Paseando con... Mercedes Gallego

Pasear es un placer y si vas con una amiga de la talla de la escritora Mercedes Gallego se convierte en un regalo de los dioses y, esta vez, si que lo puedo decirlo con plena certeza porque he paseado con ella en diversas ocasiones y hemos compartido momentos muy especiales. 

Mercedes es una mujer adelantada a su tiempo lo que le ha permitido disfrutar de primera mano los avances culturales en muy distintas áreas y ello la ha hecho rica en experiencias y sabiduría. 
Cuando la escuchas hablar te embobas, sus palabras calan y te hacen pensar y si ademas las adereza con su fino y exquisito toque humorístico, es el disloque. Su sensibilidad la hace vulnerable y por eso le gusta rodearse de los que la quieren huyendo de malos entendidos y personas tóxicas. 
Como ella se define no tienen ciudad, es nómada, y crea su hogar allí donde se encuentra. Lectora empedernida y escritora infatigable; sus novelas han sido exitosas en Amazon y están a la espera de su justo reconocimiento en papel. 
Nos citamos para vernos en el Retiro y paseamos por ese bello jardín mientras nos ponemos al día de nuestras vida y después comenzamos con las preguntas-respuestas. 

¿Quién es Mercedes Gallego?

Una mujer joven de casi setenta años.

¿Té, café o chocolate para desayunar?
Mi desayuno es todo un ritual. Té, pero no cualquier té. Negro y una mezcla que lleva trozos de caramelo toffee y unas cuantas estrellas de anís. Tostadas con aceite de oliva y un zumo de naranja. Tardo en desayunar más de una hora.

¿Cómo es un día cualquiera para Mercedes?

Me levanto alrededor de las nueve, siempre un poco antes. Preparo el desayuno y voy mirando Facebook mientras lo tomo. Por eso a veces no comento, lo dejo para otro momento y luego se me olvida, porque tengo una mano ocupada con la tostada, la taza de té o el zumo.

A las once y media más o menos, dedico un rato a la casa y por la tarde escribo o leo. No veo televisión.

¿Una figura importante en tu infancia? ¿por qué?

No puedo elegir una, son cinco: mis hermanos. Ellos eran mis amigos. Los mayores, para imitarlos y los pequeños para cuidar de ellos. Soy la tercera empezando por arriba de seis. Lo peor que me ha pasado en mi vida ha sido perder al que me precedía en edad.

¿Recordar o soñar?

Soñar, siempre soñar, aunque algunas veces los recuerdos forman parte de mis sueños.

¿Soledad o bullicio?

Soledad, siempre soledad, pero también se está bien con dos o tres personas pero las multitudes me agobian.

¿A qué país te gustaría viajar?

A Argentina. Me encanta el tango, su gente y todo lo que representa.

¿Cuál es tu comida preferida?

Los huevos fritos con patatas.

Aunque llevan pimientos, espero que le gusten ;-) También es mi comida preferida

  

¿Te gustan los animales? ¿Tienes mascota?

Los animales no. Me gustan los gatos y los perros. Siempre he tenido gato porque no hay que ir con ellos a la calle. Ahora no quiero responsabilidades de ningún tipo, por eso es la primera vez en mi vida que no tengo gato. Lo echo de menos, pero quiero ser libre del todo, sin ataduras de ninguna clase.

Una canción

Balada para un loco cantada por Amelita Baltar.

Una película

Dos mil uno, una odisea del espacio.

Un libro

Slnuhé el egipcio, de Mika Waltari.

(También es un de mis preferidos y lo leí en esta edición)

¿Cuántas horas necesitas dormir para encontrarte bien?

Más de ocho. Soy dormilona y duermo muy bien.

¿Crees en el amor a primera vista?

Creo en el enamoramiento, pero no en el amor, porque a primera vista te puede dar muchos chascos.
(Cuánta razón lleva)

¿Qué importancia das a la familia?

Esto ha ido cambiando con los años. Cuando era joven pensaba que la familia no era el núcleo parental, sino los que constituían tu mundo. Ahora no, con los años he visto que mi familia siguen siendo mis hermanos, todos y cada uno de ellos y son en este momento lo más importante de mi vida.

Mercedes es la jovencita que está entre sus padres y hermanos mayores

¿Qué es para ti la amistad?

La amistad es el afecto más íntegro en mi escala de valores. Es generosidad sin condiciones. Es dar sin esperar la vuelta. Es un sentimiento puro porque el amor está contaminado por el deseo y no es objetivo.

¿Tienes muchos amigos o muchos conocidos?

Amigos, pocos. Conocidos muchos.

¿Cómo llegaste a las redes sociales, facebook, twiter…?

Cuando dejé de trabajar para dedicarme a escribir, comencé de forma tímida con Facebook, que conocía a través de mis sobrinos, como antes el Messenger. Al principio no me atrevía a decir nada por miedo a meter la pata o tal vez miedo al ridículo. Poco a poco lo fui utilizando para promocionar mis novelas y a estas alturas lo utilizo para relacionarme con la gente, porque ahora vivo sola y llena muchos vacíos. Twitter no me gusta, de vez en cuando entro a ver si consigo aficionarme; además, me da vergüenza ver que algunos hablan de mis libros y yo no hago nada, pero me supera, me pone nerviosa.

¿Quién o cómo te aficionaste a escribir?

Desde pequeña escribía e imaginaba historias que no escribía y contaba a mis hermanos. Antes de los ocho años mi ocio consistía en leer, siempre me ha gustado, pero el paso definitivo lo di cuando mi padre se empeñó en que tenía que saber escribir (él era periodista) y me mandó una redacción diaria. Yo tenía unos trece años y por la noche me la corregía. Poco a poco, empezó a gustarme y desde entonces escribo. Tengo algunas cosas de mi adolescencia que se salvaron de la quema, porque cuando me fui de casa, mi madre tiró todo lo que a ella no le pareció importante y claro, unos cuadernos garabateados, no lo eran. No lo hizo con mala idea, me consta, pero lo hizo.

¿Libro en papel o lector  de ebook?

Todo. Para novelas, ebook. Es mucho más cómodo y no pesa. Ahora bien, para estudiar, documentarme y demás, papel. Supongo que será por la costumbre, porque toda mi vida he estudiado en papel, claro que no había otra cosa.

Cómo escritora dinos ¿cuántos libros has publicado?

Cuatro novelas y un libro de relatos.

¿Qué genero es tu preferido, en el que te siente más cómoda?

Hasta hace poco solo el policiaco, pero este último año, desde que vivo en Madrid, lo he dejado un poco de lado, aunque no abandonado, y estoy escribiendo un thriler y creando un nuevo personaje policiaco ambientado en Getafe. Pero son dos novelas diferentes. Una será serie, porque me gusta escrbirlas tanto como leerlas y la otra será una novela independiente, como pretendió serlo El asesino del ajedrez, que se hizo serie a petición de la gente, pero no sé. Aunque tengo empezada una continuación, todo lo que pertenece a mi vida en Barcelona me resulta difícil retormarlo en Madrid. Es como si añorase mi estudio, mi entorno… Prefiero empezar de nuevo con otros personajes que no estén contaminados por la nostalgia.

¿Lees mucho?

Mucho sí. Hay semanas que leo dos libros.

¿Cuál es tu momento del día preferido para leer?

Me da lo mismo, aunque la noche no la concibo sin leer. Eso sí, un rato de ocio con una novela y algo para picar, es lo mejor del mundo.

¿Qué te aporta el contacto tan directo que mantienes con tus lectores y con otros escritores?

Me ha enriquecido. De los compañeros he aprendido mucho, no solo de su quehacer en las redes, sino de sus novelas, de sus consejos. Los lectores me han ofrecido lo mejor que puede tener un autor: el reconocimiento. Sin ellos no tendríamos aliciente para escribir, porque no nos engañemos, un poquito de narcisismo tenemos por ahí camuflado y si nadie nos leyera, o solo la familia y amigos, terminaríamos dejando de escribir.

Una pregunta comprometida jajaja: ¿Qué opinas de los autores independientes?

A mí no me gusta oipinar en bloque. Es tan absurdo como decir que todos los políticos son corruptos. Hay autores independientes que podrían dedicarse a otra cosa y harían un gran favor a la literatura, pero he encontrado obras magníficas y las sigo encontrando. He leído a casi todos los compañeros con los que me relaciono, y puedo decir que he pasado muy buenos ratos con sus obras.

Lo que no le perdono a un autor independiente es que no cuide la estética, que no se documente en las normas para la maquetación o que publique su obra sin una mínima corrección ortotipográfica. En esas ocasiones, no paso de la página diez. Además, creo que hacen daño al colectivo.

¿Algún secreto inconfesable que quieras contarnos…jaja?

Inconfesable no sé si es, pero soy un poco obsesiva. Para solucionarlo colecciono sellos, así que si alguien quiere cambiar o completar su colección, aquí me tiene. Tengo muchos repetidos del I y II Centenario de España. Clasificados, claro. No podía ser de otra manera.

Sello número 1 de España (1850) en propiedad de Mercedes

La despedida es dolorosa y más después de saber que compartimos muchas más cosas que la lectura y la escritura, como nuestro amor por la psicología o por los huevos fritos ;-). Me consuela saber que está ahí a golpe de teléfono o de FB cuando la necesito.

Si queréis conocer más de esta entrañable persona os dejo sus enlaces.

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