domingo, 25 de diciembre de 2016

La envidia autodestruye






La envidia se define como un sentimiento o estado mental en el que la persona sufre muchísimo por no tener lo que otra posee, bien se trate de bienes materiales, cualidades tangibles o no tangibles... El problema está en que el envidioso trata por todos los medios de hacer sufrir a su víctima.
Imagino que os preguntaréis a qué viene hoy hablar de la envidia.
Desde que en el año 2011 subí mi primera novela a Amazon, pocas veces he compartido con vosotros comentarios y cuando lo hacía, en mis inicios, solía hacerlo tanto de los buenos como de los malos (por supuesto solo de aquellos que eran constructivos), los malintencionados intentaba olvidarlos y aunque entonces me hacían daño siempre lo justifiqué desde la envidia y de la pobreza e indignidad de carácter de quien se escondía tras ellos amparados en el anonimato. Recuerdo que en una de mis primeras entrevistas radiofónicas a razón de que Bajos los tilos estuviera en el número 1 del top, comenté con la locutora que la novela tenía muchos comentarios de cinco estrellas pero que había gente que no le había gustado y entendía las razones que me daban; es más, yo misma dije que hay novelas que a otros gustan pero que a mí no. 
Sin embargo, ayer tuve la última muestra de algo que repito y repetiré hasta la saciedad: «Los malos existen y están a nuestro lado esperando el momento de lanzarnos sus garras». 
Y el envidioso es un ser malvado, inmaduro, insatisfecho, narcisista, que desea lo que precisamente otros tienen...y he tenido que dar con uno o más bien una de estas personas.
Ayer, 24 de diciembre de 2016, por casualidad, entré en Amazon y me encontré con un comentario de 1 estrella al que no hubiera dado valor  si no hubiera sido por lo que decía de ofensivo hacia mi persona. La suerte (no siempre es posible) hizo que pudiera acceder a saber quién se escondía tras el falso nombre de Casiopea y me llevé la sorpresa del siglo. Se trataba de  una escritora con la que creía mantenía una amistad nacida de nuestros mismos orígenes como autoeditadas en Amazon, la misma escritora con la que compartí micrófono casi una hora en una tertulia de la taberna galáctica, y con las que mantuve bastantes conversaciones. Esta escritora dice de mi novela y de mí :
«Mala literatura. Personajes planos y poco creíbles. Suspense forzado. Mal escrito, no, lo siguiente. La persona que lo ha escrito debería dedicarse a otra cosa. Me ha dado vergüenza ajena leerlo, bueno solo he coseguido leer la mitad o menos. Es insufrible. De esta autora, si es que así se puede decir, no pienso comprar nada más. Debería plantearse volver a escribir algo en el fturo porque es ridículo».
Mientras que en el 2013 (antes de que yo firmara con editoriales) puntuaba con 5 estrellas una de mis novelas. Pero lo importante no es ese matiz, sino la diferencia del tono y cómo hablaba de la novela, detallando lo que le había gustado, lo que había sentido y no de mí persona (juzgad vosotros mismos):
«Tenía muchas ganas de leer esta novela y, aunque no he terminado de leer la que tenía entre manos en el momento de comprar Bajo los tilos, no he podido reprimirme y la verdad no me ha defraudado en absoluto, todo lo contrario, me ha encantado. Es una novela corta, me la he leído en dos tardes. Tiene una lectura rápida y fluida. Su trama está muy bien hilvanada y te mantiene con la intriga hasta el final. La historia de Elena, la madre de la protagonista, me ha llegado al corazón y se mantendrá ahí porque al fin y al cabo todos somos víctimas de nuestro destino. Hay gente que piensa y siente que su camino tenía que haber sido otro muy distinto y cuando quieren rectificar ya es demasiado tarde. Recomiendo su lectura totalmente».
Por supuesto, no voy a dar su nombre aunque guardo documentos gráficos de todo lo que os he contado, porque no soy malvada como ella, aunque esta vez sí creo que merece la pena escribir, aunque sea unas líneas, sobre el asunto porque me sirve a mí de catarsis y a todo el que lea esto, de reflexión de lo que tanto voceo: «nunca perdáis  de vista  que quien os hará más daño siempre será alguien relativamente cercano a vosotros».
La envidia mata, autodestruye y esta escritora ha comenzado ya su fase de autodestrucción.  Sus malintencionadas palabras hacia mí, no solo hacia la novela, así me lo indican. Sobre todo porque no tiene la valentía de hacerlo en directo, con su nombre por delante, razonando su opinión y enfrentándose a su envidia. 
Para mí, desde este momento has dejado de existir. Siempre intento alejarme de la gente tóxica, no me conviene para crecer y ser feliz.

20 comentarios:

  1. Pues yo sí voy a ser mala, pero contigo.A veces los escritores necesitáis una bofetada de realidad para daros cuenta que algunos de los "palmeros" que os rodean en realidad son gente falsa,interesada e incluso envidiosa si se dedican a la misma profesión,escribir.
    D3 todas formas ya sabes que el tiempo pone a cada uno en su lugar y ahora tienes una víbora menos en tu vida.
    Tu sigue escribiendo que lo sabes hacer de maravilla y ya sabes,cuanto mejor lo hagas más éxito pero también más puñaladas traperas pero.....que se jodan( tenía que ponerlo).
    Un beso enorme

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  2. Segui escribiendo, lo haces hermoso, no vale la pena esa persona, beso enorme!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  3. Impresionante escrito, tan... denotativo. Sí, están ahí. Pero... ¿y qué? No hace muchos días me tildaron de envidioso literario... y es alguien cercano, o cercana, después de todo casi les miro con cierta tristeza. Mejor no sigo... Sé que no soy tu mejor amigo novelista, pero te animo y apoyo en esta estrafalaria realidad.

    R.

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  4. Inés, llevas toda la razon. A veces se aproxima gente a nosotros que cuesta descubrir y la manera de abrir los ojos muchas veces duele.

    Sobre esto, es una vieja historia que se repite, que de alguna manera todos hemos vivido en el momento en el que empezamos a destacar un poco. Lo peor, en mi caso al menos, es que asumo que llegarán más de estos comentarios, de los que kas palabras reales no dicen nada de la novela y entre las líneas parpadea, como un mantra silencioso, el odio, la envidia, el haber querido y habrese rendido antes de plantearse si, lo que hay que hacer de verdad es dejar el ego y ponerse a aprender, por ejemplo, a escribir sencillo.

    Es lo más difícil del mundo, señora Casiopea.

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  5. Nos olvidaremos de su existencia Maria José. Un fuerte abrazo!

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  6. Yo que empiezo a escribir a una edad tardia es que tiemblo porque arpias ya me he ido encontrando en otros ambitos de mi vida,se ve que la envidia campa a sus anchas por doquier. Por desgracia no he leido ninguno de tus libros pero no es por falta de ganas.Te he conocido gracias a los jueveros y durante los años que me he dedicado a trabajar y estudiar era muy dificil leer lo que realmente me hubiera apetecido. Ahora gracias a tu arpia particular estoy intrigada asi que buscare BAJO LOS TILOS. Y desde luego muy positivo alejarte de la gente toxica, besos.

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  7. Yo que empiezo a escribir a una edad tardia es que tiemblo porque arpias ya me he ido encontrando en otros ambitos de mi vida,se ve que la envidia campa a sus anchas por doquier. Por desgracia no he leido ninguno de tus libros pero no es por falta de ganas.Te he conocido gracias a los jueveros y durante los años que me he dedicado a trabajar y estudiar era muy dificil leer lo que realmente me hubiera apetecido. Ahora gracias a tu arpia particular estoy intrigada asi que buscare BAJO LOS TILOS. Y desde luego muy positivo alejarte de la gente toxica, besos.

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  8. Qué pena que ocurran estas cosas. Duele mucho más cuando es alguien conocido, cuando no te lo esperas. Como bien dices, los malos existen, y algunos van vomitando frustraciones al amparo del anonimato. Y lo hacen con ensañamiento. Te comprendo porque también lo he vivido. Mi indiferencia total hacia ellos. Nosotros seguiremos haciendo lo que nos gusta. Un abrazo, y ya sabes que tienes todo mi apoyo.

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  9. Ya sabes el dicho de: si la envidia fuera tiña... Ni caso a esos comentarios. A mí Bajo los tilos me pareció una novela preciosa. Sigue escribiendo y olvídate de los envidiosos. Montones de besos!!

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  10. Ánimos y siento mucho el desengaño de una amistad. Eso duele. Aún así, soy de las que piensa que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio. Y yo sigo queriendo estrenarme con tu prosa y una opinión aislada no me persuadirá de no hacerlo. Besotes.

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  11. He dado por casualidad con tu entrada, viendo otras cosas en twitter... Duele mucho, no tanto cuando lo miras desde fuera y no te toca vivirlo en primera persona. Duele, cuando eres el protagonista, en este caso de un comentario mal intencionado, con rabia y con eso que yo, en otro ámbito, conozco muy bien y que no es otra cosa que la envidia. He leído el comentario en Amazon, así como también el de Bajo los Tilos y sí, llevas razón, no a todo el mundo tienen que gustar tus novelas ni las de otros a ti. La maldad está muy cerca, mucho, mucho y quienes disparan de esta forma tan vil, han de sacarse de la vida. Y sí, están al lado, esperando dar el zarpazo en cualquier descuido. Esta persona en concreto, se esconde detrás de un seudónimo, hay otras que por lo menos dan la cara con el real, un mérito dentro de la misma maldad.

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  12. Hace poco leí algo así como que "el envidioso no quiere lo que tú tienes, quiere que tú no lo tengas" , por eso los comentarios malintencionados contra ti como persona y no críticas constructivas sobre tu novela. 💋💋💖

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  13. Dicen que la envidia es un defecto que hiere doblemente, uno quién lo sufre y otro quien lo padece. Ante personas envidiosas mejor alejarse y tu ya lo has hecho.De todo se aprende, esto es otra lección.
    Siempre adelante M José.
    Un abrazo.

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  14. Envidiosos te encuentras en todas las facetas de la vida, yo los he encontrado en blogger, no te puedes imaginar la de veces que he pensado en cerrar el blog, y la de veces que me he levantado, o me han levantado, xq por suerte cuento con más de un Pepito Grillo que me quita la tontería. Como escritora tengo todos tus libros pendientes, a ver si este año consigo más tiempo. Como persona tuve la suerte de compartir un par de días contigo en Castelló Negre i eres un sol, cualquiera hubiera dicho que en lugar de conocernos en ese momento llevábamos años siendo amigas. Creo que entonces ya comentamos algo de esto y te dije que cuidado con la corte de palmeros que son muy peligrosos. Míralo por el lado bueno, ya ha caído una careta, tu has ganado tranquilidad y aunque has tenido la deferencia de no nombrarla, supongo que muchos barruntaran quien pueda ser y ella perderá más por el camino.

    Besos y ánimo, sigue escribiendo, que una envidiosa no te quite la ilusión.

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  15. Me he encontrado tantas veces con la envidia, y envidia infundada, he tenido que alejarme tantas veces de amigos que realmente no lo eran, que sé muy bien de lo que hablas. Supe que en mi primera novela tendría que hablar de ello, y así lo hice, porque me he encontrado gente así en todas las épocas de mi vida. La frase que me inspiró voy a dejártela, porque creo que está muy relacionado con eso que dices que quien nos hará más daño será alguien cercano a nosotros; la frase es esta: "Muchas veces, la persona por la que estás dispuesta a recibir una bala, es la que está detrás de la pistola". No sé de quién es, la leí en un estado de Whatsapp, pero es tan cierta.

    Quédate con todos los comentarios sinceros, con la gente que viene y te comenta y te da sus ánimos y también con esa otra gente que, como yo, no puede pararse casi nunca a comentar pero te leemos en la sombra porque nos gusta cómo escribes. Y al resto, olvídalos, la indiferencia es el mejor castigo.

    Biquiños!

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  16. Vaya tela, qué personaje y la verdad es que hay mucha gente envidiosa y sin reconocerlo.
    Las personas envidiosas son realmente tóxicas, malas malísimas y hay que desprenderse de ellas al 100%.
    Piensa en esta frase que viene como anillo al dedo: "Quién te lastima te hace FUERTE, quién te critica te hace IMPORTANTE y quién te envidia te hace GRANDE" y esa persona es todo lo contrario a ti, así que mira el lado positivo... que has averiguado quién es y que va a desaparecer de tu lado para siempre!
    Tú a seguir escribiendo que lo haces de maravilla y es lo que importa... y esa persona que se fastidie todavía más, aleee.
    Besos y un abrazo!

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  17. Lo mejor de estos ataques sin razonamiento es ignorarlos , pq caen por su propio peso que la malicia hace de ser así.
    Si cuando entras a leer un blogs o en amazon hacer algún comentario siempre debe ser desde el respeto sino te gusta lo lees , no comentes y si comentas siempre con educación y mucho menos insultar o al escritora , y encima desde un falso nick , es de cobardes , no hagas caso siempre habrá personas sin un mínimo de educación de ellas es mejor pasar .
    Suerte con tus novelas ... un fuerte abrazo

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  18. Lo bueno es que parece que ya borró su comentario, María José. He entrado a Amazon y no he visto ninguno en tus libros de Casiopea. Algo salió de esto, pero qué pena da la gente envidiosa.

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  19. Nada más cierto que algunas, si se muerden la lengua, se envenenan. Y debe ser complicado vivir en un permanente estado de emponzoñamiento, no crees? Gente incapaz de levantar la cabeza y dejar ir una sonrisa sincera... qué pena dan.
    Lejos. Cuanto más lejos, mejor, que no tienen cura. Te lo dice una que hasta recibió una novela sobre la envidia. Un beso enorme, compañera

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  20. Totalmente de acuerdo con tu entrada.
    Te copio (para no repetirme) lo que he contestado en facebook a Blanca Miosi:

    "Lo que en zoología antropomórfica se conoce como Trolls. Los hay que se sienten realizados empleándose con saña y sin motivo contra alguien. Las razones pueden ser mil, a cual más mezquina, que hay mentes que son un estercolero, pero yo tengo la tonta teoría de que quien se dedica a criticar destructivamente, perdiendo incluso las formas, lo hace porque ÉL O ELLA ES INCAPAZ DE CREAR ALGO QUE IGUALE O SUPERE A LO QUE CRITICA."

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