He de confesar que no soy persona que se entretenga escuchando la radio. Nunca se me ocurre ponerla y tan sólo, en algunas insomnes noches me he acordado de ella, y por imitación de mi marido, que la escucha a todas las horas de la noche, o por lo menos la tiene debajo de la almohada siempre y encendida, la he sintonizado consiguiendo que en lugar de vencer el insomnio, me ponga de los nervios y me desvele aún más.
Escarbando en mi memoria radiofónica, ligada a mi infancia, me vienen a la mente algunos recuerdos de distinto sabor y color.
Amargo y negro el que tengo de algo que creo se llamaba carrusel deportivo, que mi padre escuchaba los domingos por la tarde si estábamos en a todo volumen y si estábamos en la calle dando un paseo con la radio pegada a la oreja. Si el ganaba su equipo, fenomenal, si no lo hacía, la tarde de domingo se convertía en una pesadilla.
Dulce y dorado el de la canción del Cola-Cao. Me encantaba aquello del negrito del Africa tropical, que muy bien no sabía de dónde procedía pero que traía un producto maravilloso, que te aportaba energía para todo el día y te hacía diferente, la mejor. Yo insistía a mi madre que me lo comprara, no siempre lo conseguía.
Salado y gris el de aquellas eternas novelas de sobremesa llenas de desgracias en las que las protagonistas, siempre pobres, no parecía levantar cabeza, hasta que algún rico se cruzaba en su camino y donde los malvados daban risa; sin entrar a debatir cuestiones sobre los escasos efectos especiales que de vez en cuando se escuchaban.
Picante y rosa, el del programa canciones dedicadas, sobre todo cuando pasamos de la copla, que no me gustaba, a la canción ligera. Cuando escuchaba aquello de "Gervasio le dedica esta canción a su amada Rosa, en señal de su amor eterno", me ponía en el lugar de Rosa y experimentaba una intensa emoción soñando con que algún día algún chico me dedicara una a mí.
Dicen que la envidia es de color verde, pues verde y agridulce es el que tengo de los famosos niños del programa radiofónico Operación Plus Ultra; valientes, buenos, sacrificados, entregados a los demás. Las hazañas de esos niños eran inigualables y yo les envidiaba. Se les homenajeaba por doquier, salían en el Nodo, en las revistas, viajaban en avión… Héroes de mi infancia, a los que que quería imitar.
Yo soñaba con ser una de ellos y por la noche rezaba con encontrar a esas almas a las que ayudar. No lo conseguí, pero no dudo que todo lo aquí he contado forma parte de mi acerbo vivencial y han contribuido, de la manera que sea, a ser quién soy.
Más radios en casa de Gustavo
Mª José todo esto que traes hoy aquí son recuerdos innolvidable tambien para mí, recuerdos de infancia con olor y color.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es pq somos de la misma quinta jajaja
ResponderEliminarBesos
Te haré llegar la novela
Vivimos muy lejos pero algunas cosas son iguales en todos lados: el fútbol del domingo por la tarde también ha quedado grabado en mi recuerdo.
ResponderEliminarMe encantó la canción del Cola Cao que al parecer te solucionaba la vida, lástima que tu madre no opinara lo mismo ...
;)
un beso
¡Hola Mª José!
ResponderEliminarA mi la radio me entretiene muchísimo, además de relajarme. Si algún programa empieza a crisparme, simplemente cambio de dial.
¡Un beso!
Siiii, María José, me acuerdo del negrito del africa tropical, siiii, y del "Carrusel deportivo"; aquello de Brandi Caballero, Caballero !qué coñac!
ResponderEliminar"Ustedes son formidables" "Ama Rosa"...siii me acuerdo de mi padre diciéndome: "Cállate niña que van a dar el PARTE".
Nostalgia de radio añeja, que hoy la tele lo puede todo, mi hijo se engancha a la radio hasta la madrugada, él sigue la tradición sin dejar el ordenata.
María José, tengo el mentado ordenata turulato, ayer no me dejaba comentar ni entrar en blogs, hoy dice que sí...veremos lo que dura, a ver si me deja subir el cap. 4 de mi cruzado rollito.
Besitoooooo acompañado de la sintonía del Norit lava más límpio.
Es muy cierto... aparte de que tú y yo compartimos alguna vivencia y, sobre todo las motivaciones. De algún modo, somos lo que nos han dicho por la tele y por la radio durante muchas horas.
ResponderEliminarNo, no me hacía la copla mucha gracia y sí, la música ligera.
Sabes, a mí me entusiamaba eurovisión y sus canciones.
En cuanto al Cola Cao, su tonada me suena claro, desde luego. Pero no llegué a probarlo casi nunca por aquel entonces.
Aun recuerdo a Serrat, cantando el la la lá.
Tésalo
A mi me suena a chino lo que cuentas era otra epoca....pero si me pasa lo mismo que a ti, no soy asidua de la radio y si la pongo es para musica, pero hable con mis abuelos para que me dieran una idea y mira por donde me hablaban de algunos programas que has mencionado...
ResponderEliminarA ellos tambien les marco muchos programas.
Primavera
Uffff, que lejos parecen esos recuerdos y a la vez que cercanos en cuanto se nombran. No cabe duda que somos producto de lo que hemos hecho pero tambien de lo que hemos ido absorbiendo sin darnos cuenta y en eso el soniquete de la radio en su época tiene mucha responsabilidad.
ResponderEliminarUn beso MJ
María José: Hemos coincidido en parte en esa idea de recordar la radio de nuestra infancia. Has recreado magistralmente aquellas tardes de carrusel deportivo, de seriales y de la operación plus ultra, con anuncios míticos como el del ColaCao.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dicen, que: "uno es uno y sus circunstancias".
ResponderEliminarUna de esas circunstancias es la radio, por todo lo que has comentado, que fue mucho y muy denso. Además de que no había otra cosa.
Aunque seguramente más de uno tengamos que darle las gracias por nuestra existencia a alguna noche de apagón sin radio.
Besos, muñeca.
De todos los sabores han sido, sin dudas, tus recuerdos radiofónicos de aquella infancia inocente y siempre recordada!...nos has hecho compartir algo de lo que te inspiraban todos aquellos programas, a pesar de aclarar que actualmente no eres "mujer de radio"!
ResponderEliminarUn abrazo.
La radio es símbolo de una época; pensábamos que una vez surgida la tele, pensábamos que acabaría su existencia, y ya veis sigue compitiendo con la misma.
ResponderEliminarUn abrazo
Jejeje la radio de nuestros tiempos, yo he sido mas de tele, pero recuerdos color sepia vienen a mi memoria, a mi abuelo con su radio en la oreja escuchando el parte como dice Natalí, las radionovelas, o el abuelo de la saga de Los Porretas que duro miiiiles de años porque yo recuerdo haberlo escuchado ya de mayor y preguntarme ¿¿pero aun sigue esto??Nunca creeré que cualquier tiempo pasado fue mejor pero todas nuestras vivencias han hecho de nosotros lo que somos y las tuyas tuvieron que ser buenas. Un beso preciosa.
ResponderEliminarAsí es, así somos, amiga. Recuerdos que participaron en nuestra formación y en nuestra vida y que se nos quedaron filmadas en el interior.
ResponderEliminarEl sonido de ciertas voces o melodías me produce nostalgia...
Cómo pasa el tiempo.
Beso.
Y como resulta de trasnochada aquella radio, pero como evocan bonitos recuerdos.
ResponderEliminarMe encanto el de Operación Plus Ultra, lo tenía olvidado y si, recuerdo esa sensación de envidia, pero que en muchas de las historias desaparecía cuando daban detalles de las vidas que llevaban algunos de ellos. Era el momento de decir "ese se lo merece, yo prefiero no merecerlo".
Un beso
Veo María José que tu esposo tiene el mismo vicio que el mío, y nosotras idéntica reacción. Hasta en alguna ocasión he tenido la sensación de que la radio era el tercero en la cama ¡¡¡Puaf!!!
ResponderEliminarYo apenas escucho la radio, sería más juata si dijera NO escucho la radio. Tengo poca fe en los medios de comunicación, prefiero elegir mis lecturas y sonidos.
En los últimos tiempos cuando circunstancialmete sintonizo algún medio, es de lo más normal que acabe discutiendo al viento y malhumorada con el invisible comunicador... Desde qur todo es un interés dirigido solo tienes la sensación de que una de dos... o tratan de comerte el tarro, cosa que consiguen con muchos... o directamente no tienen ningún reparo en considerar que eres idiota y necesitas que te mastiquen las ideas.
En fin, la canción del colacao está entre las canciones infantiles que siempre les he cantado a mis hijos ¡Me encanta!
Un abrazo.
V.Nas
Que buenos recuerdos Ma. José, y que memoria tan prodigiosa! por cierto.
ResponderEliminarMe gustó el paralelismo que trazas entre tus recuerdos y el color-sabor con que se te representan.
Muy bueno y muy cierto. Cerrando los ojos encuentro que los recuerdos se presentan asociados a algun color, sabor y aroma porque no?
Besito