lunes, 3 de noviembre de 2014

Escribir una novela (Manual de supervivencia): El inicio






El inicio de la novela

Estas pinceladas van dirigidas a las personas que se acercan por primera vez a este complicado mundo de la novela. Mi intención no es impartir un taller sino hacerles partícipe de mi propia experiencia por si puede ayudarles en algo.

Los entendidos dicen que la primera frase de la novela es lo más importante pues de ella depende que  atrapemos al lector para que nos continúe leyendo.

He leído muchísimos libros a lo largo de mi vida y casi necesitaría dos vidas más para leer todo lo que tengo acumulado debido al poco tiempo que dispongo para hacerlo, pero os he de confesar que como lectora nunca me había fijado con ahínco y tenacidad en ese primer párrafo decisivo para el escritor, o mejor dicho, esa frase que marca la diferencia entre ser leído o no. De hecho siempre le he dado bastantes posibilidades a una novela, algo así como hasta la mitad; si pasada la mitad ya no conseguía meterme en ella desistía y, eso solo lo hice cuando me liberé de la cuestión económica pues al principio fuera como fuera la terminaba pues mi buenas pesetas me habían costado.

Ahora, desde el otro lado de la mesa me machaco buscando esa frase maravillosa que determine es instante en que se produce la consumación del sacramento entre lector-escritor. Me he dejado llevar por lo que saben, los entendidos, los que dictan las normas de cómo debes ser o no ser. De hecho en las novelas que he publicado, no ya la primera frase, sino la primera página la he cambiado miles de veces. 

¿Qué es lo que dicta la academia en este sentido?
El primer párrafo para el lector actual debe de plantear una cuestión que le sumerja de cabeza en la trama:

¿Quién es ese narrador cuya madre acaba de morir? ¿Cómo podrá el protagonista encontrar el camino que desea hallar? ¿Por qué uno de los personajes está triste, o colérico, o inquieto? ¿Quién es el asesino? 

También es conveniente situar al protagonista  y su entorno en las primeras líneas para que de entrada el lector se familiarice con él, de identifique y se meta de cabeza en la trama. 
En esos primeros párrafos es más importante contar qué pasa y a quién le pasa que cómo pasó y qué pasó.

En definitiva debemos poner con esa primera frase la miel en el lector para que luego beba de los néctares de nuestro argumento.
Sin embargo, una novela es algo más que un primer capítulo, se necesita armar una trama que no decaiga, con un final coherente que no esté sacado de la manga y todo ello es más difícil que dar con esa primera frase. 

Veamos algunos inicios de novelas consagradas:

"Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa"

"Un intenso olor de rosas penetraba en el estudio, y cuando, entre los árboles del jardín, comenzaba la brisa, llegaban por la puerta abierta el denso aroma de las filas o el más delicado perfume de los agavanzos en flor". 


"En 1815, era obispo de D. el ilustrísimo Carlos Francisco Bienvenido Myriel, un anciano de unos setenta y cinco años, que ocupaba esa sede desde 1806. Quizás no será inútil indicar aquí los rumores y las habladurías que habían circulado acerca de su persona cuando llegó por primera vez a su diócesis". 


"Nos encontrábamos en clase cuando entró el director, seguido de un nuevo alumno con atavío de aldeano y de un bedel cargado con un gran pupitre. Los que dormitaban despertaron y todos se incorporaron, afectando haber sido sorprendidos en pleno trabajo."

Leídos así, en frío, no me parecen espectaculares y no me atrapan, por lo que no debería haber continuado con su  lectura. Sin embargo, tras ellos hay unas magníficas novelas; por cierto, ¿sabes cuáles son? Si lo sabes espero tus respuestas en los comentarios.

Como conclusión de esta primera entrada: No te obsesiones con esa primera frase. Si cuando hayas puesto el Fin en tu novela no te gusta el inicio cámbialo, seguro que será mucho mejor que el primero que habías escrito. 
Mi novela Bajo los Tilos,  según dicen la reseñas, tiene una primera frase de esas de academia:
 "En la vida y en la muerte todo tiene un porqué o por lo menos eso creía hasta hace una semana." 
He de confesaros que cambié el inicio unas diez veces hasta que me sentí satisfecha. 
Ahí radica la importancia, en que tú, escritor, te sientas satisfecho con ese inicio y por supuesto, con todo lo que viene después. 
Te auguro que no es tarea fácil, siempre es mejorable. 

7 comentarios:

  1. ¿Sabes lo que pienso? Que esa necesidad de captar la atención del lector inmediatamente tiene mucho que ver con los tiempos que vivimos. Imagina una aplicación en el móvil que fuera maravillosa, pero que necesitases varios minutos para que se cargase. Un porcentaje elevado de usuarios desistiría antes de adentrarse en ella porque estamos acostumbrándonos a que todo sea ya, rápido, inmediato. Lo mismo sucede con las novelas. Si no te mantienen intrigado desde el principio, buscamos otra que sí lo haga porque la oferta es inmensa.

    Algunos de los principios que has puesto me suenan mucho. Incluso añadiría unos cuantos. Hay una iniciativa en el instituto de mi hijo que me parece muy interesante. Por las paredes del centro hay carteles con las primeras líneas de novelas que invitan a leerlas. De hecho, yo misma he sentido curiosidad por empezar alguna de las que todavía no había disfrutado.

    Me gusta esta sección nueva que incluyes en el blog. ¡Enhorabuena!

    Besos

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    1. De acuerdo con los que dices, nada que ver con los inicios de las novelas del XIX, pero para el escritor principiante no se debe convertir en un objetivo que le agobie como una pesada losa. ese inicio aparecerá antes o después. Es cuestión de ir trabajando en la novela y después retomarlo, sino surge de primeras. Gracias por comentar.

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  2. Respuestas
    1. Es fundamental pero no lo único. Cada vez encuentro novelas con un primer capítulo maravilloso y después nada de nada. Todo el fuelle se fue en lo que dicta la academia. Gracias por dejar tu comentario.

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  3. Mis, por ahora, tres novelas han nacido de una frase, esa es la que arranca cada libro y además es el título. En la cuarta, aún en proceso, sucede lo mismo aunque no va a ser el nombre de la novela.
    Es vital un arranque que enganche, sobre todo hoy en día que competimos por el favor de un público cada día más exigente y con cada vez mayor oferta.

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  4. Por supuesto y si das con la frase adecuada es lo mejor. Pero estarás conmigo en que a veces ese inicio surge cuando ya llevas la mitad de la novela y de pronto dices, ya sé cómo iniciarla. y lo cambias, no pasa nada. O aquel maravilloso inicio que al finalizar la novela lo sabes cómo va a funcionar. Por ejemplo en mi última novela, cuyo principio me encantaba, en la última revisión me di cuenta de que si el párrafo cuarto de la primera pagina lo subía al primero el inicio de la novela ganaba mucha más fuerza. ;-) Gracias por venir a comentar

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  5. Como lectora yo tampoco le he dado excesiva importancia a las primeras líneas de una novela, aunque aprecio un buen comienzo. El de "Orgullo y Prejuicio" es uno de mis favoritos, y este otro también: "Escarlata O´Hara no era bella, pero los hombres no solían darse cuenta de ello hasta que se sentían ya cautivos de su embrujo". Es el comienzo de un libro que pocos han leído debido a la repercusión brutal de la película "Lo que el viento se llevó". Como autora, reconozco que no reparé en estos detalles con mi primera novela, pero sí lo hice en la segunda. De hecho, escribí el primer párrafo que configura el prólogo una vez finalizada. Buena entrada. Un beso.

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