Inocencia perdida
Cada día, cuando el cielo azul se torna anaranjado, sale al patio de su casa y la busca en la Dama de Noche, aún bañada por los últimos rayos de sol. Retira con cuidado las hojas y hurga entre ellas hasta que la atisba. El momento más placentero del día, que dibuja una enorme U en su boca. La bautizó con el nombre de su mejor amiga del colegio: Elenita.
Elenita se queda inmóvil cuando le escucha acercarse y al menor descuido intenta escapar. Pero él, diestro en aquel juego, la espera, muy quieto, por donde siempre huye y la apresa. Al instante, con mucho cuidado, para no hacerle daño la coge por el dorso, la acomoda en la palma de su mano y la acaricia. Al tacto, la lagartija está fría, suave y resbaladiza. Le gusta esa sensación húmeda que deja en sus dedos.
Las horas se tornan minutos mientras se distrae con ella. En ocasiones, la acerca a su boca y deposita un beso en su alargado y baboso morro. Cuando la noche se posa envuelta en embriagadoras fragancias, la deposita con suavidad sobre la tierra y espera hasta que la ve alejarse buscando su escondite.
Cuando entra en su casa, siempre lo mismo. Voces, golpes, insultos, llantos…
Aquella noche fue diferente. Las mismas voces, los mismos insultos, los mismos llantos; pero esta vez los golpes llegaron hasta él. Sintió el tacto de la fría y resbaladiza mano de su padre en la cara. Sus labios temblaron y sus ojos se bañaron. Probó la salada sangre que manaba de su nariz y un estremecimiento le subió por la espalda. Se quedó frío, muy frío, helado.
Nunca más acarició a Elenita.
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Así es. La pérdida de la inocencia se produce, la mayoría de las veces, de la forma más cruel.
ResponderEliminarYa lo dijo el filósofo, "el hombre no es malo por naturaleza..."
Y así crecemos, nos formamos y ¿fortalecemos?
Un beso.
¿Sabes, Mª José? Me he sentido identificada con tu niño porque de siempre me han gustado mucho las lagartijas, lagartos e iguanas...me iba sintiendo feliz con su experiencia de amor a unos bichos de piel y sangre fría...
ResponderEliminarhasta que ha llegado el golpe... me he sentido golpeada con él y me he quedado acongojada...
¡Muy bien narrado, enhorabuena!
Un abrazo muy fuerte.
Estoy total de acuerdo , es una pena , pero así es, en muchos casos por enfermedad o por algún otro problema enseguida se les cae si inocencia .
ResponderEliminarBesitos guapa.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar- Hace tanto frìo, tanto frío, que no he sentido ya la cara, ni los dedos...
ResponderEliminar- Se te ha puesto un gesto de quien se retuece.
- Esto solo es frìo, sin embargo. No supone una amenaza, ni tampoco es una enfermedad. Sin embargo, a mì me ha recordado este mal tiempo, que hubo una època en mi vida en que yo escalè montañas
Allà arriba tenìa frìo, sin dudarlo. Ademàs, yo tuve miedo, mucho miedo.
Tèsalo
Que relato más duro...Casi he podido sentir ese frío.
ResponderEliminarMuchos besitos preciosa.
Qué refugio contra la brutalidad, Elenita, fría y humeda, pero con el corazón calentito.
ResponderEliminarInconprensible maldad dirigida al niño, un terror frío le atenaza, mañana acariciará a Elenita, espero.
Tú has puesto sangre en el frío, yo también !qué coincidencia, amiga! Bsitos cálidos
Precioso relato Mª José, y perfectamente narrado, me gustó mucho.
ResponderEliminarMuy original la identificación de frialdad y la característica de babosa de la lagartija, con la mano maltratadora del padre.
Felicidades por el post.
Un beso.
Frío... frío es el adios,frío es el silencio, fría es la nada que con la mirada perdida llegá a mí... fría es la lagrima que por mi mejilla resbala por mi caliente piel... besos amiga... me has emocionado¡¡¡¡ Y me has dejado fría...
ResponderEliminarLa temperatura está bajo cero, he paseado esta mañana como siempre y te puedo asegurar que acabo de sentir más frío ahora.
ResponderEliminarTengo la sangre como la de la lagartija.
Abrazos.
Ay! Qué gracia el del comentario anterior "Tengo la sangre como la de una lagartija" Pues si esperas que alguien te de besitos, vete a buscar al protagonista de esta historia, jejeje.
ResponderEliminarEse mostrar el cambio me ha encantado, con lagartija incluída.
Abrazo hasta Córdoba,(me sigue ocurriendo en tu página, que se atasca un montón, ¿mucho peso?).
Jolín, yo si que me he quedado helada con tu relato. Que final más inesperado. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos de bufanda
Lagartija, fría por fuera y cálida por dentro. Su amigo, cálido por fuera y frío corazón por dentro.
ResponderEliminarAunque el temor ya le había roto la inocencia hacía mucho, la poca que le quedaba se le fue con el golpe. Muy bueno.
Un besito.
El maltrato infantil como causa de perdida de la inocencia. Es curioso que para conducir o para tener un Rotwailer se exija aptitud psicologica y para ser responsable de un niño oficial y legalmente sirva cualquiera.
ResponderEliminarLastima, esa bofetada colerica puede que marque toda la vida del muchacho.
Estupendo relato MJ
Besos
Me dejaste triste, triste, muy triste... pero así es la vida para muchos.
ResponderEliminarApapachos cálidos
Impresionante tu relato, a mí también me has dejado fría con el final que ha sido del todo inesperado, que pena que haya niños que pierdan la inocencia a fuerza de golpes.
ResponderEliminarUn beso de Mar
Bestial MªJosé... bestial, duro... y sí... con esa frialdad que deja la crueldad... ese silencio absurdo e injustificable ... donde no pasan ángeles... quizás ni mil demonios... sólo gente... no hay monstruo más feroz...
ResponderEliminarMe ha impresionado mucho, en serio, es de una ternura seca, del terciopelo áspero...
Un saludo!
La inocencia es como una vela en el viento que cuando este la apaga ya no brilla más , un saludo.
ResponderEliminarme gusta el relat0...
ResponderEliminarper00000.....
per0000...
ja, te l0 dire en direct0 maria j0se de las m0renass
jajaj
un besaz0000
si cuand0 me l0 pregunytes, que l0 haras, se me ha 0lvidad0, tan s0l dme una palabra
LAGARTIJAAA
MEDI0 BESAZ00000
MARIA J0SE DE LAS M0RENASS
Hola, María José.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato: esa mezcla de inocencia y cruel realidad y una temática que, además, me conmueve especialmente.
Muy bueno, sí.
Un besote
Un precioso relato, conmovedor y desgraciadamente real para muchos niños.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué dolor en el estómago.
ResponderEliminarHola María José.
ResponderEliminarAntes que nada pedirte disculpas por mi ausencia de estos días. Cuestiones de falta de tiempo y "sobras" de trabajo.
Tu relato duro y tierno, sentimental y realista a la vez.
Muy bueno, amiga.
Un beso y me alegro de poder disfrutar de nuevo de estar con todos vosotros.
Muak
Ainnsss nena me has dejado triste, pero tienes una pluma maravillosas, me encanta como escribes.
ResponderEliminarBesos!
Casi pude sentir esos golpes y esa frialdad que paraliza... que duro y que triste, se quedó sin su refugio seguro.
ResponderEliminarBesitos,
Que precioso relato, que duro, que frio.
ResponderEliminarUn beso-bufanda
Voy poniéndome al día en mis lecturas blogueras... me encanta ir de uno a otro...cuantísimos sentimientos llevo leídos en esta noche de insomnio...
ResponderEliminarDura tu entrada... losa fría con palabras perfectas...muy bien escrito, me ha gustado mucho amiga...
Besos ya con sueño.
Que tristeza, lastima que no siguió su amistad con Elenita, quizás fuera la única capaz de demostrarle cariño.
ResponderEliminarUn frío muy doloroso.
Saludos y disculpa mi demora, pero me he liado un poco con tantos relatos por leer.
Mis queridos amigos. Me coincidió un viaje con la salida del relato, que tuve que programar y a mi llegada intenté ponerme al día leyendo los comentarios del resto de participantes.
ResponderEliminarAgradezco vuestros comentarios y sobre todo porque veo que he movilizado vuestros sentimientos y eso es bueno pues habeis captado lo que quería transmitir.
No os contesto uno a uno a vuestros comentarios como suelo hacer; perdonadme, pero aún tengo mucho por leer y comentar.
Gracias a todos y un abrazo y beso para cada uno
El relato es trágico, y muy triste, odio la violencia, soy su enemiga, que impotencia saber que en el mundo hay casos de violencia infantil, claro está que no solo los niños son receptores de esta, pero ellos son los más frágiles y vulnerables, no se vale que marquen la niñez de un niño... y da coraje no poder hacer nada para remediarlo, y ver que las autoridades no son lo suficiente capaz de darle prioridad a este tipo de casos, hablando por México. Tu relato Ma. José habla perfecto.
ResponderEliminarsabes, hablando de los animales, de pequeña he odiado y me han dado asco las lagartijas, ranas, iguanas, etc., y principalmente a las serpientes, no puedo evitar sentir asco asía ellos, y en el caso de las serpientes una total fobia, no se no podría ni siquiera tocarlos, me pondría histérica si alguno de ellos tocara mi piel... y sigo con ello, pero en mi infancia fui algo mala con ellos porque los dañaba, pero era algo inconsciente creo yo... hoy sigo con el mismo asco, la verdad los animales no son mi fuerte hablando en general, aunque comprendo que vivimos en un mismo planeta y que se tiene que aprender a vivir en relación, y merecen todo mi respeto, aunque no me agraden del todo, pero no quiere decir que odie a todos los animales... me encantan los caballos, soy una gran jinete y ellos unos preciosos animales, llenos de tanta bondad y amor, los adoro...
todavía no estoy de vacaciones, pero estoy a nada de estarlo, ando retomando el tiempo y aquí me tienes... Un besoO Ma. José que te encuentres de lo mejor y sigue con estupendos relatos que de seguro al igual que a mí, hace hacen reflexionar.
Hola María José;
ResponderEliminarHe visto que me sigues andaba por mi blog corriguiendo alguna que otra cosa, pico en tu avatar, me trae hasta aquí, te he leído algunas entradas, siempre lo hago, la última es increíble, he podido sentir ese frío, en un día helado aquí en Salamanca, y veo algunos comentarios de buenos amigos míos. encantada de dar contigo, ya nos iremos conociendo a través de nuestros escritos, en los cuales dejamos nuestra impronta.
Te sigo y te felicito la Navidad, esperando disfrutes con los tuyos. No sé si me has dejado algún comentario, de no haberlo hecho, no tiene importancia hay más días que romerías, y sí estoy encantada de estar gracias a ti, en tu blog, así nos enriquecemos todos, cada uno con su manera singular de hacer, pero todas muy válidas.
un abrazo
Maite
Gracias por descubrirme, porque así te he descubierto yo también.
ResponderEliminarTe deseo unas felices navidades llenas de amor y de paz.
Me quedo viendo tu bonito blog.
Un beso.
Enma
ResponderEliminarHay mucha gente que le teme a las serpientes, no eres tu sola. A mi me producen escalofrios, al igual que la violencia y sobre todo a los niños. Escalofrios, indignación, agresividad...
Un besazo
Maria Teresa
Gracias por estar aqui. Nos leeremos a menudo.
Lo mejor para ti es mi deseo.
María
Gracias por devolverme la visita y feliz Navidad tambien para ti
Hola preciosa...Si Berta quiere llevarse al chico de la vela, solo tiene que pinchar en la imagen, y que se lo traiga...;)
ResponderEliminarTodos los premios que me han dado los comparto contigo, solo tienes que traértelos.
Muchos besitos y felices fiestas.
Un duro relato que te hiela la sangre como a la lagartija, que pena que no es solo una historia, es realidad que haya niños padeciendo malos tratos y peor aun de sus padres, esto es incomprensible para una persona normal, pero estos seres que maltratan no son normales ni personas. Démosles a nuestros niños mucho cariño y procuremos que su inocencia les dure mucho tiempo, la vida ya se encargara de quitársela cuando llegue su momento. Un beso.
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