Las manos de la mujer empezaron a temblar...
Mi relato para esta semana a partir de esa frase:
SOLEDAD
Intentó calmarlas metiéndolas en los bolsillos del delantal sin conseguirlo. Llevaba un día completo sin beber y su cuerpo protestaba. Ahora o nunca, dijo. Desde hacía unos meses intentaba dejar de beber sin conseguirlo. No quería ayuda, más bien, no se atrevía a pedirla; nadie conocía su problema con el alcohol. Ni ella misma recordaba como comenzó este tormento que no conseguía quitarse de encima. ¡Qué vergüenza! Si su marido o su hijo descubrieran que era alcohólica. Sí, una alcohólica, ahora podía decirlo, tiempo atrás se lo negaba. ¡Qué estupidez! Si sabría ella que lo que hacía no era bueno, pero la ponía tan alegre que se olvidaba todas sus penas de ama de casa amargada e ignorada y le resultaba tan fácil hacerlo. Ella siempre estaba sola en casa a esa hora y a la mayoría de las horas del día. De esa manera, una copita llevó a otra y a otra…
Más libros en casa de Gustavo
Sale de la habitación aprisa, impulsada por el resorte de la privación y va hasta la cocina. Se arrodilla y del fondo del armario de la limpieza saca la botella de anís que guarda camuflada entre botes y balletas; allí su tesoro está a salvo, en su lugar secreto. La acaricia y suspira. Una sorbo, un pequeño sorbo calmaría su temblor y la ansiedad que corroe sus entrañas. ¡Dios mío! lo necesito, exclama al cielo. Se la acerca a los labios y antes de que llegue a rozarla, retira el brazo con violencia. No puedo caer, no puedo caer, repite mientras vierte el meloso líquido en el fregadero y contempla ensimismada cómo se lo traga el desagüe al mismo tiempo que una lágrima brota de sus ojos y atraviesa veloz su mejilla en pos del preciado líquido.
He de conseguirlo, quiero ser libre, he de conseguirlo, se dice para afianzar su decisión mientras se sienta en el frio suelo, abraza sus piernas y se mece con ese monótono ronroneo a modo de nana. Las temblorosas manos, la boca reseca y esa opresión en el pecho que le golpea como si fuera a morirse. Ahora o nunca.
Con lo que a mí me gusta leer,tomo nota de la recomendación.
ResponderEliminarRecibe un beso enorme.
Rampy
Ohh que pena de mujer, necesito urgentemente alguien que le ayude a salir de esa adiccion.
ResponderEliminarBuena novela me la apunto para leerla.
Primavera
Así tengo yo una amiga... entra... sale... lo compra.... lo tira... recae... llora... ríe... así lleva tres años. Su marido y dos niñas murieron en un accidente y conducía ella.
ResponderEliminarBeso.
A veces el contenido del relato, va más allá de la calidad del mismo. Y este te aprisiona, sufres e intentas alargar la mano para ayudar.
ResponderEliminarClaro, si no estuviera tan bien contado, no sería lo mismo
Besos
Las manos tiemblan, la voluntad tiembla y puede sucumbir. Ojalá no, de ese único modo, su vida, será el tesoro que verdaderamente estará a salvo.
ResponderEliminarQué difícil es... qué difícil. Encadenas las palabras como esa mujer está encadenada a ese dolor.
Un arte que desempeñas con cuidado de curadora de almas...
besotes
Hay que rozar el abismo o, ver como otros caen en él, para reflejar ese dolor intensísimo, esa vergüenza, esa lucha atroz. De la soledad, del tedio, de la rutina, de los silencios dentro y fuera, de la falta de voluntad y las ganas de irse, nacen muchas adicciones.
ResponderEliminarHoy o nunca. !Hoy! tú, María José la empujas arriba con cada palabra, lo conseguirá, gracias a ti que nos has explicado este sufrimiento desde el más profundo amor.
Tenía una amiga que llegó al "delirium", lo consiguió, costó, pero ni una gota más, jamás.
Besitooo muy cariñoso, gracias por tu cercana sensibilidad.
Y ojalá lo consiga. Qué historia, lamentablemente cotidiana, y tan llena de angustia, nos has contado.
ResponderEliminarHay que tener mucha, mucha fuerza de voluntad para salir de algo así y superar los ataques que te dan cuando necesitas beber.
ResponderEliminarConozco personas alcoholicas que nunca lo consiguieron. Un diez por Soledad.
Besossssss
Es una realidad que existe en muchas personas, tanto hombres como mujeres y lo peor es que destrozan hogares.
ResponderEliminarYo le aconsejaría ir a un especialista porque pienso que sola no puede salir.
Es triste este tema, pero poniendo voluntad y luchando se consigue salir.
También hay que mirar el trasfondo del tema, el por qué ha caído en esa adición y también resolver esos temas de fondo.
Un beso y muchas sonrisas
Un argumento lleno de verdad. Las estadísticas así lo dicen. Cada día más mujeres se derrumban ante ese infierno.
ResponderEliminarMuy interesante tu escrito.
Un beso.
"todas sus penas de ama de casa amargada e ignorada", esa es para mi la peor de las causas, no hay razon causal como el accidente o la perdida objetiva. sino que lo induce tu propia frustracion, dificil salir aunque no imposible ya sea el alcohol o el ya trasnochado Optalidon.
ResponderEliminarTodos deberiamos estar alertas ante los primeros sintomas de este gran problema para poder decir Aqui estoy para echar una mano
Estoy a punto de llorar después de leerte...
ResponderEliminarMiguel
Un entramado bien contado de una realidad cotidiana,que expuesto de esta manera,con sutileza,cala hondo.
ResponderEliminarVale leerte,cariñitos
Que bien contada la historia! A todos nos toca de cerca. Qué cosa la mente, el razonamiento nos dice que no hagamos tal o cual cosa y los impulsos lo hacen.
ResponderEliminarBesos
Caray Maria Jose,
ResponderEliminarme has puesto la carne de gallina.
Luchar contra una adicción así es muy duro y más hacerlo sola, sin ayuda.
Me has recordado la pelicula de "Cuando un hombre ama a una mujer".
Pero tu lo has relatado de una forma magistral.
Un besito
Que pena me ha dado. Ojalá que no recaiga y que lo supere.
ResponderEliminarHay tantas amas de casa así...
Un abrazo
Es necesaria una enorme fuerza de voluntad y un íntimo convencimiento, para volver de ese punto que se aproxima tanto al punto de "no retorno". ¡Son tantos los mecanismos que nos encaminan a las adicciones y tan escasos a veces los recursos para combatirlas!.
ResponderEliminarUn abrazo.
El reconocimiento es lo mejor para superar una adicción, si se niega mal vamos.
ResponderEliminarMuy buen relato
Muy triste. Pero es así, una dura batalla la del alcoholico, para siempre. Interesante que esa línea te llevase a ese tema
ResponderEliminarUn abrazo
Qué terrible historia!...de la prisión del alcohol es muy difícil escapar!...bien por ella que ya ha iniciado su huida!
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando empiezan los temblores, el sudor frio, la angustia…la soledad, la frustración, cuantos hombres y mujeres como ella, que lo intentan día tras día sin conseguirlo y tu abres una puerta en tu historia, primero el reconocimiento, soy alcohólica y lo seré siempre y luego ese paso tan difícil para ellos de tirar ese trago tan preciado por el fregadero. Conmovedora historia Maria José. Aplausos y un beso.
ResponderEliminarNo ha solido haber sido de este modo en los casos que conozco.
ResponderEliminarQuien no tiene por si fuera poco algún tipo de medio de iniciarse en una fuga?
No me ha resultado, sin embargo muy dificil haber dado consejos.
Mi perplejidad por eso que percibo de primeras, en torno al sufrimiento ajeno en estos casos, me ha vuelto algo pasivo.
Tésalo
Muy buena. Una historia dura y un ejemplo de la valentía de muchos que, al menos, lo intentan con todas sus fuerzas.
ResponderEliminarUn beso
Hola MªJosé
ResponderEliminarMe gustaría que pasaras por mi blog, pues tengo un reto para ti, sin nigún tipo de compromiso. Consiste en que contestes a todas las preguntas que hay en un post titulado memes. Es gracioso y divertido, sólo pasar el rato y no romper la cadena.
Gracias
Besos
Precioso relato Maria José, triste y duro, pero con un fondo de esperanza y fuerza de voluntad que da esperanza, y sobre todo magníficamente contado
ResponderEliminarUn beso de Mar
Somos tantos los que participamos en los jueves, que he tardado tres días en poder leer a todos y comentar. Cada jueves entro con expectación en vuestros blogs y me quedo sorprendida, pero este jueves ha sido aún mayor. Los relatos llenos de amor, desesperación, ternura, risas, sirenas, calatraveños, odios, amores infinitos y no tanto, maltratos, abusos....han sido d elo mejor que he leido. Mi enhorabuena a todos y gracias por venis a mi casa y detneros a leerme y comentar. Sois un lujo, nunca dejaré de repetirlo.
ResponderEliminarUn beso y gracias a todos
Si lo se vengo tarde, pero últimamente llego tarde a todas partes, creo que los dioses han robado horas a los días o me han vuelto más lenta... no se si darme a la bebida para olvidar mi falta de tiempo para mi misma, jejeje, pero después de leer lo duro que es, te aseguro que se me han quitado las ganas, duro relato sobre la soledad, miles de besosssssssss.
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