En este caluroso día estival paseo de la mano del escritor Josep Capsir por la calles de Barcelona, ciudad en la que vive.
Bajamos por el Paseo de Gracia desde la Avenida Diagonal, nos detenemos a contemplar La Pedrera o la Casa Batlló y llegamos hasta Plaza Cataluña; ahí, nos perdemos entre el gentío del Portal de l’Àngel, llegamos hasta la Catedral y después nos paramos para impregnarse de la historia que soportan los muros del barrio judío (el call). Deshacemos el camino y vamos hacia Las Ramblas, pasando por la Plaça del pi y enfilamos Petritxol hasta encontrarse de cara con El Liceo. El paseo llega hasta el monumento a Colón y el puerto.
Una larga caminata que da para mucho. Esto es lo que hablamos mientras paseamos con él:
¿Quién es Josep?
Buena pregunta... Cada mañana me lo pregunto mientras
trato de afeitar al tipo que se refleja en mi espejo. A veces creo que soy un
niño atrapado en el cuerpo de un hombre de casi 44 años. En fin...
Pues soy un padre de familia, la profesión más importante
de cualquier ser humano, aunque dedique un alto porcentaje de mi día a día a
trabajar de administrativo en una empresa de servicios y a escribir historias
para los demás.
¿Té, café o chocolate para desayunar?
No suelo desayunar a primera hora. Tengo una rutina un
poco rara, me tomo un vaso de agua a las nueve, un café descafeinado a las diez
y un bocadillito a las once.
Pues sí que es un poco rarito, pero a partir de las 11,00 ya se convierte en persona normal, os lo aseguro.
¿Recordar o soñar?
Uno de mis personajes dice que los sueños son para los
jóvenes lo que los recuerdos son para los viejos. Supongo que estoy en un punto
de la vida en el que tienen tanta importancia los recuerdos como los sueños. En
general, suelo valerme de mis recuerdos para forjar mis sueños. Eso me
convierte en un soñador analítico que desestima los sueños imposibles.
¿Una figura importante en tu infancia? ¿por qué?
Sería injusto si destacara a alguien de mi familia por
encima de los otros. Todos han aportado un granito de arena y todos han sido
especiales y necesarios. Mi madre, una jabata capaz de encargarse del cuidado
de cuatro hijos, de la casa y de mi abuela; mi padre, un hombre con una
personalidad desbordante, trabajador y generoso. Mis abuelos, que me aportaron
vivencias únicas, mis hermanas, mis amiguetes, mis... Hay tanta gente especial
en mi infancia que sería injusto ensalzar a alguien.
Más que un país, una ciudad. Roma. Sí, tan cerca y
accesible como parece pero aún no he encontrado el momento de ir. Soy un
apasionado de la historia antigua y para mí, Roma es la meca de cualquier
entusiasta de la historia. A ver si consigo ahorrar un poco...
¿Cómo es un día cualquiera para Josep?
Estresante, de verdad. ¿Estás segura de querer saberlo? Me
paso una gran parte del día encerrado en una oficina, rodeado de teléfonos y
papelotes, de listados, de facturas y de balances. Luego, lo típico de
cualquier ser humano, estar con los hijos, los deberes, las duchas, las
extraescolares, las reuniones de padres, etc., etc., etc. Intento encontrar
huecos para escribir, para promocionar mis libros, para patrullar por las redes
sociales, para las clases de inglés o para leer. Luego la casa..., que si las
lavadoras, la plancha, inventarse un menú cada día sin hacerse repetitivo. ¡Qué
difícil es, por Dios! Acostumbro a alargar la noche para estar con mi pareja,
para explicarnos como ha ido el día y para poder dedicarnos, aunque sea media
hora, a nosotros mismos.
¿Soledad o bullicio?
Soledad. Soy una persona muy familiar y, en el fondo, me
encanta ver los sofás de mi casa llenos de carne humana, con sus discusiones,
con las risas y ese “runrun” de fondo de una casa cálida, pero también necesito
mis momentos “homenaje”, esos minutillos para encontrarme con mi mejor amigo
–yo mismo-. Mi salud mental necesita de esos momentos de paz interna donde mis
reflexiones me ayudan a organizar mi complicado día a día. Suelo desplazarme a
pie, de casa al trabajo y del trabajo a casa; son momentos que aprovecho para
hablar conmigo, para reñirme, para felicitarme, para preguntarme cómo me
encuentro y para cerciorarme de que soy feliz.
Soy de los que disfruta de cualquier plato, por sencillo
que sea. Si tengo que decantarme por uno, la paella.
¿Te gustan los animales? ¿Tienes mascota?
Me gustan los animales y he tenido mascotas desde que
tengo uso de razón, pero en ese sentido he cambiado un poco. Considero que los
animales deben vivir en su hábitat natural o, en su defecto, en un lugar con
unas condiciones mínimas de espacio y movilidad. Un piso no es el lugar idóneo
para un gato o un perro, sin quererlo, acabamos convirtiendo a esos pequeños
amigos en animales sedentarios, obesos y atrofiados. Ellos son felices a su
manera, porque no conocen espacios más abiertos. Enjaular a un pájaro o enlatar
a un pez en una pecera es privarles de libertad. Si algún día tengo un espacio
adecuado, entonces sí, volveré a tener mascota.
Una canción
Me has
matao... Hay muchas,
muchísimas... Me gustan muchos géneros y asocio muchas canciones a muy buenos
momentos. Me gusta Springsteen, Sinatra y Elvis Presley, crecí con canciones de
Serrat y Dire Straits. Quizá esto es lo que más me remueve: La Mamma Morta:
Si alguien consigue escuchar toda la pieza sin emocionarse
es que es de otro planeta.
Una película
La reina de África
Un libro
¡Bufff! Vete a... No te podría decir un título, hay
demasiados.
¿Cuántas horas necesitas dormir para encontrarte bien?
Unas siete horas. Mi vejiga es mi despertador biológico.
¿Crees en el amor a primera vista?
No, a primera vista existe la atracción y el deseo. El
amor conlleva valores como la comprensión, la lealtad y el compromiso. Puedes
tardar muchos años en conocer realmente a una persona y solo cuando has sido
capaz de entenderla y aceptarla habrás establecido un vínculo de amor.
¿Qué importancia das a la familia?
Mucha.
¿Qué es para ti la amistad?
Con el tiempo he aprendido a comprender que la amistad es
algo que puede no perdurar. Las circunstancias provocan que muchas amistades se
pierdan, pero entonces aparecen otras de nuevas. La amistad ha de ser una
relación incondicional, de lo contrario se convierte en un episodio más de tu
vida.
¿Tienes muchos amigos o muchos conocidos?
Tengo algunos buenos amigos, tengo amigos y tengo muchos
conocidos con currículum suficiente como para ser amigos.
¿Cómo llegaste a las redes sociales, facebook, twiter…?
Hace años, una compañera de trabajo se fue a vivir a
Madrid y me envió una invitación para unirme a Facebook y así no perder el
contacto. Allí me encontré a antiguos compañeros del colegio, a gente que había
perdido de vista y a gente que compartía mis mismas aficiones. Una red te lleva
a otra y todas parecen útiles, aunque últimamente empiezo a preguntarme si esa
afirmación es cierta.
¿Quién o cómo te aficionaste a escribir?
Empecé a escribir con once o doce años, nada serio,
relatos cortos, crónicas de sociedad y sobre todo, reflexiones de mi día a día.
No conservo nada de lo que escribí en esa época, lo importante no es lo que
escribí, lo importante es que me ayudó a crecer.
¿Libro en papel o lector
de ebook?
La pregunta del millón. Desde que leo en ebook, son pocos
los libros en papel que he comprado, la mayoría de ellos de compañeros de
letras. El ebook es ligero, cómodo y barato pero debo confesar que siento que
estoy contribuyendo al declive de la esencia de los libros.
Cómo escritor dinos ¿cuántos libros has publicado?
Tres. “REC-Relatos para ensanchar costillas”, “La herencia
de Jerusalén” y “Las leyes de Hermógenes”. Actualmente estoy terminando la
segunda parte de la herencia y preparando una versión en catalán. Tengo alguna
cosilla más en el cajón pero si está ahí dentro es por algo. Quizá algún día...
¿Qué genero es tu preferido, en el que te siente más cómodo?
Para escribir, el humor. Es algo innato, disfruto
escribiendo y generando comicidad, la escritura fluye sin necesidad de pausas y
uso los diálogos como eje principal de la historia. Por otra parte, me gusta
mucho la Historia y disfruto mucho documentando todo lo que he escrito en este
género.
¿Lees mucho?
Es curioso, cada vez menos. En mi caso, escribir y leer a
la vez es incompatible, no tengo tiempo para todo. Cuando no estoy inspirado
para escribir me pongo a leer.
¿Cuál es tu momento del día preferido para leer?
Soy un tío raro. A mediodía, antes de comer. Si puede ser,
sentado en un banco y con el sol en la cara. Antes era un lector de vagón de
metro, de esos que leen veinte páginas al día y a trompicones, pero desde que
decidí desplazarme a pie he dejado de leer esas veinte páginas de traqueteo.
Alguna vez he leído por la calle, mientras andaba, hasta que un día me encontré
frente a un muro... Me sentí ridículo.
Me permite conocer de primera mano lo que el lector capta
de mi obra y nutrirme de sus opiniones para aprender y mejorar. Un lector te
dirá en qué fallas y dónde están tus puntos fuertes. Hay comentarios, que
aunque duelan, son muy útiles. Por otra parte, relacionarse con compañeros de
escritura es algo necesario para mi salud mental, me doy cuenta que hay gente
mucho más “friky” que yo –y lo digo desde el cariño y el respeto-. Es muy sano
compartir tus ilusiones, tus éxitos, tus fracasos y tus neuras con gente que te
entenderá a la perfección. Algunos de esos “frikys” ya los considero amigos y
ese título se lo han ganado a pulso. ¿Verdad, María José?
Lola Mariné, Josep Capsir y yo
Una pregunta comprometida jajaja: ¿Qué opinas de los
autores independientes?
Los escritores son seres independientes por definición.
Escribir es un trabajo individual y solitario. Publicar su trabajo representa
perder esa independencia porque entran en acción otras personas: un agente, un
editor, un corrector, un maquetador, un distribuidor, un librero... Con la
revolución digital, el concepto de independencia ha cambiado y la nueva hornada
de autores tiene las herramientas necesarias para poder dar a conocer su obra
sin intermediarios. Eso repercute a favor del lector, quien puede conocer a más
autores y más obras. Todos salen ganando, bueno, no..., los intermediarios, no.
No obstante, el filtro de calidad es menor y hay escritos
que no deberían ver la luz, pero como todo en la vida, hay políticos que no
deberían serlo o abogados que hubiesen sido más útiles a la sociedad estudiando
filología. La gracia de la autoedición es que el lector se convierte en el
único que puede juzgar tu obra y situarla en la órbita que se merece.
¿Algún secreto inconfesable que quieras contarnos…jaja?
Soy un tipo muy normal, sincero y llano. De hecho, suelo
explicar todo lo que me preguntan, principalmente, porque no tengo nada de que
avergonzarme y me siento orgulloso de cómo soy y de lo que hago.
No obstante, y para que veas que lo contesto todo, excepto
lo del libro, confesaré algo y explicaré una anécdota que muy poca gente sabe.
La confesión: Mamá, ¿recuerdas el geranio de la entrada?,
¿recuerdas que un día te lo encontraste roto y se las cargó la perra?, pues
eso, que fui yo, que le pegué un balonazo y lo espachurré.
La anécdota: En toda mi vida, solo he salido de casa sin
calzoncillos en una ocasión. Fui a pasar un fin de semana a Blanes y me olvidé
de coger ropa interior de recambio. Muy limpio que es uno, para no tener que
ponerme los mismos calzoncillos, los lavé a mano y los puse a tender en el
balcón. El destino quiso que la lluvia se encargara de que los calzoncillos no
se secasen y salí de casa sin ellos. Lo bueno es que acabé la noche en
urgencias y lo primero que me dijo el médico fue: -A ver, bájese los pantalones,
por favor...
Muchas gracias Josep por este largo paseo, por darnos a conocer un poco más de ti y la próxima vez nos encontramos en el sur.
Buena entrevista para conocer un poco más a Josep, aunque como él mismo dice, no tiene secretos.
ResponderEliminarBesos a los dos.