Querida Maca:
Sé que me tienes en gran aprecio desde el primer día que nos vimos en aquella apestosa tienda de animales. Te asomaste a mi jaula, me miraste y te miré, surgiendo la “química” entre nosotras. Vamos, que me enamoré perdidamente de ti.
Aún recuerdo tu cara de asombro cuando te saludé sacando mi larga lengua rosada. Justo en ese instante, me di cuenta de que el amor era recíproco.
A tu lado he crecido y engordado (mucho); sobre todo, he disfrutado con tus caricias y de la paz de un hogar. Sin embargo, desde hace unos días, he constatado que el ambiente familiar está muy revuelto. Jorge y tú andáis a la gresca un día sí y otro también. Desde mi lugar de descanso os miro, ojiplática, sin saber bien lo que ocurre y me desespero cuando escucho como os repartís los muebles, lo que significa que...
Ayer me dolió que Jorge no quisiera que te llevaras el sofá, ese que con tanto empeño tapizaste siguiendo las indicaciones de un video de Youtube y, lo peor, vi asomar lágrimas a tus ojos. Al instante, los míos se inyectaron de líquido porque la siguiente a repartir seré yo. No quiero que me separen de tu lado y, menos, irme con ese ser desaprensivo que ni me mira ni me toca y se cabrea porque dice que dejo mi camisa por cualquier lado.
Por eso he pensado que quizá te gustaría saber que estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por ti, incluso proporcionarle a Jorge un abrazo tan fuerte, tan fuerte, que lo lleve directamente a la eternidad y así resolvemos el problema.
Espero tu respuesta.
Tu fiel pitón, que te quiere, Ka.
(*) Corrención y Reedición de un jueves anterior.
Más sobre dioses en el blog de Roxana
Me dan yuyu esas pitón, es algo que no he superado los reptiles , asi que mejor que se la lleve él ajja. Un buen relato .
ResponderEliminarAbrazos .
Qué bueno! Menudo giro…
ResponderEliminarY es que..., hay amores (abrazos) que matan… 😁
Un placer leerte.
Abrazos, y feliz noche.
Por el dato de la camisa supe que se trataba de una vívora jeje... un amor bien correspondido entre individuos de distinta especie...es que Cupido es muy chistoso!
ResponderEliminarBuen relato María José, muy divertido. Un abrazo
Esa serpiente tiene mucho amor que dar y recibir. Pobrecita, mudando la piel por toda la casa.
ResponderEliminarMuy chulo el texto. Un abrazo
Que amable la pitón, me has recordado el libro de la selva . Abrazos
ResponderEliminarPeligrosa pitón... Muy bueno!
ResponderEliminarBesotes!!!
La propuesta de Ka de darle ese abrazo a Jorge es genial y la declaración de amor, imperdible. Original y divertido relato. Besos
ResponderEliminarJajajaj, muy divertido. Me fascinó desde el inicio.
ResponderEliminarBesos
Cupido tiene sus cosas, sus travesuras. Y si Ka es como Kaa, recuirrirá a la mirada hipnótica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que buen relato, menudo giro y que final tan inesperado. Y es que los animales son una compañía muy fiel...
ResponderEliminarTe sigo!
me ha encantado la silencios intervencion d cupido, en el que nadie hasta lo leido, habia pensado. el relato esta genial, pero aggh, no lo he disfrutado todo lo que podia poruqe confieso que al ver la ultima frase alli suelta y huerfana, se ma ha escapado un vistazo, y he visto piton, y la he cagado, poruqe nme he perdido la fantastica sorpresa final.
ResponderEliminarmuy bueno. me ha gustado mucho
besoss mj
Aquí la que tiene fuerza vital eres tu, por tu ingenio.
ResponderEliminarPorque ese pitón da repelús jajaj
Un abrazo María José
Sería paradójico morir de un abrazo, ¿no? Y además de la persona (o pitón) a la que desprecias. Y un divorcio que es justo lo contrario, un "des abrazo". Un relato con mucho poso.
ResponderEliminarBesos y abrazos, virtuales en este caso.
Hasta leer lo de la camisa iba bien, pero después... lo siento es que todo bicho que se arrastre, no lo resisto, lo siento y que conste que me pasa igual con las personas.
ResponderEliminarMuy divertido tu relato.
ResponderEliminarBesos.
Espero si pueda darle ese abrazo de despedida al Jorge.
ResponderEliminarSaludos
Hola María José. Te recuerdo que te toca conducir este jueves. Esperamos lances el tema 😁
ResponderEliminarQué ternura, pobre pitón. Ojalá pueda quedarse con su amada Maca. Me encantó el relato. Un abrazo.
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