sábado, 1 de enero de 2022

De cerrado a abierto. Historia de una decisión


La última entrada que hice en el blog fue el 31 de diciembre de 2020. En ella, mi recuerdo iba para todos aquellos que habían perdido a alguien por culpa de la COVID. 

He estado UN AÑO sin publicar nada. UN AÑO entero. Y hoy me he acercado a este blog con intencion de CERRARLO. Sí, de cerrarlo, porque si en un año no he tenido nada que decir no tiene sentido que siga abierto.

De fondo tengo el Concierto de Año Nuevo y las magníficas vistas que nos ofrece de Viena, y recuerdo cuando estuve allí, en el año 1983. Tantos años ya ... Y, de repente, mi corazón se resiente, porque echo mucho de menos a personas con las que recorrí sus calles y que ya no están conmigo. Y me doy cuenta de que mis dedos vuelan por el teclado rellenando esta entrada, expresando lo que siento en este preciso instante. 

Voy con el cursor recorriendo las últimas entradas y llego al apartado de estadísticas y veo que he publicado 627 entradas desde que lo creé en 2009, que tiene más de medio millon de visitas, 597 seguidores y casi 10000 comentarios y se me vuelve a encoger el corazón y el estómago al pensar en que este blog ha estado comigo 12 años y que de un plumazo me lo voy a cargar.

Recapacito..., me digo que no tengo valor para hacerlo. Me regaño por ser tan apática y no haber pasado por este mi lugar de encuentro en todo el año. Pero, del mismo modo, me justifico diciendo que este año ha sido extraño. Aunque para mí ha sido un año bueno, en general. El Covid 19 se ha mantenido alejado de los míos, el trabaja ha sido soportable, me he estrando en el collage con excelentes resultados (creo yo)y lo he disfrutado muchísimo y, sobre todo, he podido ver crecer a mis nietos un año más y disfrutar de los míos. 

¿Entonces? 

Quizá la razón esté en que este blog lo tengo ligado a mi escritura. Lo inicé cuando terminé de escribir La caricia de Tánatos para darla a conocer y luego se ha alimentado con mis relatos cortos. Y, respecto a la escritura, este 2021 ha sido un año en blanco. Tan solo he escritos algunas líneas que adjuntaba a mis collages. Solo eso.

¿Por qué?

Supongo que este alejamiento de la escritura será de etiología multifactorial, como tantas enfermedades, y no me voy a poner a desglosarlos en este momento, porque tampoco quiero  hurgar en la herida. 

Y, sin embargo, poco a poco voy rellenando de líneas esta entrada y me siento bien mientras escribo y DECIDO que este blog debe serguir ABIERTO. Voy a darle la oportunidad de que sea un lugar para reencontrame con mis letras. A lo mejor, es lo que me hace falta. Volver a mi Yo de escritora, presciendiendo de cómo, del qué, del por qué y del para qué. Volver a los origenes siempre es una buena manera de resetear y pulsar el botón de inicio. 

Y mientras la obertura El murciélafo de R. Strauss llega al final, me doy cuenta de que me siento contenta y entusiasmada, por lo que aprovecho para poner final a estas impresiones y desearos a todos un 2022 cargado de SALUD para que podamos cumplir nuestros sueños. 

PD/ Releo la entrada y me doy cuenta de que no está muy bien estructurada. Y no me importa. Las palabras ha salido tal como las sentía y creo que eso es bueno. Muy bien. Momento de dejar los encorsetamientos propios de la propia responsabilidad.

2 comentarios:

  1. A veces las palabras tienen que salir espontáneas, no estructuradas. Lo importante es que salgan.
    Me alegra que hayas decidido mantener abierto tu blog.
    Tal vez sea la oportunidad de retomar la escritura.
    Que este año te sea favorable, que te sea propicio para tus proyectos, tus deseos.
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario. UN feurte abrazo y Feliz Año Nuevo,

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