Alicia despierta feliz.
Para ella cada día es una oportunidad para agradecer todo lo bueno que le muestra la vida. En su mirada hay una chispa de alegría y asombro por todo lo que la rodea. Se detiene a admirar las montañas que ve desde la ventana, huele las rosas del jarrón y sonríe cuando le llega el aroma del café recién hecho. Son regalos que la vida le da sin pedirle nada a cambio.
Cuando habla se nota su humildad y sabe que todo lo que ha logrado, no lo ha conseguido sola. Agradece a sus maestros por el conocimiento que le han transmitido, por la orientación que le han dado, y a sus compañeros, les agradece su inestimable colaboración.
En su corazón hay un profundo sentimiento de gratitud hacia la vida misma, por todas la experiencias, buenas y malas, que le ha brindado y que la han forjado tal como es.
Ella sabe que la gratitud es la emoción que le ha ayudado a mantener la perspectiva correcta en momentos difíciles, a encontrar la fuerza para seguir adelante y a disfrutar al máximo las alegrías que la vida le ofrece. La gratitud es un tesoro que guarda celosamente porque sabe que es fuente inagotable de felicidad.
—¡¡Ha despertado!!—dijo el joven, mirando la pantalla.
—¿Y cómo está?
—Feliz, igual que siempre.
—Que las cámaras no dejen de captarla, tenemos que averiguar cuál es el secreto que esconde.
—Pero…, señor, llevamos más de un año observándola y siguiéndola a todos lados y no hemos conseguido averiguarlo.
—Tenemos que insistir. Es fundamental que nos hagamos con la fórmula de la felicidad, antes de que caiga en manos enemigas.
El joven suspiró y volvió a su tarea. Unos segundos después observó que la mujer miraba hacia la cámara que, supuestamente, estaba escondida, se detenía delante de ella y decía: «g-r-a-c-i-a-s».
©María José Moreno. 2023
No tengo duda de que es una palabra mágica. Gracias por tu relato y la convocatoria ;)
ResponderEliminarGracias ati por comentar. Un abrazo
EliminarPasaban los días y en su inocencia no podía abarcar aquello que resultaba inalcanzable. Su mundo interior era más importante que todo lo que le rodeaba y sin embargo, caminaba como dejándose llevar siempre en la búsqueda de metas. De esa manera, halló en su camino cosas increíbles de las que jamás escuchó...Se oían ecos; habladurías lejanas o utopías de conseguir como sueños la esperanza inalcanzable y sin embargo encontró en su camino la maravilla de forma natural...
ResponderEliminarPasaban los días siempre en la búsqueda y sin saberlo, la búsqueda lo atrapó...Disfrutaba de pensamientos simples; ideas sencillas que se sucedían a lo largo de los días nada más despertar. A esos pensamientos le acompañaba un sentimiento agradable que nunca lo dejaba. Los avatares de la vida también traen sin sabores sin embargo, la maravilla volvía una y cien veces más. En su conciencia no sabía que aquello se llamaba felicidad hasta el día que se dio cuenta...Más tarde cruzó la frontera del silencio como quién planta un germen que madura con el paso del tiempo y debido a eso, tuvo cambios como sentir la soledad o el desasosiego. Todo madura con el tiempo en su cambio. Ahora era consciente de la felicidad. Su sensibilidad le daba la mano...y la vida pasaba y pasaba en lo cotidiano hasta que otro día en su búsqueda, una ventana se abrió en su corazón; un pozo infinito le mostró la sencillez de las cosas y, conoció a la sabiduría donde alguien maravilloso habitaba con el. Su gratitud se transformó en su Fé.
Agradecer los dones de la vida, lo hago a diario, tal como lo hace tu personaje. Preciosa convocatoria, muchas gracias. Besos y Felices Pascuas.
ResponderEliminarAsí es debemos ser agradecido. Un abrazo
EliminarSin agradecimiento lo recibido es fruto perdido, tu relato lo agradezco porque me ha enseñado que a veces no todo es como lo veo a primera vista. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por comentar. Un abrazo
EliminarEs que el optimismo y la buena energía puede ser una arma muy poderosa! Ahora, eso de espiarla a todas horas, aún mientras se baña...mmmmm jejje Un abrazo y muchas gracias por anfitrionarnos esta semana María José
ResponderEliminarEs un don ser agradecido. Un abrazo
EliminarQue intriga me deja tu relato. Que parece revelar que ella sabía que estaba siendo observada. Y parece que eso era el motivo de su felicidad, que la motivó a decir gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por comentar
EliminarYo creo también que el secreto de la felicidad está en disfrutar de las pequeñas cosas, aunque amenudo nos cuesta apreciarlo. Un microrelato genial! Un abrazote!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Un abrazo
EliminarAunque se que quizas no me conozcas, muchas veces he participado en estos jueves de relato a mi estilo, asi que si todavia estoy a tiempo, va mi relato, gracias maria jose.
ResponderEliminarhttps://adoquines-mojados.blogspot.com/2023/04/gratitud-un-jueves-distinto-con-maria.html
Saludos a todos....
ResponderEliminarEl secreto de su felicidad estaba en agradecer. Precioso relato. Besos.
ResponderEliminarGracias, Inma. Un abrazo
EliminarMe recordaste un capítulo de House, en que el paciente siempre está feliz siempre excusa a quien le falta, y lo perdona todo. Al final , la bondad es un síntoma de la sifilis que le había pegado su mujer, que le había sido infiel. Pero House es un cínico y la seri también. El capítulo se centra en sverigusr la causa de su felicidad, porque era el único síntoma.
ResponderEliminarTu protagonista demuestra wue la felicidad- bonachoneria, no es sinónimo de bobo o falto de agudeza, como se suele pensar.
Abrazoo
Graciassss.
Eliminaragradecer en ennoblecer aquello que hayan hecho por ti, no cabe duda que una sonrisa es el resultado más pleno y sencillo por quén te ha tendido la mano. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por comentar. Un abrazo
EliminarNo hay ningún secreto que se pueda compartir, basta vivir y que lo demás lo vean
ResponderEliminarAsí es. A la búsqueda de un secreto que no es tal. Un abrazo
EliminarNo tengo duda que es un buen sentimiento que viene de muy hondo; y nada tiene que ver con boberías, personas maduras agradeciendo lo que son y lo que tienen.
ResponderEliminarAbrazo, María José
El agradecimiento viene sin apellidos... cada uno agradece la oportunidad de sentir que todo tiene un secreto, y como es secreto para que entenderlo o juzgarlo.
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