jueves, 1 de abril de 2010

¡Este jueves un relato!: La alargada sombra de la duda

LA OTRA


La alargada sombra de la duda

Sabía con total seguridad que existía otra.
Si me preguntaran el momento exacto en que lo advertí, no podría decirlo. Fue una sonrisa a destiempo, un beso innecesario, una pregunta sin respuesta, un silencio…Nada era igual entre nosotros. Nuestro amor siempre sincero y entregado se convirtió en una rutina opresiva que ninguno podíamos controlar.
De reojo, le observaba nervioso coger el móvil cuando le llegaba un mensaje y al instante, una explicación no pedida.
—De la oficina, que no encuentran unos informes.
—¿Qué vas a hacer?
—Nada. Que se la apañen como puedan. Ya estoy harto de ser el que resuelve todos los contratiempos.
A partir de ese momento, su pecho se debatía en una ansiosa respiración. Un exagerado temblor de piernas y una nerviosa agitación de manos constituían la antesala de un ir y venir, con aspavientos, en lo que hablaba solo y que concluía en un:
—Me voy y regreso en un minuto. Un beso lanzado al aire y un perdona cariño, pero no me fío de ellos.
Un ritual que llevaba a cabo cada vez con más asiduidad y una intensa pena que me devoraba por dentro nublando mi razón y llevándome a los extremos del delirio.
—Eres una celosa patológica, una enferma. No existe ninguna otra —me dijo cuando una tarde, cansada de vivir así le solté todo lo que pensaba y me planté delante de la puerta para no dejarle salir al encuentro con la otra.
Lo mismo, aunque con palabras más suaves,  me dijo el psiquiatra al que me llevó.
—Señora, no sé si lo que usted dice es verdad o no, pero no nos interesa. Lo importante es lo mal que lo está vivenciando.
—¿Eso significa que soy una enferma?
—Usted tiene una personalidad suspicaz y desconfiada, y ello puede hacerle ver fantasmas donde nos las hay.

Al salir de la consulta tomé conciencia de que todo era producto de mi alterada mente, y que el médico y mi marido llevaban razón. Mi desconfianza me hacía malinterpretar aquello que sucedía. Me lo repetía una y otra vez, cuando el corazón se me paró de golpe al mismo tiempo que los ojos se me salieron de las órbitas...

Iban agarrados de la cintura, besándose sin disimulo alguno y exhibiendo obscenamente su amor.

Allí estaba mi delirio, porque mi marido llevaba razón, no existía una otra, era un otro.


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29 comentarios:

  1. Menudo relato, y el final... ¡Madre mía! Has pensado que quizas el que llevaba agarrado a la cintura el marido pudiera ser el psicólogo. Porque, está claro que o era él y estaba compinchado, o era completamente imbécil para no darse cuenta de que la mujer estaba enferma. Y encima le cobraría una pasta.
    Un texto muy ameno.
    Un abrazo.

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  2. Un final no por inesperado menos frecuente hoy en dia.
    Los/as rivales ha aumentado en sus posibilidades actualmente jejejejejejeje.
    Eso si, al psiquiatra habria que comprarle unas gafas, vaya vista

    P.D.: que bien disfrutar de nuevo de tus relatos.
    Un beso

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  3. No es fácil engañar a una mujer.
    Sea el uno o la otra como dice la canción: "traes olor a leña de otro hogar"
    Un saludo.
    Buenas fiestas

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  4. Mercedes
    A los psiquiatras noes es muy difícil saber si el/la paciente dice la verdad o no. En realidad tampoco nos intersa mucho porque partimos de la forma en que maneja el asunto. Real o fantaseado es dañino. Y te puedo asegurar que no era el psicológoco...jajaja. Era el amor de su vida. Hay tanto de esto ultimamente...

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  5. Manolo
    Ya me ves, aqui retomando la escritura. He puesto las cosas al dia y sigo ordenándome para aprovechar al máximo. Y es cierto la rivalidad se ha duplicado...jajaja. El psiquiatra no podia saber mas que lo que ella le decia y ya sabes que hay veces en la celotipia en la que uno se imagina cosas ...

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  6. Jose Ignacio
    Lo de la leña no lo conocía pero ¡qué razón tienes!
    Un beso

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  7. Magnifico comentario para estrenarte en esta nueva singladura,ya que yo si tenia una ligera duda si regresarias ó no.

    Bienvenida seas

    Un saludo

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  8. José
    Hombre de poca fe...jaja con que creias que no volvería. Pues aqui estoy con mis relatos con los que espero disfruten mis lectors.
    Un abrazo con olor a incienso.

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  9. ¿Su amante no sería el médico? Hubiese sido un final aún más sorprendente, buen relado, un saludo.

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  10. jajaja...Vaya imaginación la vuestra. Mira que querer liarlo con el psiquiatra????
    La verdad es que aún huebira sido más sorprendente ¿Cómo no se me ocurrió? jajaja Ahora que a toro pasado cualquiera.
    Besos Mané

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  11. El dolor de sentirse reemplazado no sabe de géneros... pero el daño de saberse al otro lado de sus preferencias desgarra.
    Un beso

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  12. María José, no creas que desde el Cariño de a Coruña se me pasan tus palabras, para nada.
    Te he leído y al leerte he notado que tocabas LA OTRA típica, pero enseguida he visto los contornos de una tristeza y un desengaño íntimos. Se le va la vida, los porqués y los cómos a esa mujer, ningún entendido pactado le soluciona eso. He sentido un enorme vacío en esa vida, pero espero que sepa o encuentre valor, para aquello de:
    menos mal, ahora viviré a mis anchas aunque sean estrechas, serán las mías ¿qué es ancho o esrecho?
    Mirando a la mar...no sé porque, pero todo parece relativo.
    Curará esa mujer, vivirá aires nuevos. !ave! cariñoso desde Cariño, un placer leerte.

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  13. Supongo, aunque es difícil incluso suponer en casos así, que uno a de mirarse a sí mismo, sin pensar en nadie más y preguntarse ¿soy feliz?, ¿yo, soy feliz? Si la respuesta es sí, lo demás no importa; por el contrario, si la respuesta es no, hagan lo que hagan, sean fieles o no, los demás no importan. En cuestiones de felicidad hay que convertirse en egoístas; si bien podemos compartir esa felicidad, ser generosos con ella, nuestra felicidad, para bien y para mal, nos corresponde y también la responsabilidad de buscarla sin necesidad ni ayuda de los demás.

    Bikiños

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  14. Me ha llamado la atenciòn la falta de perspicacia de aquel especialista.
    No ayuda ciertamente no profundizar en lo que ha pasado fuera, a haber tomado decisiones.
    Médico, maridos, amantes de maridos, a su modo todos ellos son cual conchas.

    Tèsalo

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  15. Rosa
    El hecho de cambiar una o por una a, simplemente ha sido un juego, que me venia bien para un final mas impactante...jeje
    besos

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  16. Natalí
    ¿Qué tal por Galicia? Como bien dices, de típica no tiene nada esta historia por la calidad de las vivencias y por el resultado final, pero más frecuente de lo que imaginamos.
    Gracias por tus palabras. Ya te echaba de menos.

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  17. Natalí
    ¿Qué tal por Galicia? Como bien dices, de típica no tiene nada esta historia por la calidad de las vivencias y por el resultado final, pero más frecuente de lo que imaginamos.
    Gracias por tus palabras. Ya te echaba de menos.

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  18. Xose Anton
    La felicidad está ne la base de todo. Cuando se rompe, deberiamos ser lo suficientemente libres y valientes para hacer aquello que nos llevara a la verdadera felicidad y sin embargo no lo hacemos.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Uu besito

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  19. Tésalo
    Veamos, el psiquiatra no es un detective privado, ni tiene una bola de cristal. Por lo general a los psiquiatras nos da igual si lo que nos cuentan es real o no, lo importante es saber que estan sufriendo por ello. Investigamos en su forma de ser y hasta que punto pueda ser normal o estamos ante un sujeto delirante. Estoy segura de que nos equivocamos muchas veces. Esta es una de ellas.
    Besos

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  20. Hola de nuevo... Bueno, como estoy acostumbrada a lidiar con cualquier contratiempo, si me sucediera el caso, pues nada, a empezar de nuevo. Todos los shocks tienen una recuperación o una acumulación que permiten ser ignorados (que no superados).
    Besos pascueros.

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  21. Y que remedio queda Verónica sino tirar pa'lante como decimos por aqui...jajaja
    Encantada de verte de nuevo por aqui.
    Besitos

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  22. Eso que dicen que el último en enterarse es el engañado, lo dirán por ellos. Pienso que las mujeres tenemos un sexto sentido que enseguida nos damos cuenta cuando algo no va bien.

    El final inesperado por el título del relato, pero en la realidad ya no tanto.

    Un abrazo.

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  23. Gracias Alhena por vsistrme y comentar este relato, llevas toda la razón, no es infrecuente, auqnue en realidad da iguak que sea otra u otro.
    Un beso

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  24. EXCELENTE RELATO MARIA JOSE ME ENCANTO!!!!!!!!! LO QUE SI RESCATO ES QUE LA COTIDEANEIDAD HACE ESTRAGOS EN LA PAREJA Y CUANDO HAY INFIDELIDAD MUCAS VECES (NO SIEMPRE) LA CULPA ES DE DOS

    SALUDOS

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  25. Sorpresas te da la vida...la vida te da sorpresas...ay dios....jajajajaja


    està buenìsimo

    mis saludos cordiales

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  26. Vas leyendo y piensas otra historia mas de infidelidad, y ella dándose cuenta de todo, pero claro nadie la cree, y sigues leyendo y piensas lo va a pillar con la OTRA, veras como lo pílla y como nos tenias que sorprender a tu manera, resulta que no es OTRO el causante de la infidelidad. Pues sabes una cosa, que cada vez esta siendo este relato más real. No hace mucho un amigo nuestro se llevo esta sorpresa, por que no había OTRO había OTRA. ! Que lío ¡ Un abrazo y me alegro que este ya por aquí entreteniéndonos besitos.

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  27. Sorprendente final. Es lo que le hace especial.
    Un saludo

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  28. El relato fantástico, pero te digo una cosita, ehhhh!!!!, si el muy cobarde no solo no es capaz de dar la cara, si no de llevarla a un psicólogo porque se está volviendo loca, mira, mira, ni psicólogo ni puñetas, un buen cuchillo jamonero y le corto los ...al muy cab...piiii, jajajja, mejor me callo, porque de verdad te digo que loca, no estaba y llevarlo, pues mal, a ver, si le niegan lo evidente, aissssss, el relato, muy bueno, miles de besosssssssssss.

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  29. Después de la SUSUS de Gus, no puedo comentar nada. Me deja sin apasionamiento posible, ajjajaj, es que lo dice con tantas ganas. que mi comentario termina siendo muy fofo, jajaja

    Recuerdo que una amiga siempre me decía que prefería que su marido se fuera con otro antes que con otra, y yo le decía, que de otra volvía, pero de otro, parece que no... EN FIN: muy bueno tu relato, con ese cierre que para qué te cuento.....
    un fuertísimo abrazo (y un besito para la novia, ya volvió??)

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