viernes, 28 de marzo de 2014

La última reseña.








No soy mucho de dejar constancia en el blog de las reseñas que van haciendo en los blogs  de mis novela; suelo ponerlas en el apartado correspondiente de mi página web, sin embargo esta creo que se merece un sitio especial porque la ha realizado un escritor que escribe muy bien y además por la originalidad de su enfoque.
Gracias Guillermo 

Dice así:
Bajo los tilos, de María José Moreno
RESEÑA

Siempre me han llamado la atención los best seller. Acabo de terminar “Bajo los tilos”, y mientras leía, trataba de analizar la novela y descubrir aquellos ingredientes que la convirtieron en un best seller en Amazon.

Según Tom Wolfe, famoso escritor de best seller, un libro de comunicación a gran escala debe tener: “Trescientos gramos de construcción escena por escena, un buen puñado de diálogos en su totalidad, tres o cuatro puntos de vista en tercera persona, detalles simbólicos de status de vida…” Esta sería la fórmula mágica. Pero más allá de eso, las novelas que van encaminadas a este género literario (ya que ha terminado constituyendo un género en sí) tratan de buscar un nudo básico, un aspecto importante que busca la sociedad, una cuestión de debate o una temática que despierte la curiosidad universal. Deliberada o intuitivamente, un escritor de este género informa desde el inicio de lo que pretende conseguir un personaje, plantea en los primeros párrafos una cuestión crucial que abre las expectativas del lector, y a partir de ahí trata de mantener abierta la incógnita durante la trama hasta que se retoma la cuestión dramática.

“Bajo los tilos” es una novela que se adentra y explora el universo interior que todos llevamos dentro. La puesta en escena de los personajes tiene tal fuerza y verosimilitud que bien podrían identificarse los lectores con ellos. El despliegue de sentimientos y emociones se desarrolla de una manera tan real, y cuestiona tantas preguntas con su variable de respuestas, que pocas veces se ha visto en una historia de ficción. La escritora nos lleva de la mano hasta lo más profundo del ser humano; nos muestra los miedos, los secretos, los anhelos, los rencores, incluso las maldades que anidan en el alma. Nos desvela los aspectos intimistas con lo bueno y lo malo de una determinada condición, una especie de “Jekylll” y “Hyde” que enturbia o engrandece los valores humanos según se muestre.

La historia comienza cuando Elena, madre de dos hijos y esposa, fallece en un avión rumbo a New York. Su familia no sabía que emprendió ese viaje. Elena guardaba un gran secreto que su hija, María, tratará de averiguar. Pero más allá de la intriga, la novela narra una apasionante historia de amor en el que el destino actuará como un severo juez en unas vidas malogradas.

“Mamá llevaba razón. Somos víctimas de nuestro destino”

La narrativa es sencilla y directa, en la que predominan las frases cortas. A mí me gustan los estilos más elaborados, pero debo reconocer que cada frase es demoledora, impactante, como el efecto de campanadas que posiciona la trama paso a paso. El lector se da de bruces en cada párrafo que hilvana la historia. La autora ha conseguido servirnos en bandeja los acontecimientos sin tener que decirlos, simplemente mostrándolos, tal como nos aconseja el maestro Henry James: “¡No lo digas, muéstralo!”

“La violencia de sus palabras es un puñal que se clava en mi corazón. Me intimida la agresividad que emana de sus palabras, y el rencor que destila su mirada”.

La novela es corta, quizás se pudiera sacar mayor partido a la historia; pero como dijo Juan Ramón Jiménez: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.

Y por último, decir que son los lectores los que tienen la última palabra para posicionar una obra en la categoría de best seller, y en el caso de “Bajo los tilos”, muy merecidamente.
Enhorabuena, María José Moreno.

Guillermo Blanes

Guillermo es el autor de la novela "En la otra vida"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LAS PALABRAS DE MIS AMIGOS

FELIZ AÑO 2024

  7 meses sin escribir en el blog y vuelvo como en años anteriores con deseos de compartir que esta comunicación ocasional no se termine. Ha...