan su letanía de buenas intenciones, lobos con piel de cordero y nosotros, como siempre, crédulos. Luego la realidad nos baja del burro y ¡ala!, otro salvapatrias ocupa su lugar. Y así hasta el infinito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perdiendo vamos ahora, como bien dices tú. Habrá que encontrar a candidatos y candidatas más competentes, pienso que no todos son iguales. Besos.
ResponderEliminarA mí también me ha venido a la cabeza la obra de George Orwell ¿fue él verdad?. Alguien dijo que el hombre es el único lobo para el hombre, y qué razón tenía. Todos tenemos nuestro nivel de tiranía desde el cero al cien: Algunos están más cerca del cero y otros más cerca del cien, pero todos podemos sacarlo en algún momento. Un saludo y perdón por mi tardanza.
ResponderEliminarSe que la política es el arte de lo posible. Lo posible es muy poco: todos nos hemos empeñado en que sea así. De todos modos creo que aun quedan causas para apoyar, sin ir más lejos lo que sucedió días pasado con el Presidente de Bolivia fue una vergüenza y hacerlo saber y manifestarlo, es una forma de contribuir mínimamente a que los más débiles, no sigan siendo siempre los más desprotegidos.
ResponderEliminarUn manifiesto pesimista, porque la vida está siendo dura. Pero podremos con ella. Ánimo!
y muchos besos
Sí que se repite la historia, sí, y siempre unos pocos desaprensivos se aprovechan de la gran mayoría decente.
ResponderEliminarUn beso, Mª José.