Hace tres años, a esta misma hora que escribo esta entrada, ya sabíamos que Alberto venía de camino.
Este último año ha sido duro en muchos aspectos y él, con su sonrisa, nos ha mantenido y mantiene a flote.
Alberto sigue siendo, ante todo, un niño feliz, que disfruta con todo.
Alberto se hace mayor y es maravilloso poder ver su evolución día a a día. Solo por eso ya me siento muy afortunada.
Tiene un poder especial para mantenernos contentos a todos. A cada uno le da lo suyo, lo que necesita, para que nos sintamos bien y reparte besos unos besos que da gana de abrazarlo y achucharlo sin parar.
Como es lógico cada día aprende más y aunque el colegio le gusta, le cuesta despegarse de su mamá. Por otro lado, a su profe, Sam, la tiene cogida bajo el brazo y lo llama "mi príncipe". Es muy sociable y se lleva bien con sus compañeros, menos cuando le quitan la moto azul, que es la que a él le gusta (ja,ja,ja)
A su mami, la adora y si papi no ha llegado a casa, no puede dormirse.
Está completamente entusiasmado con la Navidad. Este año ha colocado su propio Belén.
El otro día, me dijo que si yo sabia el móvil de Santa (antes me había comentado que Papa Noel se llama Santa) para que lo llamara y le pidiera los regalos que él quería.
Las luces, los juguetes, los Nacimientos, los árboles de Navidad, las calles iluminadas..., lo fascinan. Cuando entramos en algún Centro Comercial no hay quien lo despegue de los juguetes. Se los conoce todos, aunque sus preferidos siguen siendo los coches de bomberos, de policía, los tractores y los aviones. Últimamente hemos dejado un poco atrás los camiones de basura. (;-)
Ver su carita, cuando delante de sus ojos están todos los juguetes de los dibujos animados que ve, no tiene precio.
Su pasión son los trenes y viajar en ellos. Este años hemos viajado con él a Francia y a Madrid (el metro le llamó mucho la atención) y ha sido toda una experiencia ver lo bien que se porta.
En el Museo del ferrocarril (Madrid)
Alberto, como cualquier niño, también tiene rabietas, pero sabe salir de ellas (más o menos y según el día), que es muy importante. Está aprendiendo a decir "por favor", "gracias" y a pedir "perdón"; cuestiones fundamental para adquirir el inicio de su valores morales.
Pero sobre todo me gusta cuando me dice que "me quiere", entonces me lo como a besos, aunque en realidad lo estoy haciendo siempre.
Sí. A Alberto, le encantan los cuentos. Y es un fan de Pepe Pepino. Cada vez que vamos a una librería coge el que le gusta, se lo pone debajo del brazo y dice con voz cantarina: ¡me lo llevo! Con su mami va a la biblioteca pública y le gusta sentarse en una mesita y pasar las páginas y ver las ilustraciones. Creo que cuando sepa leer va a descubrir un mundo que le va a entusiasmar.
No escribo en este blog desde julio, pero hoy merecía la pena este pequeño recuerdo para esta personita que cumple 3 años y que es el amor de mi vida.
¡Felicidades, Alberto!, y gracias, hija mía, por habernos dado este ángel.
Que la vida te sonría siempre como tú le sonríes a ella.
Precioso homenaje a tu nieto. Los nietos nos hacen vivir con una ilusión desconocida. Un beso para toda la familia.
ResponderEliminarAsí es Almudena. Son una parte imprescindible para estos momentos en los que nos encontramos. Muechas gracias por dejar tu comentario. Un beso, también para vosotros.
ResponderEliminarSí que valía volver al blog para compartirnos estas alegrías que son las más bellas y valiosas de la vida!!! Feliz cumpleaños Alberto!!!y larga vida a su abuela para disfrutarlo y verlo crecer. Un beso enorme lleno de cariño y emocion,
ResponderEliminarGracias, Vivi, tú también sabes bien de lo que hablo. UN beso enorme y deseando que la normalidad me atrape para regresar con fuerza.
ResponderEliminarEs una preciosidad de niño, no me extraña que estés loca con él. Yo no sé cómo te las apañas para ser profesora, psiquiatra, escritora, madre, abuela, esposa y tantas cosas al mismo tiempo. Un día tienes que contarme el secreto.
ResponderEliminarBonito homenaje que algún día lo leerá Alberto y se dará cuenta de la suerte que tiene.
Un abrazo con mi enhorabuena por tantas cosas buenas que sin duda sirven para soportar las que no lo son tanto.
Yo no tengo nietos, pero con lo que disfruto con los de las amigas, puedo imaginarme tu felicidad. Aprovecha cada momento, crecen tan deprisa...
ResponderEliminarNo creas, Mercedes. Ya todo me va costando más. Solo espero no perder la ilusión y las ganas de seguir haciendo cosas y disfrutar de ello. Un beso
ResponderEliminarMi querdia Sara, sí que es un disfrute. Un gran regalo. Y sí crecen demasiado rápido. Un beso fuerte
ResponderEliminarNos regalan los momentos más dulces de la vida. Primero los hijos y luego los nietos. Mi hijo tiene diecisiete años recién cumplidos, y ya le estoy diciendo que me gustaría tener, al menos, un par de nietos y que no me pillen demasiado mayor. El pobre me mira como si le hablara en sindarin.
ResponderEliminarUn beso y felicidades.
Entrañable dedicatoria para ese niño que los tiene alegres y «embobados»! Disfruta de tu nieto y tu familia a cada momento. Todo lo demas es pasajero. Un beso y felicidades!
ResponderEliminarImagino la cara que pondrá tu hijo. Gracias Mayte por comentar.
ResponderEliminarGracias, Mónica. Un beso
ResponderEliminarEs una preciosidad de niño, felicítalo de mi parte y a ti también por tenerlo.
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