Despecho: Malquerencia nacida en el ánimo por desengaños sufridos
en la consecución de los deseos o en los empeños de la vanidad. (RAE)
Despecho narcicista
—¿Pero qué pasa, tío? ¿Duermes o te haces el dormido? Anoche dejaste las cosas a medio terminar. Es hora de finalizarlas.
Escucho las palabras que salen de la garganta de esa mujer que no reconozco, acompañadas de una sonora carcajada que retumba en mí golpeándome la cabeza.
Un hormigueo recorre mi estómago y un escalofrío me sube por la espalda. ¿Qué cojones dice esta puta pelirroja?
—¿Qué haces en mi cama?
—¿No te acuerdas de mí? Anoche tomamos unas copas y bailamos en la discoteca. Te dedicaste a sobarme y cuando te excitaste me pediste que viniera a tu casa.
Mientras dice esto, mete la mano debajo de las sábanas y toca mi flácido pene.
—¡No me toques! —grito a la vez que le aparto la mano con violencia.
No estoy dispuesto a dejarme embaucar por menuda zorra. Siempre actúan de la misma forma. Primero todo es perfecto y luego todo son inconvenientes. Te usan y te tiran como si fueras un pañuelo de papel.
—¡Eres un imbécil! —me arroja a la cara—. Bien que anoche me suplicabas que te manoseara. ¡Tío, eso que tú tienes entre las piernas es una piedra!
—Eso pasó porque tú eres una puta asquerosa que no sirves para calentar a un hombre como yo. ¡Vamos, fuera de mi cama, no te quiero aquí!
La empujo hasta que consigo que caiga rodando al suelo. Me levanto rápido y la veo a cuatro patas busca su ropa interior debajo de la cama. Me gusta este espectáculo, como un animal, humillada ante mi poder. Se ha asustado y eso es bueno, así sabrá con quién se las juega. Me acerco a la silla, cojo su vestido y se lo arrojó a la cara.
—Te doy cinco segundos para que te vistas y te vayas de aquí, ¡furcia!
—¡Tú a mí no me llamas furcia, cabrón!
Arremete contra mí intentando golpearme con los puños en mi pecho desnudo.
—¡Eres un impotente de mierda!, ¡de eso se va a enterar todo el mundo!
¿Cómo se atreve a llamarme eso?
—¡Venga, repítelo si te atreves! ¡Puta!
Agarro sus muñecas y le retuerzo los brazos a la vez que sonrío.
—¡Venga! ¡Vamos, repítelo!
Me acerco tanto a su oreja cuando le hablo que le meto la lengua dentro de ella y me rechaza echándose hacia atrás. No quiere sentirme cerca, pero no puede evitarme. Me río a carcajadas. Hay lágrimas en sus ojos y observo fijamente cómo caen por sus mejillas. Me gusta. Ahora ya no es más que una piltrafa.
Su pelo revuelto cae sin forma por la cara. Me desafía con la mirada, pero calla. No se atreve a repetir la injuria que antes me ha lanzado.
Comienzo a besarla y la muy tonta responde abriendo la boca. Piensa que así me calmaré. Me deja hurgarle con la lengua y noto en mi pecho cómo sus sonrosados pezones se ponen tiesos. Le gusta, está excitada. Quiere que le haga daño y se lo voy a hacer. Cuando menos lo espera, le muerdo hasta que saboreo la salada sangre. Entonces la aparto de mí, le suelto los brazos y me limpio sin perderla de vista.
Se toca el labio dolorido y sangrante mientras balbucea algo que no alcanzo a entender y se viste con la cabeza gacha.
—Cuando salga del cuarto de baño procura que no te encuentre aquí. ¡Ah! Que quede claro que tú y yo no nos conocemos.
Oigo un portazo. Por fin solo. La maldigo con todas mis fuerzas. Una ducha me ayudará a despejarme y olvidar el incidente. Ha tenido lo que se merece.
Fragmento de mi novela "La caricia de Tánatos"
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Vamos fuertes... pero vamos muy bien!
ResponderEliminarSaludos y felices días.
Buenos dias...
ResponderEliminarel despecho solo sirve para estresar al que lo padece cielo mio, no hay que perder el tiempo y seguir adelante.
un abrazo
Que bien este fracmento,me gusta mucho la lectura y si encuentro tú libro lo boy a compras,porque tiene que estar muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo y sigue adelante
Antuan
Este fragmento avanza un libro intenso que me gustaría leer, ya lo creo.
ResponderEliminarUna escena humillante, violenta, irritante, la palabra despecho se queda corta para ella.
!Salves! María José, me dejas con mal sabor de boca y rábia, has escrito con fuerza y estilo, te felicito muuucho. Bsitos desde el Quinto pino.
Excelente relato, sin duda el libro será una buena lectura.
ResponderEliminarMis felicitaciones por el post, es un placer leerte.
Un beso.
Interesante lectura.
ResponderEliminarCreo que si un sólo fragmento consiguió centrarme tan fijamente, la novela debe ser de las que enganchan.
La leeré con gusto, seguro.
Pasión, rabia, deseo, humillación...
ResponderEliminarCuánta fuerza en tus palabras. Qué ritmo frenético.
Me encanta.
¡Hola Mª José!
ResponderEliminarTendría que leer tu novela para ponerme en situación, de un grano no se hace un montón.
Eso sí, el texto tiene tanta fuerza que me ha acelerado el pulso, no excitado, pero si enfadado, tal vez sea porque me he puesto en la situación de ella. Aunque yo le hubiera dado una patado en sus testículos.
¡Un beso!
MIGUEL
Cuantos sentimientos unidos en este relato cielo , precioso mi niña.
ResponderEliminarBesitos dulces .
Esto esta muy feo, muy feo muy feo.
ResponderEliminarY el resto? En el Fnac? O Donde?
Noooooo me dejes asi, jopeeeee.
Quiero maaaaaaaassss.
Jjajajaaaa.
Es broma.
Excelente.
Saludos Mª Jose.
Muy fuerte y bien descrita la escena, cuántas veces habrá pasado lo mismo. Buena estampa de un momento de despecho mezclado con la irritación y la prepotencia que es lo peor. Un besito.
ResponderEliminarMuy buen texto, me encantó, un saludo y un Feliz Año Nuevo con retraso....
ResponderEliminarFelicidades por tu relato María José, está genial.
ResponderEliminarEste año que comienza, te deso lo mejor, que estás llena de amor!!!.Te seguiré leyendo amiga.
Un besazo Maria José.
Jacquie.
Wow, a mi esto me parece mucho más que despecho o amargura... ¿Sadismo, quizás?
ResponderEliminarLo he leído encogida, María José, bbbrrrrr :( El título es muy acertado.
Un besote (has empezado el año con fuerza, ¿eh? ;=))
Te felicito, Maria José. Está escrito con una gran fuerza expresiva. Algunas palabras hieren mi sensibilidad. En el fondo creo adivinar un alegato feminista con el que, seguro, la autora no milita. Lo tuyo es lo largo y lo duro; me refiero al estilo, claro está. Quiero decir que ya has pasado por el rubicón de los relatos cogidos por los pelos y que, si eres capaz de mantener este mismo ritmo en una novela, podrías llegar a ser escritora. En fin, un comentario sin valor, fruto de la NADA.
ResponderEliminarMi más respetuoso saludo
Mis queridos lectores, me hubiera gustado contestaros individualmente pero ayerd fue un dia duro de trabajo (la vuelta nunca es buena...jajaj) y aunque quise no pude.
ResponderEliminarPara los que hacen mi mención a la novela, les diré que no está publicada. Lo intento, eso sí, pero aún no lo he conseguido. No desisto, pues esta seria la primera novela de una trilogía que trata sobre la maldad. Efectivamente es un momento duro, con gran sadismo como decia Mar Solana, pero tampoco es tan infrecuente, que un despecho narcisista termine de esta manera. Un nracisista herido en su orgullo es muy peligroso.
Para nada existe nada femiista detras de estas frases, sólo es un hecho que describe las dos caras de un narcisista, en este caso la desagradable, la opresiva, la violenta...
Muchas gracias por leerme y compañarme.
Un cálido abrazo que os alivie de los frios que padecemos en esta nuestra España
Ya estàs corregidos mis despistes. Sinceramente, te agradezco que lo me lo hayas señalado.
ResponderEliminarTésalo
Caray... que chica más tonta respondiéndo al beso Yo le pego un rodillazo en los OO que se los pongo de pendientes. Qué asco de tio.
ResponderEliminarQue bien escribes, Maria José.
Un beso.
Bffffff!!!! me ha encantado, la descripción de la escena ha sido irremediablemente perfecta.
ResponderEliminarDos mil besos
Ardilla
ResponderEliminarA veces es mas facil decir que hacer. No sabemos como nos vemos involucrados en este tipo de escenas, pero cuando lo que tnemos enfrente es un tipejo así, es dificil de lidiar con él.
Por que yo o valgo...
Gracias por tus palabras, me animan en momentos de crisis.
Un beso cálido para las dos
- Ella nunca ha dicho nada. Ni siquiera me ha parecido que eso le afecte.
ResponderEliminar- Y su marido, ¿èl es buena persona?
- Ellos dos son muy religiosos. Yo me cruzo con ellos, los domingos, a la entrada de la iglesia.
Es màs, ayer mismo, ella estaba conmigo, en la cola del confesionario.
Pero esos gritos y esos golpes. Me pregunto de qué pecado se confesarìa.
Una mujer, se arrodilla en un confesionario.
- Padre, me confieso, de soberbia.
- Hija, tù no tienes motivos de pedir perdòn por eso.
Un varòn, tambièn se ha arrodillado, en un confesionario.
- He pegado a mi mujer.
- ¿Tú estàs sinceramente arrepentido?
Tésalo
Mª Josè, ya he dejado, en el espacio de Muñeca, un comentario tuyo.
"Salves! María José, me dejas con mal sabor de boca y rábia, has escrito con fuerza y estilo, te felicito muuucho. Bsitos desde el Quinto pino."
ResponderEliminarLE HE R0BAD0 LAS PALABRAS A NATALI
MIERDA, DE LAS M0RENAS, ME HAS DEJAD0 CASI HECH0 P0LV0¡¡¡¡
JDERSE...ESCENA...QUE UNAS PALABRAS N0S T0QUEN LAS FIBRAS, ES0 , ES0...
MIRA DEJ0 CALLADAS MMIS PALABRAS...QUE L0 QUE HA DICH0 NATALI, EA L0 QUE Y0 DIGA...
UNA ESCENA FUERTE, MUY FUERTE...
A ES0S CABR0NES, SI LES PUDIERA...
J0DERSE , D ELAS M0RENAS, EN SERI0...ME HAS DEJAD0 TCAD000
P0R ELL0, PALABRA DEL GUS, EN
H0
RA
BUE
NA¡¡¡¡
H0Y UN BES0TE...
Ufff que violento no?
ResponderEliminarTampoco es necesario humillar a algien de esa manera.
Muy buen relato, una escena dura pero muy buena.
Un beso
Cuando las pasiones se desatan es como abrir la caja de Pandora, es como la rotura de un dique que contiene la rabia, la pasión, el desprecio, violencia, miedo, una vez desatadas es imposible contenerlas, contagian lo mismo, me he visto en la piel de la pelirroja cogiendo el cuchillo jamonero y yendo hacia la ducha privando a tal energúmeno de su flácido atributo y eso que no soy violenta!!!, o sí, después de leer tu relato ya ni lo se, quiero la novela, cuando la publiques espero privado, correo, entrada de bloc, lo que sea, miles de besosssssss.
ResponderEliminarDesde fuera se puede decir muchas cosas pero hay que vivirlas y es entonces debes aceptar una decision que puede cambiar el destino de las dos personas. Pero no se puede tolerar que nadie te haga sentir una persona inferior, no aceptar jamas que nadie te maltrate psicologicamente ni fisica. Vales mucho y esa valoracion nunca debe ser cambiada dentro de nosotras/os.
ResponderEliminarCon cariño
Mari
Me encanto el relato, amiga, aunque estas cosas,antes, eran simplemente "mala leche"...
ResponderEliminarJe,je,je
Feliz año nuevo, amiga
hay mujeres que hacen dependencia del dolor y la humillación, como un auto castigo, son las mendigas del afecto...
ResponderEliminarme gustó, la historia promete
Un relato muy duro, a mi me da pena que entre un hombre y una mujer se hablen en esos términos, es humillante para ambos, y me da pena porque aunque se que esto es un relato salido de tu inteligente cabecita, existe esa forma de comportarse tan agresiva. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMimí dijo...
ResponderEliminarSi puedes le dices a María José Moreno, que me sale publicidad en su página y que no soy capaz de dejar comentario, pero que me ha gustado mucho.
La descripción de todo es perfecta, casi que demaasiado real, pero ese tio me parece un psicópata no de la clases de los psicópatas..los hay que necesitan denigrar y pisotear a los demás para sentirse bien y creo que justamente es lo que hace ese tio que espero no se encuentre nadie jamás.
ResponderEliminarEres un genio en cuanto a los diálogos.
Besos!
Qué impotencia y rábia ante la prepotencia de este machito.
ResponderEliminarEste tipo de hombres reaccionan así, en mayor o menor grado, con violencia física o verbal, ante su amor propio herido.
Muy bueno el relato.
Abrazos.
dificil volver a la realidad y encontrarse con un panorama imprevisto y menos aun querido a medida que todo comienza a encajar.Aqui es cuando se notan las fisuras,y no precisamente las del curpo,sino las del alma.
ResponderEliminarramo de cariño.hoy clavelinas
¿habrá más fragmentos?
ResponderEliminarME GUSTO MUCHO AMIGA ...
ResponderEliminarYO TÁMBIEN COMPRARÉ TU NOVELA, SI LA ENCUENTRO ...
ESTE TIPO SENTÍA DESPECHO SIN CONOCERLA DE NADA ...
YO CREO QUE MÁS BIEN, ESTABA RESENTIDO CON LAS MUJERES ...
MUCHAS GRACÍAS ...
BESOS APOCALÍPTICOS ...
Gran fragmento, está magistralmente escrito, se percibe la violencia, y no es nada irreal, muy real por desgracia, me gustó.
ResponderEliminarun beso
Maite
Me ha gustado mucho Maria José.
ResponderEliminarNo es difícil imaginarse esa escena. Supongo que en cualquier casa de citas...
La mezcla del alcohol, y luego, la baja autoestima enfrentada con una actitud machista y prepotente de un pobre imbécil que así disfraza sus carencias...
Sorprendente, magnífico.
Un beso
Hola M. José!
ResponderEliminarGracias por tus visitas y perdona mi ausencia!
Ahora que estoy en la cama con una terrible gripe que impide acercarme de mi suegro, el lado positivo, es que me sobra tiempo para visitar los blogs!
Así, acá estoy yo en mi ordenador portátil retribuyendo...
Que excelente lectura he encontrado..., como siempre! Tu libro, seguro, es muy bueno!
Tengo que buscalo en una libreria acá en Portugal!
Como sé de tu buen gusto, te recomendo que visites este blog..., es muy bueno lo que encuentras..., seguro te va a encantar...!
http://serpai-acerca-de.blogspot.com/
Un beso y buena semana!
Hay tantas historias parecidas a esta. Me preguntó ¿qué lleva al ser humano a buscar el dolor de esta manera? ¿Será que hay gente que no ha conocido el verdadero amor?
ResponderEliminarDuro relato, pero vivo y auténtico.
Besos
Cada vez me sorprendo más de lo que encuentro por la blogosfera.
ResponderEliminarMagnífico relato, el libro debe ser también interesante.
Un beso!
tomo una frase de los comentarios:
ResponderEliminar"y eso que no soy..." Cuánta sorpresa nos podemos llevar enfrentados a tan diversas circunstancias de amor, despecho, desprecio, etc.etc....en fin,
que QUIERO LEER ESA NOVELA CUANDO LA PUBLIQUES, ya nos enganchaste a todos!!!! y con muy buenos argumentos...
Fuerte abrazo mi amiga.
No sé ,no sé como una cordobesa se ha perdido y en mi muro a aparecido.
ResponderEliminarMiro y pienso que delicadeza pues una tarjeta ha
dejado para que sepa que en este muro ha estado
Rabia de no haber estado para invitarla a un fino el cual
siempre lo tengo preparado.
Bueno otra vez será cuando visite una casilla la cual me dicen que caben muchas sillas pero que tenga cuidado porque tiene muchas columnas y me puedo quedar un poco descalabrado.
Dicen que le han dado en llamar la Mezquita.¿Y por qué será?
María José a sus pies y reciba un saludo de Jose que mi verdadero nombre ,disponga de mi muro para lo que desee hacer
Un fragmento duro, pero que que habla de la fuerza que tiene tu novela. Enhorabuena.
ResponderEliminarDaludos y agradecimientos a todos los que habeis pasado por esta entrada, los conocidos y los nuevos. Me animais con vuestras palbras puesto que esta novela anda enredada en el caos editorial sin que tenga salido por el momento. Por lo menos vuestras palabras me animan a seguir intentandolo.
ResponderEliminarUn beso