sábado, 2 de junio de 2018

Pepe Pepino, un cuento para trabajar los valores

Jamás pensé que este personaje verde y con cabeza de pepino me diera tantas alegrías. 

Hace unos días estuve en Aranjuez y en San Martin de la Vega presentando el cuento a niños entre 3 y 8 años. La experiencia no ha podido ser más gratificante. No solo el interés con el que me escuchaban sino lo que les ha gustado este personaje tan diferente.

Por supuesto, a los más pequeños (en algunas de las clases, los niños fueron con la cara pintada de verde) lo que más le gustaba era el cohete y lo que menos el monstruo que tapó el sol y obligó a la familia de Pal a tener que buscar un sitio dónde vivir y que él papá no viajara con ellos. Con los de más edad trabajamos en la importancia de la familia, de la amistad, de la emigración y, lo más importante, en aceptar las diferencias. Todos somos iguales con independencia del color de nuestra piel, de la forma de la cabeza y de la procedencia (en este ejemplo concreto). 

Disfruté con la espontaneidad de los pequeños, con la proyección que hacían de su vida personal a la de Pepe Pepino, con sus manitas levantadas, con sus caritas de expectación, con las preguntas que me hicieron sobre cómo había surgido Pepe pepino, cómo me viene la inspiración, cuántos libros he escrito, por qué me gusta escribir y muchas más que traslucían que las profesoras habían sabido instalar en ellos la semilla de la curiosidad por la persona que les iba a visitar. 

Todos sentían mucha curiosidad por conocer en persona lo que es una escritora y yo me llevé sus interminables abrazos, que estarán conmigo para siempre..

No solo recibí su cariño, sino que también tuve regalos sorprendentes como los realizados por la clase de 3ª de Primaria del colegio San Martin de la Vega que hicieron la segunda parte de Pepe Pepino, escrito y dibujado por ellos. Me encantó ver su originalidad y creatividad y algunos pasajes despertaron la mejor de mis sonrisas. También recibí dibujos de los más pequeños y una cosa que no sabía manejar, que los niños me tuvieron que enseñar a hacerlo, y que se llama libro mágico, con dibujos y viñetas del cuento. 


















Han sido unas jornadas muy entrañables y desde aquí quiero dejar mi agradecimiento para el escritor Javier Valverde y para Inma, la profesora, que lo han hecho posible.

FELIZ AÑO 2024

  7 meses sin escribir en el blog y vuelvo como en años anteriores con deseos de compartir que esta comunicación ocasional no se termine. Ha...