FUSIÓN DE BIOLOGÍA Y TÉCNICA ROBÓTICA
Las leyes las dictaba un parlamento democrático con
composición paritaria entre humanos y robots, y presidencia alternante. En una
de las sesiones, el médico presentó un proyecto de ley que le llamó Generatriz.
Intuyendo que nuestra vejez y consecutiva muerte estaba cerca, se había diseñado
una máquina generatriz, que hacía las veces de útero, con el fin de tener
descendencia humana. Tras un largo debate se aprobó, siempre y cuando se
engendraran exclusivamente fetos masculinos. Los robots no entendían nada de
aquel asunto y no pusieron inconvenientes. Gracias a esa máquina, nos seguimos
perpetuando…
Año 333 de la nueva Era, tras la explosión.
—Pues sabes lo que te digo, que yo a esto de la maquina
generatriz no le veo el chiste. Es verdad que algo más que la mano te desahoga,
pero a costa de engendrar un hijo que luego tienes que aguantar, alimentar,
vestir, educar..., y, además, sólo se te permiten tres desahogos en toda la vida.
—Es para no superpoblar el planeta, ya lo sabes.
—Lo sé. Pero no me niegues que estamos en precario.
—Para los robots es mucho mejor. No necesitan nada. Un
poco de aceite y ya está. Sin problemas existenciales.
—Pues el otro día me dijo Teurión, que en un
catálogo prohibido había visto una robot.
—¡Anda ya! Eso no existe.
—Que sí. Están prohibidas, pero las hay. Yo me he hecho
con la dirección y he pedido una por correo. Son muy discretos, dice
Teurión, la escondes bien en tu casa para que nadie la vea y ya está.
—O sea que en lugar de follar con la máquina generatriz
lo vas a hacer con una robot.
—Que no. Que no son como los que tú conoces. Han imitado
a las mujeres de antes de la explosión.
—¿Cómo?
—A partir de unas imágenes de un libro que encontraron en
un yacimiento arqueológico. Y según dicen, están programadas nada más que para
eso, para follar. No saben hacer otra cosa, solo gimen, ni siquiera hablan.
—¡Cuanto tiempo sin verte! ¿Te llegó el encargo ese del
que hablamos?
—Por supuesto, ni te lo imaginas. Una maravilla, con una
piel que parece enteramente natural, unos labios carnosos, unos pechos con
pezones turgentes y un…
—¡Calla, que me estás poniendo a cien! Entonces, serás el
hombre más feliz en la tierra.
—Lo era, ya no.
—¡Qué me dices!
—Pues no sé, querido amigo, últimamente cada vez que
me acerco a ella me dice que le duele la cabeza y cierra las piernas y no hay
manera de abrírselas.
—¿Y cómo puede ser eso? ¿No decías que no hablaba? Tendrá
algún chip defectuoso, con cambiarlo tienes bastante.
—Eso decían en las características técnicas. Por
lo visto a todas les está ocurriendo lo mismo. Cuando la han explorado en el
taller de reparación, no le han encontrado nada extraño ni ningún tornillo fuera de su sitio.
—Pues ya es mala pata. Ya te digo, ¡qué contrariedad!
—Lo peor no es eso.
—¿Hay más?
—Desde hace unos días no hace más que decir: “cuando
vayas al váter a orinar no olvides levantar la tapa”.
—¿Qué? Eso sí que es extraño. No sabía que el váter
tuviera tapa.
—Ni yo. No sé qué hacer. Voy a ponerme en contacto con
la fábrica a ver qué me dicen.
—Que te vaya bien, ya me cuentas.
Muchos años después...
Del diario de un humano superviviente
No sé cómo ha ocurrido, pero están por todas partes. Nos mandan, nos dominan esas máquinas infernales de hacer sexo. Por algo estaban prohibidas.
No sé cómo ha ocurrido, pero están por todas partes. Nos mandan, nos dominan esas máquinas infernales de hacer sexo. Por algo estaban prohibidas.
Las robots se han hecho con el poder y han instaurado una
nueva Era. Los pocos supervivientes nos ocultamos para no ser sus víctimas.
¡Dios mío! ¡Socorro! ¡Que alguien me ayude! Han descubierto mi escondite,
vienen a por miiiiiiiiiiiiiiiiii.
* Perdonad la extensión.
* Perdonad la extensión.
jejeje ingeniosa manera de ratificar que no sería posible un mundo sin nosotras y que, de hacer "ellos" el intento, encontraríamos igualmente nuestra propia manera de generarnos!!...aunque sea a partir de robots, por supuesto
ResponderEliminar=D
Un fuerte abrazo
Hola; el texto tiene ese fondo de que el hombre está atado a su condición como humano, y en este caso al sexo. Los robots nos ha ganado la partida una vez más. Un abrazo.
ResponderEliminarSi es que no pueden vivir sin nosotras... Muy buen relato!
ResponderEliminarBesotes!!
EXcelente texto MªJosé: Supongo que no va a gustar a muchos hombrea, sobretodo a los que tienen la certeza de que són ellos, y solo ellos, y nadie más ,los que se creen los amos del universo. Un abrazo.
ResponderEliminarLeo tu narración y me viene a la mente la frase del dramaturgo noruego Ibsen: "nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer no será humana".
ResponderEliminarUn beso.
Perdonada la extensión. La justifica tan buen relato.
ResponderEliminarEra inevitable que surgieran esos robots femeninos. Lo sorprendente que se rebelaran y tomaran el poder.
Bien planteado.
Un relato que da para una novela. Es genial, la idea de ese mundo masculino es muy original, pero es obvio que sin nosotras no pueden vivir jaja
ResponderEliminarNo podrán sacarnos tan facilmente de la faz de la tierra.
Me encantó. Un beso.
Hola, María José,
ResponderEliminarUn relato de ciencia ficción apocalíptico muy interesante y creativo. Todo lo prohibido he ilegal no desaparecerá para siempre, y menos será tratándose de una mujer, tu relato da fe de eso., y me ha encantado muchísimo. Me gusto ese toque de humor.
Saludos
Me ha gustado mucho, y es que al final, la costumbre trae el aburrimiento, seas robot u otra cosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Nada que perdonar después de leer tu relato.
ResponderEliminarY vulgarmente, yo diría que tu texto en un ¡¡Zasss!!! en toda la boca.
Ironía, verdad... La medida justa.
Un beso enorme.
El poder de seducción de la mujer aunque esta sea un robot, porque, que harían los hombres sin nosotras? Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarEso les ocurrió por fabricarlas con los defectos que creo vienen de serie, ese afán de limpieza y orden, ese dolor de cabeza en los momentos más inoportunos, esa cerrazón de piernas, bromas aparte, el mundo dominado por robots está a la vuelta de la esquina y si, tal vez tengamos que acabar ocultándonos de ellos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ayyyy cuantas lecturas tiene tu historia!!! Parece que el mundo se ha vuelto 'tecnocrata' hasta para el sexo. Los japoneses son muy punteros en estos temas, y ya están fabricando muñecas-robots para esos menesteres. No sé si en otros países las boicotearan, por la perdida de clientela en los burdeles por ejemplo. En fin, que me ha hecho gracia. Un beso, guapa
ResponderEliminarYa tenia mala pinta ese mundo nuevo que dibujabas y terminó como debía terminar... Divertido relato. Besos.
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